Muere el banderillero en el retiro Raúl Bacelis por causa de un derrame cerebral.

“El viento se llevó los algodones
a las cinco de la tarde.
Y el óxido sembró cristal y níquel
a las cinco de la tarde.
Ya luchan la paloma y el leopardo
a las cinco de la tarde.
Y un muslo con un asta desolada
a las cinco de la tarde.
Comenzaron los sones de bordón
a las cinco de la tarde.
Las campanas de arsénico y el humo
a las cinco de la tarde.
En las esquinas grupos de silencio
a las cinco de la tarde.
¡Y el toro solo corazón arriba!
a las cinco de la tarde.
Cuando el sudor de nieve fue llegando
a las cinco de la tarde
cuando la plaza se cubrió de yodo
a las cinco de la tarde,
la muerte puso huevos en la herida
a las cinco de la tarde.
A las cinco de la tarde.
A las cinco en Punto de la tarde”.

Ya lloran los balcones de las plazas porque ha partido un torero, de esos que no se olvidarán porque marcaron las arenas con su arte.

Se ha muerto un torero, que de plata llevaba las hombreras. Que adornó con cientos de flores los morrillos y que abrió cuál mariposa, su capote adoctrinando al enemigo.

Cuantos y cuantos recuerdos de aquellas tardes de gloria, de triunfos compartidos con los grandes a quienes sirviera con vehemencia y prontitud, destacando siempre entre las filas

Su voz, que afinaba dulcemente, ya no vibrará en los escenarios
Ni ondearán los pañuelos en su honor, ni los vítores mencionarán su nombre. Pero siempre quedará el recuerdo de aquel hombre que con pasión ofrendaba su vida.

Y fue el toro de la vida, que desquiciado lo levantó con sus astas, lanzándolo hacia el vacío de la penumbra y entregándolo a la muerte sin refugio alguno.

Seguramente San Pedro con las puertas abiertas, lo espera de blanco y oro para darle la bienvenida, a formar parte de una brillante cuadrilla en la fiesta eterna de los cielos.

Fue a las 5 de la tarde cuando Raúl Bacelis dejó este mundo a causa de un derrame cerebral al que no pudo vencer. Había sido conectado a un respirador hace algunos días, y tras la noticia de que había muerte cerebral y nulas esperanzas de recuperación, fue su ahora viuda Verónica, quien tomó la decisión de desconectarlo.

Hace aproximadamente una semana haciendo ejercicio, comenzó a sentirse mal y en breve ya acusaba los síntomas de un accidente cerebral.

Raúl Mario Bacelis Camacho, nació el 20 de junio de 1967 en la Ciudad de México, fue novillero. Debutó en el coso de Insurgentes al lado de Ricardo Montaño y Juan de la Cruz el 27 de septiembre de 1990, con el novillo “Costurero” de la ganadería de “Espíritu Santo”.

Más tarde se hizo banderillero, profesión en la que destacó, acompañando siempre a toreros importantes de la baraja mexicana y algunas figuras extranjeras.

Sin duda uno de los subalternos más relevantes de su generación y su carrera fue relativamente corta. Se cortó la coleta en Mayo de 2013, bajo las órdenes de Sebastián Castella durante el serial sanmarqueño.

Se dedicó a partir de entonces al canto, y destacaba por el sentimiento que proveía a sus interpretaciones. Eso que solo los verdaderos artistas pueden transmitir, eso que lleva grabado en el pecho quien sabe valorar la vida y se habla cara a cara con la muerte.

Hoy le sobrevive su esposa y una pequeña niña.

Su nombre habrá de recordarse como el gran torero de plata que fue y que seguirá siendo en las memorias del toreo!

Por Alexa Castillo 

Foto Tauromedia