Dio inicio la llamada feria de Aniversario en la plaza de toros más grande del mundo.

Una tarde fría, acompañada de una brizna de lluvia, fueron quizá parte de la ecuación que no diera mucho resultado en la taquilla y propiciara una floja entrada en los tendidos.

Cabe mencionar que no es la costumbre en esta plaza, realizar festejos seguidos en formato de feria por lo que la empresa decidió apostar y aunque vimos una primera entrada bastante regular, habrá que esperar. Sin embargo la economía en algunos casos, difícilmente podrá permitir la recurrencia presencial en estos festejos de aniversario.

Se lidió un encierro de Xajay, antiquísima ganadería. Si bien disparejo en presentación e incluso en lidia, muy parejo en otras, como falta de bravura, y de ahí cualquier desencadenante posible.

El tercero de la tarde fue protestado por pequeñajo, eso sin considerar el pésimo juego.

Después de la gran tarde que nos regaló Juan Pedro Llaguno como novillero hace apenas unas semanas, particularmente tenía muchas ganas de verlo en su alternativa, que aunque creo que debió haber sido en la icónica fecha, no sonaba mal en el cartel. Ya lo dije antes, un torero que me regresó la esperanza en que la fiesta tiene un prometedor futuro.

Que duro debe ser tener esa ilusión y capacidad para resolver y toparte con una mesa y no con un bravo animal que va a defender su integridad. Pero así las cosas.

No a todos encanta el vino blanco pero lo traigo a cuenta por su completa frescura. El Flor de Muga blanco cosecha 2018, ha sido calificado como uno de los mejores vinos españoles del 2021. “Un blanco crianza delicado pero vigoroso, con nervio y relieve, que deja un final de incitante persistencia. Espectacular y cautivador, con sutiles pinceladas de especias y tostados sobre la fresca urdimbre aromática, primorosamente tejida con abundantes frutas maduras (blancas y exóticas), cítricos y flores blancas”. El País

Ese es el sabor que deja Llaguno en los espectadores.

Es sin duda la calidad del Roble, y no puede ser cualquier roble, sino solo el americano de Virginia o bien el francés de Nerves, el que permite que las notas sean perfectas, da lugar a esa noble crianza.

Y si bien el proceso es delicado, vale la pena cuando en boca se siente la complejidad y cremosidad. Y en nariz esa bella melodía del pomelo, las flores blancas, manzana verde, melocotón y vainilla.

De entrada suave y agradable que deja al final un prolongado volumen y elegancia en el gusto.

Como los sentidos muletazos que logró el joven por el lado derecho de su segundo, porfiando en una tarde de gran compromiso en donde estaba en contra absolutamente todo y tenía que ser su capacidad la que fluyera y denotara toda esa calidad que lleva dentro y que lo pueden catapultar si las empresas tienen ese fino paladar. Logró entender al burel y aprovechar sus embestidas en la última parte del tercer tercio, sobreponiéndose a la furia de Eolo, que le ponía complicadas las condiciones ya de por sí complejas.

Ágil con la espada logró tumbarle el apéndice, un valioso trofeo que inicia el duro y largo camino que le espera como matador de toros.

En su primero, el de la alternativa, ya decíamos que se topó con un mueble.

Antonio Ferrera se equivocó en aceptar esta corrida. Después del sonado triunfo en que la polémica de sí debió recibir el rabo o no, tuvo a todos los taurinos hablando por semanas, tendría que haberse planteado muy bien las condiciones de su contrato.

Y con todo respeto, no era la tarde propicia. Aún no es Ferrera ese imán de taquilla que pueda atraer a las multitudes.

Recordemos que incluso toreros como Roca Rey que en plazas europeas agotan el boletaje, en México no han sido capaces de llevar los tres cuartos de entrada. Y si bien son grandes figuras, algo pasa con esta plaza que es tan especial y nada fácil.

Y aún el clima, las condiciones y la economía, los toreros como El Juli, harán la diferencia el día 5, pues no va a haber un boleto disponible para el sagrado ritual.

Pero esa es tela de otro traje.

Ferrera difícilmente está mal pues como profesional tiene toda la intuición para arrancar muletazos hasta a criaturas mitológicas, pero pese a su quehacer cuando en el ruedo no hay bravura, no la hay y eso acaba con todo.

Momentos en ambos toros, que quizá algunos recordarán mañana pero que se esfuman en algunos otros y que penosamente al torero lo ponen en un sitio más y no en el que debería estar cosechando en este momento.

Juan Pablo Sánchez, a quien muchos llaman virtuoso por su sensibilidad al momento de templar a los toros ha pasado una mala tarde.

De verdad quisiera con el alma estar hablando en otros términos. ¿Pero cómo hablamos de fiesta brava cuando no hay bravura? Cuando un toro quiere huir, cuando busca las tablas y hay que irle a rogar a los chiqueros obligándolo y acosándolo para rescatar un par de muletazos. Y eso fue todo lo que logró Juan Pablo, una tanda si acaso, que lo dejara escuchar las sensaciones parroquiales que quieren ver triunfos, pero que no pueden emocionarse cuando en el ruedo no hay sinergia.

La voluntad no es a veces suficiente y así el torero de Aguascalientes igual que su bello traje, nos evocó al tango de José María Contursi y Mariano Mores “En esta tarde gris”.

Hoy a las 4:30 de la tarde se anuncia una novillada que esperemos tenga afluencia pues recordemos que en nuestro país hay una gran afición al “football”americano mismo que se encuentra en etapa de semifinales y que coincide en horario con el festejo taurino.

Los rejoneadores José y Javier Funtanet, y a pie Christian Antar y José María Mendoza con un encierro de San Constantino, ganadería debutante en esta plaza.

Alexa Castillo

Foto, plaza México