Pues ya entramos en el último fin de semana de la feria de San Isidro, y la encaramos con ganas e ilusión, pues la primera en la frente. Una mala terna sin ideas, con toros que necesitaban mando y que han sido mejores que lo que ha intentado vendernos los toreros. Tampoco ha sido la mejor corrida de Fuente Ymbro, más bien ha sido una corrida de bien, ni excesivamente brava ni encastada, ni excesivamente bondadosa y noble, algunos les ha faltado clase, pero otros han tenido recorrido, prontitud y alegría en la muleta.

Una tarde de las que no pasan a la memoria del aficionado, pero que sirve a los empresarios para saber quién tiene las ganas y quien no va hacer nada esta temporada. Tampoco soy participe de dar a una ganadería muchas tardes en una misma plaza, y primando la variedad daría oportunidades a otras ganaderías, encastes y quitaría los privilegios de seis tardes a un mismo ganadero por buenos y bravos que sean sus toros, que de momento en este San Isidro no se han podido ver.

Una tarde que te deja muchas dudas en cuestión de toreros, y de ganas de volverlos a ver. Morenito de Aranda lo que tenía o tuvo ya lo ha derrochado, tal vez con el tiempo cree un poso para sacar un par de tardes de gloria, pero por el momento eso parece difícil. Pepe Moral asumía la temporada más importante de su vida, pero no está a la altura y lo peor es que no se le espera, debería volver al circuito de los pueblos, y volver a coger la forma, la ilusión, las ganas y la confianza que parece le falta cada tarde, por bien suyo y por bien del aficionado, debería cortar temporada y dedicarse a meditar, lo único que va a conseguir es que la gente le vea su falta de actitud y sumirse en un pozo oscuro. José Garrido le llamaron en su tiempo al chico de oro, se esperaba mucho de un muchacho que antes derrochaba torería y ahora es toda prisa. Cada vez hay menos gente que apuesta por este torero que se le pasa el tiempo y sigue sin justificar porque está en las ferias.

Morenito de Aranda estuvo en torero en su primero, con ganas y actitud se fue a recibir su primer toro a porta gayola, con la muleta, un par de tantas de gusto, que a la postre fue lo mejor de la tarde, poco más pudo hacer ante un manso, rajado que embestía rebrincado. En su segundo estuvo impreciso, punteado y sin acople –tónica de los toreros en esta tarde- fue perdiendo entre tandas insulsas a un toro que tenía mucho más que torear.

Moral como ya digo en los párrafos superiores, ni esta ni se le espera. Acelerado, lineal, insulso, y sin ideas deambulo toda la tarde por el ruedo sin saber ni como, ni cuándo y al final ciento volando. Silbado en sus dos toros que pedían mando y distancia, el andaluz del que decía su prensa que poseía el natural eterno, hoy no se le ha visto ni natural y mucho menos que este torero vaya a ser eterno, vaya campaña de marketing nos querían vender. No sé si se podrá denunciar por decir tan falacia y quedarse tan ancho. Ole los bemoles de la prensa del Pepe, que le quieren más que… bueno en fin otro torero que el señor Guerra le quita la chispa y la verdad que tenía y ya van unos cuantos. El gafe Guerra tiene que estar contento luciendo Rolex… mientras su torero en un par de años se morirá de hambre… esperemos que cambie la cosa.

Garrido el chaval más puro que ninguno, venia tocada por una barita o mejor dicho un estaquillador del toreo, pero solo es un quiero y no puedo, decir que cada vez que vas a ver a este torero ilusionado y te mentalizas que hoy va a ser, hoy es el día señalado te llevas un palo bastante grande. En fin tal vez uno cree lo que vio hace tiempo, pero tal vez de eso ya no queda nada, el torero y el riesgo, igual que la naturalidad y la pureza se la lleva el dinero, y si este chaval ya tiene la temporada casi rematada pues para que va a dejarse los dientes en torear bien a un toro, el primero que tenía algo más, el feo sobrero de Mayalde que hizo de sexto bis fue un manso toreable, pero para mandarle, sacar 4 tandas y matar en corto y por derecho.

Tarde de aburrimiento, hoy los de los refrigerios y comestibles se han ganado un buen jornal.

Por Roberto García