El maravilloso enclave del Valle de Alcudia

En el valle de la Alcudia, cerca de Almodovar del Campo hay una ganadería que es el sueño de un romántico, bohemio,  inquieto y gran aficionado, no solo al campo bravo, sino al campo en general. Su nombre es José Ignacio de la Serna  y se esmera cada día en dar sustancia y forma  a un pequeño sueño lleno de pasión. Con mucho esfuerzo, perseverancia, y humildad cada día trabaja en silencio con una meta en la cabeza, la bravura.

Son 65 vacas madres y 3 sementales –Centellita, Guerrillero y Estimado-,  de encaste Veragua, son su pequeño tesoro genético, lo que da orgullo a un hombre que le ha dedicado gran parte de su vida a la tauromaquia. El semental más importante de Casa de Hato Garro ha sido «Adornito» que fue prestado por la ganadería de Javier Gallego, y es padre de los 3 actuales sementales actuales, aportando una bravura y humillación extraordinaria. Actualmente esta de nuevo en la ganadería de Javier Gallego. Esta finca que se comprara en 1934, y que tuviera también inquilinos de bravo durante los años 48 al 53, ahora es un reducto de una casta fundacional, casi olvidada por un circuito taurino cada día más cerrado.

El semental «Centellita» junto a una vaca de su lote

“La base de la ganadería son las hembras, es muy importante conocer las reatas, saber sacar lo mejor de cada vaca y ser exigente”, tal y como nos cuenta el ganadero.  También añade sin titubear “El encaste minoritario debe embestir”, al final de cuentas ese es el pretexto que ponen algunos para no torearlos.

“Un ganadero debe de tener intuición, mucha intuición” nos sigue contando humildemente, mientras hablamos de su pequeño tesoro genético, y añade “Los ganaderos somos artesanos que moldeamos la materia prima del campo”, frases llenas de matices y afición, donde poco más se puede completar, ante verdades pasmosas que dejan en evidencia a ciertos estilosos de verborrea fácil y critica directa. Mucho se puede aprender cuando se oye hablar a un ganadero pasional e independiente.

Humilde hasta decir basta, por el momento solo las becerradas son su mercado inmediato. Con una clarividencia casi innata, sabe lo que tiene buscar dentro de sus pupilas para que el futuro le sea agradecido “Fuerza, poder y fijeza, la bravura es imperfecta”, al final el toro bravo es un animal salvaje, que no puede ser domesticado, ni tan solo condicionado a un comportamiento monótono, sino que tiene que ser impredecible, “Me gusta que los aficionados salgan de la plaza y lleven en la cabeza el recuerdo de la tarde”.

Vacas pastando entre las encinas en el valle de Alcudia

Esta temporada tiene una bonita camada tanto de añojos, erales y algunos utreros que necesitan también la sensibilidad de un empresario audaz para seguir apostando por este tipo de encastes, que aportan mucha variedad, y son un soplo de aire fresco.

También dentro de su bonita y acogedora finca pastan otra raza en peligro de extinción que convive a diario con sus Veraguas. Un gran número de berrendos en colorado pasean majestuosos con su grandeza, y su caminar pausado, lleno de nobleza. El sueño de un romántico que admira lo que tal vez otros han desechado de su vida.

Por Juanje Herrero

Fotografía Julio Cesar Sánchez 

Dos añojos de Hato de Garro desafiantes ante la cámara

José Ignacio de la Serna y su perra salvadora Chispa