El clima en Ambato hacía notar que podría llover y que el público no iba a asistir a la Monumental, pero sorprendentemente el público respondió y eso es digno de aplaudir. Llegaba Emilio de Justo en sustitución de Antonio Ferrera y vaya que lo hizo olvidar y vaya que cayó de pie ante la afición ecuatoriana. Óscar Borjas que repetía después de su actuación y mostró su espectacularidad en la doma de los caballos. Por último hacía su debut en su plaza, el ecuatoriano Luis Cortez “El Cortez” que luchó en plazas peruanas y en algunos lugares de nuestro país para poder estar acartelado y que puso a la plaza de pie.

El primero fue para el rejoneador burgalés, al cual puso un rejón de castigo e intentó poner otro pero el toro se lo impidió. Con las banderillas mostró su buen manejo de los caballos, llevando al toro en la grupa de los equinos y pasando ciertos sustos. Las banderillas que las puso por la derecha y adornándose para buscar la espectacularidad hicieron que el público se enganche con la faena que fue de más a menos y que destacó por poner banderillas cortas que las puso muy pegado a tablas. Con el rejón de muerte pinchó una vez, pero volvimos a presenciar lo mismo que el año anterior, el rejoneador hizo que el público pida las orejas, pero todo quedó en ovación.

El primero de la lidia fue un toro de Peñas Blancas, al cual Emilio lo empezó a bordar con verónicas muy toreras llevando al toro con cadencia y suavidad, para terminar una con media muy suave. El toro respondió en el caballo y por eso el torero hizo un quite por chicuelinas pasándose al toro muy cerca y con el cuerpo muy recto. En banderillas se paso un susto cuando el animal cogió de mala manera al banderillero “El Patatas” que pese a los golpes no sufrió ninguna cornada. Brindó al público y de inmediato lo fue sacando hacia los medios con la marca de torería, llevándolo con tranquilidad porque el toro tenía repetición. Por la derecha el toro tenía clase y transmisión que al torero le dejaron colocarse y citar con los vuelos de la muleta sin que le enganche al punto que el torero se relajó para pasarse al animal lo más ceñido posible. Por el izquierdo logró hilvanar buenos naturales para terminar con manoletinas y tirándose a matar con un volapié en todo lo alto y resultando cogido de muy mala manera por el estado. Adolorido regresó al ruedo y cortó dos orejas.

“El Cortez” lidió un toro de Vistahermosa al que recibió con una larga cambiada de rodillas y con verónicas muy aplaudidas por el público y el quite muy buenas tafalleras. El torero ecuatoriano es muy conocido por su espectacularidad en el tercio de banderillas que compartió con su padre el banderillero, “El Hacha” turnándose para colocar los palitroques lograron realizar un interesante tercio. Con la muleta inició por doblones desde ahí se empezó a notar el toro tenía un ritmo en la embestida pero que el torero no logró entender el sitio para poder ligarle, aún así consiguió templar buenos pases por el pitón derecho que fueron muy despaciosas por el ritmo que imponía el animal llevándolo largo pero de uno en uno, pese a la clase de los derechazos el público no terminaba de conectarse con la faena. Un pinchazo hondo y una estocada dejaron la faena en una ovación.

El cuarto de Mirafuente fue un toro que salía despistado desde el primer momento y que no acudía al caballo, paso con un rejón de castigo y con el tiempo suficiente se fue adaptando y cogiendo movilidad, para que el torero nuevamente ponga en manifiesto su espectacularidad con los caballos, citando de frente y al quiebro con las banderillas y destacándose dos banderillas que las hizo al violín y nuevamente falló con el rejón de muerte, pero esta vez se le concedió una oreja porque puso al público en contra del presidente de plaza.

Emilio regresó al ruedo después de pasar por la enfermería, y se encontró con un quinto que desde el inicio se mostró reservón y que permitió al torero unas cuantas verónicas con clase, ya con la muleta el toro parecía que iba a durar por el pitón derecho pero esa falta de transmisión no terminaba de romper y al contario fue para mal porque en los pases de pecho por el pitón izquierdo ya mostró malicia, situación que sería más evidente pues por el izquierdo no tenía ni un solo natural. De Justo tuvo que recurrir a la muerte y por el fallo todo quedo en silencio.

El último de la tarde un toro de Peñas Blancas desde que piso el ruedo mostró que no tenía carácter y salía huyendo de los capotes, aún así el torero logró realizar verónicas casi hasta el centro del ruedo. En banderillas mostró su calidad asomándose al balcón y colocando los rehiletes en todo lo alto, incluso la última al violín puso al público de pie. En la muleta el toro se acobardó y salía escupido de cada muletazo, dando vueltas por el ruedo, pero cada vez que el ambateño lo toreaba por la derecha dejaba muletazos de buena factura. Finalizó con manoletinas muy ceñidas, un pinchazo y una estocada con más raza que calidad hizo que el toro se hiciera por el torero teniéndole varios segundos por encima. El público pidió las dos orejas por la valentía y el espectáculo del torero, pero el presidente casi acertadamente dejó en una.

Por Edwin Baño

Ficha del festejo

Plaza de Toros Ambato –Casi tres cuartos de plaza-

Toros de Vistahermosa (3), Mirafuente (4, 5) y Peñas Blancas (1,2,6) desiguales de presentación y juego

Óscar Borjas: Aplausos y oreja

Emilio de Justo: Dos orejas y silencio

El Cortez: Aplausos y una oreja con fuerte petición de la segunda.