Presentaban los actuales gestores de la Plaza de Toros de Huelva, Espectáculos Taurinos La Merced, el día 20 del pasado mes de Enero el cartel del festival. Loable iniciativa auspiciada por Miguel Angel Perera y a favor de la Fundación Laberinto que preside Pilar Pereda, una de las herederas de la plaza.

Gracias a Dios y a nuestras opiniones no fuimos invitados al acto y nos enteramos por los amigos y los medios. Decía Huelva Información  «Solo está a la espera de que la organización haga pública la fecha en la que se pondrán a la venta unas entradas que mantienen un precio de 25 euros para el tendido de sombra, 20 para el de sol y una fila cero en Caja Rural del Sur»

Esperamos acontecimientos y nadie dijo nada, pero una semana después empezó el runrún. Nos llamaban aficionados y aficionadas, nos paraban por la calle, nos avisaban por las redes sociales. Nos decían que no se estaban respetando a los abonados para que pudieran comprar la entrada que correspondía a su ubicación habitual. Nos contaban abonados desde el año 87 que se habían quedado sin su barrera, de la que nos consta que nos han faltado ni a un solo festejo en 32 años. Nos hablaban de malas formas y cajas destempladas en las taquillas. Nos decían que había sorpresa en los precios y no eran los anunciados de 20 y 25 euros en tendido general.

Allá que nos vamos el pasado día 30, jueves a por nuestros abonos a la taquilla de La Merced. Nos atiende con amabilidad Carlos Pereda que estaba casualmente en la taquilla, según nos cuenta, y nos confirma que nuestros abonos no están disponibles, que sólo han guardado la entrada de los abonados «uno o dos días» (sic), que mi tendido 5 además está destinado a colaboradores del festival y que la organización de este espectáculo  poco tiene que ver con la empresa.

Lamentable la falta de torería, de sensibilidad y de onubenses de los organizadores del festival. Siendo una iniciativa altruista y solidaria, se trata de unir a todos,  de que la Huelva más taurina, la de los abonados que soportan cada año el peso de Las Colombinas, puedan mostrar su sentido de la caridad a través de su afición. Nos cuentan que los gestores de la plaza presumen en la taquilla de ser abonados de otras plazas y que eso no se respeta nunca (mentira cochina), riñen a los aficionados y sólo los intentos de Carlos Pereda, el buen hacer de Antonio Gutiérrez y la bonhomía de Santi Arroyo intentan buscar soluciones. A mi, en concreto, me ofrecen una contrabarrera por 40€ o una fila 7 del 7 por 25€.

Parece que nadie les ha explicado a estos herederos adelantados de la importancia que tiene para el aficionado su sitio, que nadie les ha hablado del alma del aficionado para valorar  que, como dijo José Luis Pereda García, rehabilitador y alma mater de la Merced, la plaza no es suya, es de los onubenses, de todos y en especial de los abonados que la hacen posible y le dan lustre con su presencia infalible cada año.

Son estas cuestiones de forma que hablan del desprecio absoluto al consumidor de los actuales gestores de La Merced, de su endémica falta de torería, de falta de «cariño», de falta de saber de qué va esto, de la dificultad de pagar con tarjeta, de no valorar que el abonado es el cliente fiel al que hay que cuidar. Como decimos siempre, vicios de empresarios panaderos que no saben de qué va la empresa taurina y de qué va Huelva.

Lo peor y presuntamente fraudulento viene con el tema de los precios. Se anuncian unos y son otros. Vemos los carteles de la presentación en la Casa Colón y en efecto aparece que los precios son de 20€ sol y de 25€ sombra. Pareciera que quieran indicar que sólo existen esos dos precios, lo que en el toreo siempre se ha dicho «Tendido General». Vemos el programilla que adjuntamos con los precios y, contradiciendo la publicidad, el coste de las entradas oscila entre 18 y 45€, nada que ver con lo anunciado.

No sabemos si un juez lo tipificaría como fraude o como publicidad engañosa. Nuestro natural bien pensar nos lleva a descartar la mala fe en esa actuación, pero la falta de criterio, el poco respeto por las formas, esas prisas que son propias de los malos toreros y los delincuentes, nos definen la desidia y una mala gestión de poco aficionados, de malos onubenses, de pésimos empresarios y poco sensibles con la causa que motiva el festival.

Se nos habla por parte de quien nos llama, que en esta ocasión más que nunca se sienten «consumidores de espectáculos taurinos» de la idea de crear una Unión de Abonados para  dirigirse a FACUA u otra organización de defensa de los consumidores para denunciar el caso.

Entendemos que no es el festejo ni el momento ni quizá el sitio para iniciar esta guerra, pero tampoco era este especial festejo momento para que la empresa cometiese estos errores de lesa torería nacidos de las bullas, la prepotencia y la fe en la mansedumbre de una afición que es santa, o en palabras del recordado Onofre López «Bizcochable y tontorrona».

Entendemos que es el momento de que «motu proprio» la empresa rectifique y, a casi dos meses del festival, desfaga los entuertos y atienda a sus clientes con la categoría que estos se merecen.

Si no es así, la tarde del 28 muchos llenaremos la plaza, pero nos faltaran los mejores: los de siempre.

Por Javier García-Baquero