Una tarde agradable fue el marco de la primera novillada de la Feria de Aniversario de la Plaza de toros México en la que se realizó un festejo mixto, con dos toros para rejones lidiados por los hermanos José y Javier Funtanet y a pie cuatro más para Christian Antar y José María Mendoza. Participaron los forcados amadores mexicanos con pegas extraordinarias.

La entrada floja pues seguramente la gente espera ansiosa los festejos de la siguiente semana y pese a los precios tan accesibles, no se hizo presente.

Y fue la parte ecuestre la que trajo los momentos más emotivos de la tarde.

Los novillos de la ganadería de San Constantino digamos que presentados. Destacaron los de rejones siendo un novillo bravo y emotivo el cuarto de la tarde que fue ovacionado en el arrastre. Los correspondientes a los novilleros, se rajaron, siendo sumamente sosos. El que cerró plaza destacó en el caballo y tuvo un buen estilo, incomprendido por su matador.

José Funtanet debutaba en el coso máximo y tuvo una actuación interesante. Clásico en sus andares clavó de forma eficaz mostrando claramente su doma. Elegante desde el planteamiento hasta su ejecución. Llevando toreado a su enemigo, con temple y habilidad, que dejaron ver las posibilidades que tiene en este difícil mundo.

Adornó creativamente el morrillo luciendo con ajustadas piruetas que hacían lucir la cola de su caballo acariciando suavemente el testuz. Ligero, interpretó una sonata que ya iba en crescendo y que no tuvo explosión en el clímax por un fallo con el acero.

Por su parte Alfredo Caballero realizó una extraordinaria pega. Aguantando los embates se ciñó con toda su fuerza para hacer vibrar los tendidos que disfrutaron de un momento espectacular.

Por su parte Javier Funtanet quien tiene una personalidad muy diferente a la del hermano, tuvo en suerte al mejor novillo de la tarde. Se arrancaba con emotividad al encuentro del joven amador que supo darle la distancia precisa. Con gracia fue envolviendo a los tendidos y compartiendo su magia. Se vio enterado de los terrenos y aprovechando las ventajas de un burel que sin resquemor acomete. Es el toro soñado cuando se pretende ejecutar la suerte a pitón contrario, cambiando el viaje con habilidad para quebrar en el justo momento y encontrar la réplica entre los espectadores, que comenzaban a calentar las palmas para brindar sendas ovaciones.

Es cuando dos se vuelven uno.

Si bien el toreo es una danza, el toreo de a caballo es una fusión mitológica. No hay malos caballos, pues el que manda se encuentra arriba, y es cuando el hechizo ocurre, cuando tu caballo confía en ti para llegar hasta ese terreno donde hierve la sangre y la adrenalina de ambos y los lleva a sincronizar sus latidos. Es ahí donde el toreo  cobra vida y tres almas se funden en una escultura. Mató pronto y recibió una oreja de mérito.

Creo que para poder entender la suerte suprema hay que haberse subido a un caballo. Y es que tanto el público como algunos periodistas consideran un mal sitio el rejón de muerte cuando es cargado hacia el lado contrario (tomando en cuenta la suerte a pie) y es que no hay otro sitio. El rejón contrario sería cuando digamos que se presenta una estocada caída. Y es que es lógica y sentido común. Que además la suerte de matar a caballo es la más complicada que puede haber en el mundo. El toro debe estar en movimiento, el caballo también, generalmente el primero lleva la cara arriba y acertar es casi un milagro para el caballista. Ya dedicaremos algunas líneas para poder entender esta difícil suerte que a mi parecer causa tanta controversia.

¡Y otra pega más! ¿Quién no disfruta con este acto heroico que nos hace darle un verdadero significado a la vida?

Los forcados son los toreros más valientes, quizá inconscientes y hoy por hoy en México estos personajes están haciendo historia. Aferrarse pese a una embestida que puede descomponer los planes y aun así aguantar como un berserker sin inmutarse es una gesta enorme. Juan de Dios Corona pese a no haber realizado la más pura ejecución, se fundió con el toro luciendo de manera magistral y dejando ver que es un torero en toda la extensión de la palabra.

Dieron la vuelta más que merecida rejoneador, forcados y ganadero.

Sinceramente esperaba mucho más de los novilleros. Christian Antar tiene en su haber múltiples festejos y sin embargo no acaba de romper. Tuvo momentos, y tuvo un material que si bien no es el que sueñan los toreros, sirvió como cómplice para poder  salir triunfador y sin embargo no pasó nada.

Yo no soy quien para juzgar sino para transmitir mi sentir de lo que ocurre en éste, que para mí es el templo del toreo más grande del país. Aquí no se puede andar con medias tintas. Y ya a estas alturas si las cosas con todas las facilidades que ha recibido no se dan, es qué hay que analizar las cosas con mucha sinceridad.

A los tibios los vomitaré de mi boca” Apocalipsis 3:15-17

Por su parte José María Mendoza se vio con voluntad, intentando persuadir a su primero y logrando interesantes pinceladas que se le reconocieron en el momento.

Su segundo tuvo movilidad y acometividad. Un tumbo impresionante al picador Carlos Domínguez activó las alarmas y puso interés en los parroquianos que esperaban mucho más de esta tarde.

El preludio fue conmovedor y las primeras notas de la sinfonía embelesaron a los presentes, pero… no hubo compenetración y poco a poco el romance se fue desvaneciendo sin conmover a los más sentimentales y sin traer el anhelado triunfo. Tardes sin gloria.

El próximo fin de semana será muy movido. Habrá novillada el viernes y corridas de toros el sábado y el domingo. También se anuncia una experiencia taurina el lunes 7. Misma que aún no se nos ha explicado muy bien pero de la que estaremos pendientes.

Alexa Castillo 

Foto Plaza México