Los hechos constatados nos revelan la negligencia médica que sufrió Enrique Martínez Chapurra como consecuencia de su terrible cogida en Tafalla. El diestro fue operado en dicha ciudad y, tras la intervención le dejaron abierta la herida en la que, los médicos que le atendieron le dijeron que dicha herida cerraría sola.

Al comprobar que, pese a las curas que se le hacían a diario en la herida, Chapurra palpaba en sus carnes que no existía mejoría alguna, razón por la que acudió al hospital para ponerse en las manos del doctor Enrique Crespo que, al ver la herida decidió intervenirle de nuevo, y es algo que hizo con celeridad puesto que, la herida, tal y como estaba podía correr un riesgo elevadísimo para su vida.

Chapurra está contento al saberse en las manos del doctor Enrique Crespo porque, entre otras cosas, el diestro está a salvo y lo que es mejor, ha encontrado el remedio para su mal que, tras lo de Tafalla, su cornada revestía muchísima gravedad que, por tierras navarras no supieron calibrar. Mostramos las fotos de la herida que, sin duda, a cualquiera se le eriza la piel al ver tan dramáticas fotografías.

Redacción