No hemos sido testigos presenciales del triunfo de Roca Rey en Perú, concretamente en la feria de Acho en Lima pero, de cualquier modo, nos alegramos muchísimo de que el diestro peruano haya reaparecido sin la menor fisura en su cuerpo y, lo que es mejor, en su alma.

Compartió cartel con Enrique Ponce y Finito de Córdoba que fueron silenciados mientras que, Roca Rey le cortó las dos orejas a su primer enemigo y, como nos cuentan, de haber acertado con el estoque en su segundo, su triunfo hubiera sido de auténtica apoteosis.

Es Roca Rey un torero que hace falta entre la torería andante porque tiene valores incuestionables, el primero, sin duda alguna, su poder de convocatoria, algo que el resto de los toreros carecen casi todos. Y, más tarde, su actitud, la que le diferencia de igual modo de la inmensa mayoría de los toreros. Como vemos, un binomio difícil de encontrar entre la torería actual pero del que Roca Rey es amo y señor.

El triunfo del peruano es el que nos hace concebir muchas esperanzas para la temporada venidera en la que, con el permiso del destino, Roca Rey calentará «motores» para que la temporada sea intensa y muy interesante; ya lo está siendo por tierras americanas, algo que celebrados con gozo.