De familia. De abuelo a padre y de padre a sus hijos Luis Algarra, Aurora Algarra y Teresa Algarra. Hablamos con  Aurora Algarra. Nos atiende desde el campo, a escasos días de una de las citas señaladas en rojo este año y con las dos primeras balas de la temporada ya gastadas, con éxito; pero no hay que confiarse. Recuerda a su abuelo y reproduce sus palabras “lo importante no es un triunfo o un fracaso puntual, lo importante es mantenerse”

  • Lo ha vivido desde pequeñita, supongo que tendrá una definición clara, me gustaría saber ¿qué es el toro bravo para usted?

El toro bravo más bello que existe, yo he tenido la suerte de que me lo han inculcado desde siempre en casa. Mi abuelo fue ganadero y después mi padre, por lo que yo desde pequeñita lo he visto. Sin duda es el animal más bonito que existe tanto en su morfología como en su comportamiento. Sin duda hablamos de un animal único.

  • Vamos a recorrer su ganadería, empecemos por la sangre ¿qué es lo que tiene Luis Algarra? ¿de dónde viene en la actualidad?

La ganadería familiar se remonta a los años 40. Mi abuelo tenía una ganadería que se anunciaba a nombre de Salvador Algarra, con procedencia Parladé- Benítez Cubero. En el año 73 pasa a lidiar bajo el nombre de Luis Algarra, vendiendo todo lo anterior y comprando uno de los tres lotes de la ganadería de Juan Pedro Domecq y Díez (el otro lo conserva la familia y el tercero llega a manos de Diego Puerta). Aunque sinceramente, después de tantos años sin refrescar con nada, podríamos hablar de encaste propio.

  • Es sabido que cada ganadero imprime su personalidad a sus toros, ¿qué busca Aurora Algarra en sus toros?

A mí como ganadera me gusta que el toro tenga emoción, eso es fundamental. Pero sin renunciar a lo que ha sido el sello de Algarra desde siempre: la clase. Aunque a día de hoy es necesario que el animal sea alegre, repetidor y que conecte con los tendidos. Tiene que haber vibración y ritmo, que trascienda, pero que a la vez la gente vea que aquella obra de arte no la puede hacer cualquiera.

  • A día de hoy cómo de larga es la ganadería, ¿cuántos animales tiene?

Cuando la cogimos con mi padre contaba casi con 400 vacas, aunque en la actualidad tenemos poco más de 230. Fue una decisión acertada, llegaron los años de crisis y una ganadería tan amplia era difícil de mantener.

A día de hoy lidiamos en total entorno a la decena de festejos, ya que es un número idóneo para mantener la ganadería donde queremos; además que en la finca dada sus características el toro bravo convive con el cochino.

  • Hablamos de una ganadería de mucha clase, alegre y con transmisión, pero a pesar de ello; no terminamos de verla en las ferias…

La ganadería lleva una trayectoria bastante buena. Tenemos muchas vueltas al ruedo en los últimos años además de los indultos. El problema quizá que en las ferias hay pocos festejos, y las figuras llevan un elenco de ganaderías reducido, por lo que es difícil encontrar un hueco. Sin embargo hemos recibido llamadas de plazas como Málaga o Bilbao, pero por desgracia no teníamos toros porque teníamos una camada más pequeña. Sevilla es otra de las plazas que nos demanda muchísimo, pero no teníamos toros.

  • Sin duda los “puertos” de más responsabilidad de esta temporada son Valencia y Zaragoza, a pesar de la responsabilidad, ¿podríamos decir que son dos de los bastiones de Algarra?

Sí sin duda alguna. El termómetro para saber cómo está una ganadería son las plazas de primera, la exigencia es mayor tanto en el caballo como en las dimensiones del ruedo, como en el volumen del animal.

Primero en Zaragoza, donde este año lidiamos en San Jorge. Fue una corrida interesante que generó mucho espectáculo. Es difícil rayar a ese nivel en el mes de abril, cuando el toro está aún sin rematar bien, además que en Zaragoza cuentas con el hándicap de la dureza del piso, sin ir más lejos este año un toro se partió una pezuña al salir de toriles. Pero aun así se podrían haber cortado 4 o 5 orejas que quedaron en 2.

Valencia es el otro puerto de altura de esta temporada. Sin duda, es una responsabilidad muy alta, es plaza de primera y es una señora corrida de toros; pero no me olvido de plazas como Santander o Murcia donde también vamos a lidiar y esperamos dar lo mejor.

 

  • Hablando de plazas de responsabilidad es imposible no pensar en el sancta sanctorum del toreo; ¿cuesta mucho entrar en Madrid?

A Madrid fuimos hace tres años con una novillada y no nos fue mal. Pero Madrid es complicado para nosotros porque nuestro toro no es excesivamente corpulento por lo que podemos llegar y que nos la echen entera para atrás o que pase sin problemas; además que para ir a Madrid necesitas reseñar 15-20 toros.

Quizá la corrida que llevamos a Valencia hubiera servido para Madrid, incluso el empresario lo propuso, pero no hay que precipitarse, esto es cuestión de ir poco a poco y dependiendo también de las camadas; pero no cabe duda que me haría muchísima ilusión lidiar en Madrid.

 

  • Si fuéramos estadistas, nos guiaríamos por los números; 5 indultos en los últimos 15 años, ¿qué nos puedes decir sobre ello?

Pues es un indicador ideal del momento que atraviesa la ganadería. Desde mi punto de vista y con todo lo que digan, cuando un toro se indulta en la plaza es mucho más meritorio que cuando se aprueba en el campo. Aquí el animal recibe muchos capotazos, el caballo, los pares de banderillas y la faena de muleta; además si el público lo pide es porque le transmite y reconoce que es ese el espectáculo que quiere ver. Luego ya es el ganadero quien creo que debe decidir en última instancia si es lo que busca y echarlo a las vacas o no.

 

  • Y si cruzamos Los Pirineos, nos encontramos a una afición con una personalidad muy marcada, ¿qué le parece la afición francesa?

Me encanta. Ojalá aprendiésemos mucho de los franceses en todo, en el comportamiento, en el respeto, en la palabra… allí si te dan su palabra es sagrado; aquí no tanto. Es admirable la dedicación y el cuidado que tiene con todo

 

  • ¿Y cómo ha resultado el binomio Francia – Algarra?

Las sensaciones siempre han sido buenas. Mi padre ha lidiado en todas las partes de Francia, Nimes, Bayona, Alés; en el momento que el fallece, nosotros ya hemos lidiado en Mugron (una corrida con Finito, Ponce y Luque) y en Palavás; además de llevarnos dos años el premio a la mejor novillada del sur-este francés.

En estos últimos años es una pena, porque en el momento que está la ganadería y el juego que está dando en el caballo, daría un espectáculo muy del gusto de los franceses.

 

  • A pesar de estar solamente a mitad de la temporada, ¿qué conclusiones puede sacar de los primeros compromisos de la temporada? ¿qué queda aún por delante?

El balance de temporada hasta el momento es bueno, siempre hay que mejorar pero estoy contenta; a pesar de que hemos lidiado muchísimo menos que otros años a estas alturas. Vamos a lidiar en total como siempre entre 7 y 10 festejos, pero de momento llevamos solamente 2.

Las dos corridas que llevamos ya, Santander, Murcia, vamos a un pueblo de Albacete con otra corrida de toros, a Ampuero con una novillada, a Arauzo de Miel con erales y luego si sobra algo tenemos alguna petición más para lidiarlo también.

 

  • De esos dos festejos lidiados, sin duda nos quedamos con el toro de Curro Díaz en Zaragoza y que indultó Perera en Cabra, ¿cómo fueron?

El toro de Curro al principio salió como “dormido”. Iba y venía pero sin definirse del todo, fue a raíz del caballo cuando fue para arriba y ya en la muleta cuando en las manos de Curro sacó el fondo que tenía y el torero lo lució una barbaridad con ese aire tan puro y tan despacito… Para mí le faltó un poquito de humillar y de rebosarse más en las telas.

El que indultó Perera en Cabra desde el inicio lo marcó. Salió con muchísima acometividad, rematando en los burladeros y cuando Miguel Ángel abrió el capote el toro planeaba y aquello era un espectáculo. Recuerdo que dije a mi hija “como este toro siga así es de indulto”, aunque temía que se desfondase muy pronto, pero ya en el caballo empujó una barbaridad a pesar de solamente recibir un puyazo. Todo era tan importante… y Perera lo hizo genial además que fue capaz de ralentizar las acometidas que en un principio eran muy temperamentales, “de tonto no tenía ni un pelo” me decía Miguel Ángel.

Hubo un toro de Lamelas en Jaén, que me encantó y está por encima de cualquiera de los que he lidiado, pero por desgracia no fue indultado, una pena no haber podido quedarme ese toro, Impregnado nº36.

 

  • Rematamos de cara a lo más próximo. El día 22 tercer compromiso de la temporada en la plaza de toros de Valencia, háblenos de la corrida…

Es una corrida que nos ilusiona mucho, aunque los toros son “melones sin calar”. Es una corrida muy torera, muy armónica y muy bonita, y dentro de lo que es nuestro toro, es lo más grande de la camada.

Van cinco cinqueños y tres cuatreños, muy abierta de sementales y con las máximas esperanzas. No queremos defraudar en Valencia porque hay muchísima afición, aunque después de Fusilero nº 28 y el listón que puso el año pasado, es difícil igualarlo.

Toda la suerte del mundo Aurora, que el esfuerzo y las ilusiones se plasmen en todos aquellos animales que salgan por toriles con las cintas morada y blanca; con el hierro de Luis Algarra.

El 15 de Julio fue otorgados los premios de la temporada 2016, con mencion especial al toro de Luis Algarra, mejor toro » Fusilero». Otro premio mas para una larga lista de triunfos, ganaderia que con conocimiento, esfuerzo y romanticismo ha llegado hasta nuestras dias como una referencia de clase, recorrido, repeticion y casta.

Por Mario Gomez y Juan Herrero

Fotografia Jose Joaquin Diago