Un día más de confinamiento, y poco parece remitir. Tampoco remite nuestro propósito de haceros más ameno este encierro. Responsabilidad para con la Nación y con la afición. Y ayer tuvimos la suerte, y el honor, de hablar de un hierro histórico. Tras Miura, no se podía obviar a Victorino Martín. Ni a Albaserrada, como esta noche seguirá. Para la ocasión, contamos con la inestimable colaboración de Pilar Martín, hija de Victorino Martín García, y de Emilio de Justo. Presente y futuro, desde distintas perspectivas, de tan legendario hierro. Testimonio de quien cría y lucha por semejante joya genética, y de quien se bate el cobre con ellos.

 

Rompió la tarde la heredera de Martín García, Pilar. Algo desconocida para el gran público, pese a su empeñada y constante labor al frente de la ganadería. Madre y veterinaria de profesión. Privilegiada por haber nacido en ese entorno y poder compartir su pasión con su hija. Yo añadiría privilegiada también por ser nieta del ganadero más trascendente de la segunda mitad del siglo XX. Algunos encontraron un personaje quizá desconocido. Y se encontraron a una mujer valiente, trabajadora y apasionada. Apasionada del toro, de la Fiesta y de los encastes minoritarios. Especialmente, de Albaserrada y Vega-Villar. Expuso su heterodoxo concepto de la Fiesta en los tiempos que corren. Defiende el torero largo. Tiene tanto de heterodoxo como de cabal y necesario. Busca humillado y con clase. Que no perdona nunca y ante el que cruzarse es un recurso. Sobre todo ante los patas blancas, apuesta de su padre en defensa de la Tauromaquia. Elogió el empeño de muchos aficionados, en particular, de Arganda del Rey. Encomios a los que me añado. Pilar nació después de la corrida del siglo y del indulto de «Baratero». Sin embargo, aún recuerda a «Murciano» y a «Borgoñés». De «Cobradiezmos», ensalza su belleza y su idoneidad para el toreo de muleta. Pero no solo se habló de toros, sino que dio a conocer a la persona. Veterinaria de vocación, no recuerda el momento en que decidió serlo. Siempre lo ha querido ser. Luchó y trabajó para lograrlo. Y al fin lo fue. Durante su paso por la universidad, dio a conocer el toro. El saber como mejor y mayor defensa. Algunos años después, sigue enarbolando esa bandera.

 

Quizá uno de los toreros actuales más largos, a los que Pilar Martín aludía, es Emilio de Justo. Ahí está su apuesta en el anterior San Isidro: Jandilla, Victorino y Baltasar. Sin necesidad de bombo. La apuesta no fue total por caprichos del Señor. Aunque si algo ocurre, siempre tiene su motivo. Sin embargo, Emilio no quiso dejar la apuesta a medias, y decidió encerrarse en Dax con seis de la «A coronada». Quizá desde lo de Fandiño, de la que hoy se cumplen cinco años, una de las apuestas más fuertes. Pese a la dureza de la corrida, el extremeño quedó satisfechos. Puso el acento en la fortaleza mental, pues no se preparó físicamente de forma especial. Así se lo reconoció el mismo Victorino Martín. Nos habló de sus comienzos, de cómo se quedó encerrado en una pensión hasta que pagara la habitación, cuando aún no había debutado con los del castores. Recordó amargamente el toro de los tres avisos en Madrid, cuando decidió mantener la dignidad. Un torero no puede permitirse dar pena. Y ahí descubrió su tercera patria: Colombia. La tierra cuyo nombre se debe a un marino le permitió reconciliarse con el toro. Y vaya sí lo hizo. Sin embargo, en su corazón ocupa un lugar especial Francia. En los peores momentos, el país galo le dio la oportunidad que tanto merecía. Y el la aprovecho, deviniendo ídolo del suroeste: Dax y Mont-de-Marsan. Sin olvidarse de Orthez y ese toro del Hollo de la Gitana. Ahí empezó todo. Y hasta este momento. Dios quiera que los difíciles momentos que atravesamos nos permitan reencontrarnos pronto con su toreo.

 

Como he dicho antes, hoy seguiremos en la difusión del encaste Albaserrada, y del toro-toro, como dijo Pilar. Por ello, contaremos con la inestimable presencia de don José Escolar Gil y Pepe Moral. ¿Se apuntan? Nos vemos a las 21:30 en el directo de Instagram.

 

Por Francisco Díaz.