Más de tres cuartos de entrada, y con la televisión de Castilla la Mancha de testigo, Corella ha sido testigo de su primera corrida de la ganadería de Victorino Martin, una corrida con un poco de todo, con un bravo tercer toro, segundo y cuarto con clase y recorrido, primero sin opciones, y un difícil quinto toro, y un exigente sexto.

Morenito de Aranda tuvo predisposición con su primero, todavía daba vueltas ese toro de indulto de Victorino hace pocas fechas, pero con este ejemplar no llego a sacar una tanda limpia y ligada. Después de tres pinchazos le metió la mano para dejarla atravesada. Silencio

Con el cuarto Morenito de Aranda se sacó la espinita clavada con el anterior en suerte, y se conjugo con las buenas sensaciones, un toro templado y un Morenito Inspirada, fórmula matemática para un gran faena, el toro tuvo mucha culpa, un toro con nobleza, clase, recorrido, al que Morenito le fue alternando tandas con la derecha y al natural, tandas de mucho sabor, muy acopladas y con mucho temple. No fue redonda la faena porque era de dos orejas, fallo con la espada y dejo una media en mal sitio, que no impidió tocar una oreja.

Thomas Dufau llegaba a Corella con la confianza por las nubes después de una gran actuación en Las Ventas ante un toro de Pallares, un toro que estaba justito de fuerza, Thomas le toco con terciopelo y lo fue metiendo en el canasto, sacando tandas de mucha verdad al natural, el toro transmitía poco por el derecho, sin embargo tenía algo mas de recorrido por ese pitón izquierdo al que el torero le saco el máximo partido. Mato de una estocada atravesada, y descabello. Oreja.

Con el Quinto ejemplar de Victorino Martin poco pudo hacer, aunque lo intento por varios pitones, y en repetidas ocasiones, pero el toro desarrollo mucho sentido y fruto de esa orientación puso en serios aprietos a Thomas Dufau, el toro se puso muy difícil para matar, y al final logro agarrar una media en buen sitio. Silencio

Juan Del Alamo comenzó bien la faena del tercer toro de la tarde, con cinco verónicas a pies juntos y una media en los medios, pero eso lo único que se puede destacar, aunque el tercer toro fue el mejor de toda la tarde, una gran pelea en el caballo, bravo, con clase, y con mucho recorrido. Juan del Alamo no lo vio, no supo plantearle faena, estuvo dubitativo durante toda la faena y fuera de lugar. Mato de una gran estocada, le dieron una oreja con sabor agridulce.

Con el sexto de la tarde Juan del Alamo estuvo totalmente distinto, precisamente no era un toro fácil, haciendo hilo, con la cara por arriba y una mirada viva que se podía percibir desde el tendido, le planteo una faena sobre las piernas, en la que saco naturales de mucha estética y sabor. Mato de media y descabello. Oreja y puerta grande.

Por Ruben Diaz

Fotografia Rebeca Hernando