El pasado 3 de octubre de 2017 falleció D.Victorino Martín Andrés a los 88 años,  el ganadero más importante en la historia taurina ( afortunadamente la ganadería queda en muy buenas manos, las de su hijo Victorino Martín García, competente aficionado además de veterinario, que se ha llevado  muchos años, empapándose de la sabiduría del maestro) .

Victorino Martín Andrés, hombre sencillo y trabajador, aunque claro y directo, compró junto a su hermano Adolfo ( salvando del matadero, su destino más probable por aquel entonces) la vacada de Escudero Calvo Hnos ( directa del marqués de Albaserrada) y la elevó a la cumbre de la ganadería brava.

Fué fundada en 1912 por D. Hipólito Queralt, marqués de Albaserrada con vacas y sementales de su hermano el conde de Santacoloma de origen Saltillo. El 29 de mayo de 1919 toma antigüedad en Madrid, la tarde que el bravo Barrenero trajo de cabeza a Rodolfo Gaona.
En 1920 fallece el marqués de Albaserrada y un año después su viuda vende la ganadería al  tratante de ganado porcino D. José Bueno, en 1928 tras dividirse una parte corresponde a su viuda Juliana Calvo, a la que heredan sus sobrinos en 1941, que anuncian » Escudero Calvo Hnos » tras la exitosa primera época, la ganadería entra en un profundo bache y terminaron vendiendola en varios lotes ( 1961- 1965) junto a la hermosa finca » Monteviejo», a los hermanos Martín Andrés.

Poco después aparece Morenito, un semental que ligó excepcionalmente bien y fué un pilar básico de la ganadería de la A coronada, Morenito tenía el fenotipo clásico de Saltillo – Albaserrada, cara afilada con el hocico de rata, lomo recto y fino de cabos igual que de piel, con encornaduras mayormente veleta, cornipasa y cornivuelta, el pelaje mayoritario es el cárdeno en todos los tonos y en menor medida el negro.

En cuanto a su lidia es un toro que humilla muchísimo y embiste con un tranco más despacio que otros, pero son animales listos y no permiten fallos, hay que echarle la muleta plana por delante y traerlo enganchado, tapándole la cara, los Victorinos  necesitan el toque firme y girar a tiempo para que no se pongan demasiado mirones, aunque siguen saliendo alimañas, han evolucionado a unas embestidas más largas y codiciosas con calidad.
Pero por encima de los muchos toros bravisimos, desde Velador a Cobradiezmos, pasando por Baratero, Murciano o Borgoñés.Por encima de los muchísimos a sus toros y al propio Victorino como: el premio de cultura de la comunidad de Madrid, medalla de oro de las bellas artes o el premio nacional de cultura ( en la modalidad de tauromaquia) etc.

Victorino Martín Andrés, ha pasado a la historia de la tauromaquia con letras de oro, por dignificar la maravillosa profesión de ganadero de toros de lidia.

 

Por Rafael Falcon

Fotografia Pelae Diaz Ruiz