Siendo especial en sí misma por lo que representa, la corrida en solitario de Diego Ventura este domingo en Espartinas va a estar cargada también de simbología propiciada por el propio torero. De alguna manera, con ella conmemora el vigésimo aniversario de su alternativa con la afición de Sevilla, que es la afición de su tierra. Y el rejoneador está cuidando cada detalle para que todo cuanto suceda tenga un sentido y sea un acontecimiento inolvidable. Lo primero son los caballos con que toreará la corrida, sus cómplices en una tarde que no es una tarde cualquiera. Diego ha cuidado hasta la cantidad de ellos que se lleva a Espartinas. Serán veinte caballos como veinte son los años de su trayectoria. Y en la nómina elegida hay un guiño también a los caballos históricos de su cuadra y a los nuevos que van llegando, pasando, claro está, por aquellos que integran la columna vertebral de ella en estos momentos. En este sentido, será especial ver reaparecer a Morante después de varias temporadas ya retirado de los ruedos y disfrutando de su bien merecido descanso. Arropándole, las estrellas como Nazarí, Dólar, Fino o Remate entre otros. Y como novedades, Jaguar, Alcochete, Prestigio, Viajante y Trianera. El pasado, el presente y el futuro “de la mejor cuadra que he tenido nunca, pero también de la más completa de la historia”, según el propio torero. La cuadra completa es la siguiente:

De Salida: Lambrusco, Guadalquivir, Campina y Jaguar

Banderillas: Nazarí, Lío, Importante, Morante, Fino, Dólar, Kilate, Duelo, Bronce, Alcochete, Vivaldi, Prestigio y Viajante

Último Tercio: Remate, Bombón, Toronjo y Trianera

Pero no es el único detalle que Ventura prepara. A lo largo de la lidia de los seis toros, habrá más guiños a la propia historia del rejoneo y a la figuras que han marcado su desarrollo y su evolución. Por ejemplo, practicará suertes antiguas en desuso de maestros como Álvaro Domecq, Javier Buendía y Ginés Cartagena, además de otras diferentes que sí forman parte de su repertorio. “Quiero que todo sea una sorpresa continua, una emoción tras otra. Que no haya pausas en la conexión con el público. Claro que luego todo depende de que los toros se muevan y embistan, pero mi propósito es ofrecer un gran espectáculo que sea ya inolvidable para todos”, indica Diego Ventura.