Arauz de Robles, una ganadería única, con un origen muy particular. Todo comenzó en 1947, cuando José María Arauz de Robles después de mucho esfuerzo, compró 100 vacas a un tratante de ganado de la zona de Teruel llamado Rufo Serrano. Dichas vacas tenían diversas procedencias ya que el tratante las iba comprando a distintos ganaderos, aunque con un claro predominio de Saltillo.
A ese lote de vacas se le añadió un semental de Samuel Flores que padreó durante un tiempo limitado ya que sus productos no gustaron mucho. Aunque la semilla de este semental de origen gamero cívico aún sigue perdurando hoy en día.
Por aquel entonces también se adquirió un semental de Guardiola, pero se quedó ciego y no pudo padrear.
Y tras mucho trabajo, dedicación y sobretodo selección, a día de hoy, se ha conseguido crear un toro único, bravo de verdad, y con personalidad propia, que personalmente y creo que hablo en nombre de todos, nos gustaría ver más habitualmente en las plazas.

La casta es el santo y seña de esta casa ganadera, conseguida a través de trabajo y rigurosa selección en los tentaderos. Exámenes donde la suerte de varas es primordial, exigiendo un mínimo de 5 puyazos a las hembras y 8 a los machos, así si. El galope, la entrega, la emoción y la raza son caracteres que además el animal también debe de poseer para pasar tan dura prueba. Caracteres que están siempre por encima de la nobleza borrega, y que en su conjunto forman un animal que te trasmita todo tipo de emociones, durante toda su lidia. El toro en su máximo esplendor, con personalidad propia, así es el toro de Arauz de Robles.

Y así lo avalan los pupilos de Don Javier, dejando allá por donde van actuaciones de nota muy alta. Es el caso, por ejemplo, de «Esponjoso» N°21 exhibido en el 2016 en Alcásser. Un toro que realizó una vibrante y peligrosa salida, dejando un detalle de oro, tras hacer el hilo e ir con todo a por el mozo que lo esperaba después de su salida. Y además lo que comenzó siendo una exhibición de un toro cerril acabo siendo un toro ensogado para poder recogerlo. Lo mismo paso con «Escritor» N°53 exhibido por Club Tauri Silla que tuvo que ser ensogado para poder recogerlo, y aún así hubo dificultades para poder meterlo a corrales. Así son los toros de Arauz de Robles, casta para dar y regalar.

En 2019 y con tan solo 3 toros revolucionaron Las Ventas, durante el desafío ganadero. «Latoso» N°63, «Chirón» N°74 y «Chirivito» N°79 fueron los que defendieron y representaron, con creces, la divisa rojiblanca. En líneas generales dieron un excelente espectáculo en varas, arrancandose alegres, de lejos y empujando con los riñones. 3 toros que nos supieron a poco, muy poco, y estábamos ansiosos de ver que nos deparaban los pupilos de Don Javier en la temporada 2020 pero tendremos que seguir esperando. Y hasta entonces, nos tendremos que conformar recordando faenas como las de «Espumoso» lidiado en el 2016 por Fernando Cruz en Las Ventas. Donde se juntaron el hambre con las ganas de comer, un torero con un auténtico torazo peligroso e inteligente. Eso fue lidiar, eso fue poderle a un auténtico toro.

Por Ana Mateo