-En Logroño del año 1962 se anunciaron 3 corridas de toros, 2 novilladas picadas, 11 sin picadores y 3 becerradas.

-Triunfaron y se lanzaron a nivel nacional: Amadeo dos Anjos, Juan Calleja y “El Bala”.

-Tuvieron oportunidades los aborígenes Antonio León, “El Satélite”, “Angelillo” y “El Soteño” y los “adoptados” “El Rondeño” y “Fernandete”. 

-Al caerse del cartel “Mondeño” tomó la alternativa Antonio León que cortó dos orejas al sobrero, sexto en tarde funesta.

Sin buscarlo ni saber que sobrevivía, me aparece un cartel de la feria de San Mateo de Logroño (1962). La primera temporada completa que presencié en la capital de La Rioja donde debuté de espectador en la feria del 61, día 21 de septiembre, con Ordóñez, Ostos, Luis Segura y una tarde gris, de broncas  y silencios ¡Cualquier tiempo pasado fue…pasado!

El cartel, a todo color, está firmado por Juan Reus y “retrata” a un matador cuadrándose  para clavar un par de banderillas después de citar con la montera, que está cerquita de las pezuñas del toro. En el cartel no está anunciado Antonio León que el día 23 tomó la alternativa, al fallar Mondeño, y con el añadido del rejoneador Fermín Bohórquez al que devolvieron el toro a corrales al no acertar con el rejón de muerte. La corrida en conjunto fue un desastre con broncas a Curro Romero y pitos y algunos aplausos a Camino. El toricantano alivió un poco la tarde, toreó un sobrero en sexto lugar y le cortó dos orejas.

El valenciano Reus fue uno de los cartelistas, acuarelistas e impresionistas  y dibujantes taurinos más importantes del mundo y falleció a principios de este siglo rozando los noventa años. Cuentan que era amigable, bohemio y muy querido: “A la ciutat Valéncia té un carrer al seu nom”. Alumno de Ruano Llopis y Roberto Domingo, retrató a todos los toreros desde los años cuarenta hasta Ponce y dejó estampas imborrables de los campos de bravo andaluces y charros.

Siendo empresario en Valencia el torero Pedrés, al que Reus había inmortalizado con  “la pedresina” y algún retrato, tuve oportunidad de saludar al genio del pincel. Pero lo justo para admirarlo por su sencillez a la hora de opinar…de toros y del toreo. So obra ya le delataba como buen aficionado.

Lidió una infancia y juventud duras y “veraneó” en varios campos de concentración tras la sublevación militar del 36 en cuya contienda participó como soldado de tropa con los perdedores.

Volviendo al año 62 le doy un repaso a la temporada logroñesa y lamento la transformación del panorama en la capital riojana cuando compruebo lo “torero” que era Logroño y sus gentes. Ese año se dieron 20 espectáculos… y alguno que se me va de la cuenta por menos “peso”: Tres corridas de toros, dos novilladas con picadores, once novilladas sin caballos, un festival y tres becerradas. Veinte festejos en una ciudad que andaba por los 60.000 habitantes y ahora rondará los 160.000 y se da la feria, recortada…y con cuidado. Una  muestra del interés público por la fiesta taurina. Lo demás…romances y selección de chismes con disfraz taurino.

De la feria de San Mateo referida, tres corridas y una novillada picada, se cayeron del cartel Antonio Ordóñez, Mondeño y “El Cordobés” que estaba anunciado con Vicente Perucha y Amadeo Dos Anjos (De los Ángeles) en la novillada.

Por Ordóñez vino Gregorio Sánchez que cortó una oreja, día 21,  Camino obtuvo dos y Alfredo Leal echó la tarde. El día 22 hubo algún toro devuelto, abrió plaza Curro Girón y cortaron una oreja por coleta Jaime Ostos y Diego Puerta.

La baja novillera cordobesista  la suplieron con El Caracol y El Bala que lo mismo que Amadeo cortó 2 orejas esa tarde. Se obtuvieron en la feria 11 trofeos de los 52 posibles sin contar rabos. Aunque los “entendidos” no suelan dar importancia a las “peludas”, de cara al gran público que mantiene las taquillas hay que reconocer que la diversión fue escasa. Y  fue adornada con broncas, protestas…

Por San Bernabé llenó la plaza “El Cordobés” en una “novillada” alternando con Antonio León y “El Satélite”, de Arnedo y Calahorra, que obtuvieron una oreja por coleta.  Manuel Benítez puso la plaza boca abajo cortando 3 orejas y rabo. Era su debut en Logroño y no “defraudó”. Y empezaron a prepararle peña, andas…y devoción incondicional. Era muy difícil destacar alternando con “El Melenas”.

Muy importante y significativo fue que se dieron, con buenas entradas y casi llenos, once novilladas sin picadores ¡Once! Que entonces se llamaban “económicas”. Crearon mucha  afición o mantuvieron la que había ya que muchas tardes salían los protagonistas a hombros y hasta se estableció competencia y choques por la diversidad de partidarios.

Vivía en Logroño, durante los meses taurinos, el alicantino Antonio Martínez “Rondeño” que toreó este año 3 tardes en “La Manzanera”…que hasta muchos años después nadie la nombraba, ni la escribía, con ese apodo. No tuvo tardes de “escándalo” aunque siempre cumplió. Sin más.

También el alfareño Angelillo estuvo anunciado dos tardes, el navarro Ramón Monasterio y un tal “Soteño” que no debía ser de muy lejos y el público hizo que lo retiraran a la enfermería por las palizas que le estaba dando el novillo por su impericia. Recuerdo a Joaquín Camino y a Fernandete, que también residía en Logroño. Antonio, Joaquín y Fernando pasaron pronto al escalafón de subalternos en el que destacó entre los buenos “Rondeño”. Joaquín murió corneado en Barcelona, toreando en la cuadrilla de su hermano Paco, con treinta años, en 1973.

Esa temporada en Logroño, y en otras muchas plazas, marcaron la pauta con éxito triunfal muchas tardes tres nombres con tres estilos diferentes: Amadeo Dos Anjos, Juan Calleja y Manuel Álvarez “El Bala”. Los tres tomaron la alternativa.  Con tres cortes de toreo diferente y muy espectacular improvisando el sevillano “El Bala”, ya mayorcito para aquellos festejos, 30 años, y que fue repartidor de pan por la zona de La Alameda sevillana. Lo hacía con un artilugio de tres ruedas pedaleando y un letrerito metálico que avalaba su rápido servicio: “El Bala”.  Su toreo fue de aire tremendista y se recuerdan los pases en silla o  citando de espaldas. También tuvo en Logroño una peña de “aficionados” locales… muy fervientes y entregados.

El lema publicitario de “El Bala” fue: “Morir antes que desagradar al público”.

Su apoderado y “lanzador” fue José Luis Marca y al poco de tomar la alternativa perdió  “El Bala” una pierna por cornada en San Sebastián de los Reyes.  Con los festivales tras el accidente adquirió un taxi y una cafetería en Sevilla, en Marqués de Nervión (cerca de la Gran Plaza), en la que apareció muerto, a causa de una caída, con 52 años.

Juan Calleja dejó la profesión a causa de un accidente de carretera y fue empresario de plazas modestas en Aragón, Navarra y La Rioja. Murió en Lérida, donde residía, hace cuatro o cinco años con 74 de edad.

El lusitano Dos Anjos toreó varios años en las ferias. Era un buen torero y en el año 2000 asistió a la feria logroñesa para “despedir” la plaza donde tantos triunfos obtuvo. Todo un detalle. El año  2018 murió en plena calle de un infarto en la población donde vivía, cerquita de Lisboa. Tenía 76 años.

Con tanto festejo se puede calcular la cantidad de “chavales” que compartieron  paseíllo ese año intercalados  con los citados… y que no destacaron.

Por si algo faltara, hubo dos “maletillas” en el momento álgido de estos aficionados con denominación peyorativa, que pasaron unos días en una céntrica calle, haciendo guardia cerca de la catedral y pidiendo una oportunidad en estos festejos de Logroño. Se apodaban “Serranía” y “Faraón”, en lo taurino, y por lo civil Rafael Serrano y Ángel López. Más o menos.

La oportunidad les llegó el 20 de mayo. Un día para no olvidar ya que abrió plaza “Rubio de Sevilla” que sumó 5 avisos y le devolvieron un novillo al corral. Manolo Cuevas pasó por allí, Serranía obtuvo una oreja y otra le pidieron a Faraón con negativa de la presidencia.

Los dos “oportunistas” repitieron la solicitud montando el “campamento” de mendicidad taurina en León donde alternando con Dos Anjos torearon el 2 de junio siguiente…sin más. Creo que desistieron en la búsqueda de la gloria torera porque no se volvió a saber de sus “éxitos” o su historial en plaza.

La temporada en Logroño solía prologarse con un festival a favor de la institución Hermanitas de Los Pobres que desapareció “hace siglos” y que solía ofrecer importantes carteles. Este año, 8-4 62, se anunciaron Paquito Muñoz, que reaparecía, Antonio Ordóñez que fue abroncado, Curro Romero y Antonio de Jesús, aplaudidos, y Mondeño que obtuvo una o dos orejas. Ese día murió Juan Belmonte.

Eran empresarios de la plaza, en fechas fuera de feria o de San Bernabé, Simón Carreño, ex novillero y delegado de los Chopera en Salamanca, y el riojano Venancio Zubiaur “Barquerito” que todavía toreaba de banderillero. Procuraban anunciar “toros” en fechas que no coincidieran con partidos del Logroñés, entonces en tercera división, en Las Gaunas. Alternaban el fútbol y los toros.

Con una visión general al programa hay que reconocer que los festejos estelares en pocas ocasiones son triunfales y que se ofrecieron numerosas oportunidades a novilleros del escalafón “básico”…porque el público respondía.

En años anteriores destacaron, saliendo a hombros varias tardes, José Luis Barrero, Andrés Vázquez…que yo no vi, y tras el 62 llegaron Paquito Fuentes, José Manuel “Tinín”, Flores Blázquez, El Brujo, Curri de Camas…..el público acudía con fuerza y los chavales destacaban. Pena que no  lo hiciera Santitos “El Logroñés”.

No con tanta abundancia pero también se programaban numerosas novilladas sin picadores en Pamplona, Zaragoza, Burgos, Vitoria, Santander, Bilbao… todo ya historia pasada…y que no volverá. Se mantienen las ferias y se les da por parte del público un sentido social de acontecimiento con respuesta mayoritaria o considerable cuando se anuncian los toreros estrellas o más sonantes.

Se da el caso de que en Vitoria ha desaparecido hasta la feria de La Blanca que no pudo mantenerse después de ensayar combinaciones de promotores históricos, implicación consistorial, asociación de empresarios taurinos y significados financieros locales…Vitoria, cuando cerró el candado, ya hacía años que agonizaba: Público, juventud, desfiles callejeros con asistencia multitudinaria gratis y ovaciones a las atracciones blusistas recordando pasadas épocas…hasta las puertas de moderno coso. Los blusas se volvían a sus sedes festeras y los aplaudidores de acera ocupaban una terraza o buscaban la siesta. En la plaza…un vacío desolador. No hay que darle más vueltas…al torno. En Vitoria hemos disfrutado de los carteles toreros más importantes…pero hace tanto tiempo…

Pedro Mari Azofra                                                                                                                                                                        PIES DE FOTO

-Alternativa de Antonio León, Amadeo Dos Anjos, presentación de “El Satélite” en Madrid, Diego Puerta en Logroño con el cirujano de la plaza doctor Martínez Íñiguez, Paco Camino en Logroño con Andrés Lacalzada, jefe de personal, y Paco Pallarés con el crítico riojano “Manoliyo”.