-Ha editado su revista, modelo de publicación por contenido, diversidad, documentación, didáctica, extensión y buen trazo impresor.

-Capítulo especial para Juan Belmonte en el 60 aniversario de su muerte, recuerdo para Antonio Robles “El Sevilla”, “El Formidable”, Juanito Quintana, al centenario de la plaza de Pamplona… y mil temas más.

-Documentación del maestro Koldo Larrea, Vierge, Eneko Andueza, Purroy, Núñez, Miguel Izu, Chérrez, José Mari Sotomayor, Esparza…y cien más.

Un año más el Club Taurino de Pamplona ha dado ejemplo de afición poniendo en el plato de los aficionados, por si los hubiere, un manjar tauro cultural impagable.  El esfuerzo hay que agradecerlo a la entidad como equipo pero tengo para mí que el cocinero de la oferta es Carlos Chérrez, del equipo de José Mari Sevilla, trabajador y entusiasta taurino serio. Me recuerda Emilio Hita que Carlos es nieto del histórico cronista taurino del “Pensamiento navarro”, Moisés Bermejo  “El Chamberilero”. “El hijo de la cebra nace con rayas”. Tiene inquietudes y afición.

Don Moisés escribió a finales de los cuarenta el epílogo de “Navarra tiene un torero”, biografía de Julián Marín que guardo, como una joya, dedicada por Julián. Está ilustrada la obra de Felipe Errea con dibujos a plumilla de Alcalde Molinero y “El Chamberilero” confiesa no ser navarro pero aficionado desde niño y periodista viejo por lo que puede afirmar: “Navarra tiene un torero”.

Contiene el ejemplar del club navarro que comento 130 páginas y numerosas fotografías. Capítulo para los toreros nativos o residentes en Navarra y unas treinta páginas dedicadas a Juan Belmonte en las que se consideran los más diversos y atractivos puntos de  su vida y su toreo en diez o doce capítulos. Amplia biografía y numerosas firmas. El maestro Koldo Larrea nos cuadra los números de toros y trofeos pamploneses como otras estadísticas sobre la centenaria plaza monumental de la capital navarra.

También la Dinastía Bienvenida tiene cuartel en la publicación. Bonitas las referencias a Juan Luis de los Ríos “El Formidable” y un panel de fotografías de Antonio Robles “El Sevilla”, junto a su historial. Ahí le vemos junto a El Paula, Víctor Mendes, Curro Romero, Pepe Luis Vázquez, Rafael Camino…y sus principios en Viana o pasajes como banderillero y doblador.

Las aventuras de Juanito Quintana al que “los requetés obligaron a exiliarse a Francia”. Que importante fue Juanito y lo que tuvo que sufrir y lidiar. Sobre él escribe Miguel Izu quien ha dejado en sus libros lo más fiable y documentado sobre Ernest Hemingway. Nada parecido a las chorradas y falsedades “navarras” y de otras tierras que se han llegado a poner en tinta de diarios y hasta en libros. Juanito mantuvo relación personal con Ernest que no estuvo en tantos lugares como en algunos casos se presume de haberlo hecho.

Eneko Andueza nos recuerda su teoría de que no  son necesarias las marcas políticas para admirar, defender y degustar la fiesta de toros. Eneko es muy buen taurino y divulga una filosofía taúrica admirable y compartible con cultura y todo tipo de creencias y posibilismos enquilosados.

Lo de Antonio Purroy Unanua es ya mundial: “El movimiento animalista entre la negación y la abolición “.  En su último libro están contenidas un fajo de lecciones, no solo defensivas, para entender el animalismo, veganismo y todas esas tesis que rondan las objeciones a las que Purroy pone análisis y refutación con conocimiento, sabiduría, respeto y serios fundamentos. Cuánto enseña este jodido Antonio…y lo bien. Creo que se le lee poco y se asimila menos. El taurineo fue siempre “asín”.

Carlos Chérrez escribe sobre el encierro en trato largo, personal, documentado y fotografiado que descubre cosas no de a diario.

Dedican un “tercio” nostálgico a Vitoria…que tanto recuerdo y tan buenas tardes “nos dio”. Vitoria y Burgos se repartían aquello de “la puerta del norte”. En el toreo, la Feria de la Blanca ya no existe. Por la sencilla razón de que alaveses, y esencialmente vitorianos, no pasan por taquilla.

En la “vieja plaza”, creo que llamaban de Txagorritxu”, se dio la última corrida el 9 de agosto de 2005: toros de Peñajara para el burgalés José Ignacio Ramos, formado en Vitoria, Iker Javier Lara, de Llodio, pariente del lehendakari Ibarreche, y el francés Juan Bautista, que cortó la única oreja de la tarde. El último toro se llamó “Regalado”. Cartel modesto y plaza semivacía. Algunos pusieron un cuarto de plaza. El bodeguero y buen aficionado Patxi Unanua pidió, por su cuenta, el sobrero para Ramos y la Presidencia no accedió.

El 25 de julio de 2006, “Día del Blusa”, se dio un festejo de toreo a caballo, como de oportunidad y aprovechamiento ya que está ahí, con Fermín Bohórquez, Andy Cartagena  y Leonardo Hernández. Toros de La Castilleja. Hubo un tercio de plaza y cortó Andy dos orejas y los compañero una cada uno. La nueva plaza se estrenó el 5 de agosto de 2006 con toros de Ana Romero para El Fandi, 2 orejas, Castella una y Salvador Cortés otra. Menos de ¾ de plaza cubierta pasando por taquilla.

Por la mañana del 9 de agosto del 2005 y despedida, en la capilla de la plaza, hubo misa con algunos empleados y aficionados nostálgicos. Muy poquitos. “Serranillo”, empresario, sentenció: “Veremos qué sucede con  lo moderno. Pero los toros requieren sol y moscas”. Su presagio se ha cumplido.

La Blanca fue gran feria con los mejores carteles. El público fue dejando de ir  y desertaron empresarios importantes…hasta asociados. No se salvaba la feria. Llegaron los locales Serranillo, Guinea…otros, nuevos, otros más…un conjunto de aficionados locales asesorando al Ayuntamiento… pero el público fallaba. No se recordaba la plaza llena desde los dos años que fue cárcel represiva en el golpe de estado de 1936. Una pena. Hoy, taurinamente, Vitoria es lo que los vitorianos han querido que sea.

He vivido “mil” ferias vitorianas. Con crónicas en “El Correo”, tertulias en el Canciller Ayala, hotel Álava, conferencias…y vi con pena que todo se apagaba como una vela. El público asistente no daba ni para pagar a los areneros aunque era abundante paseando por la calle Dato y aplaudiendo a las cuadrillas de “blusas” que desfilaban con jocosas escenas y ocurrencias hasta los aledaños del coso… y se volvían a la siesta en sus dependencias.

También en la publicación navarra tiene su espacio Manuel Granero y el libro de Cantos Torres a un siglo de su muerte. Unas líneas para Perú, en buen momento taurino, y Ecuador, sin funcionar su plaza principal  capitalina hace años que era todo un espectáculo disfrutar de sus alrededores.

Me da alegría ver o sentir clubs taurinos vivos ya que la inmensa mayoría de los que hubo en España han muerto o están para la puntilla. El primero el de mi pueblo, Logroño. La mayoría son como panderetas sin pellejo. Suelen llevarse como grillete en el cuello…pero no suenan. Me viene a la mente una reinauguración de sede del de Sevilla en la plaza Encarnación. Me invitó Pepe Luis y al irnos dijo: “Debut y despedida”. No existe hace siglos ¿Y la tertulia “los 40” de la calle Jaén que veneraba al toro y al caballo? ¿Y el de Granada embargado por una firma de mudanzas? Son indicativos de la “evolución” de la fiesta.

Tantas peñas ha conocido uno…y peñitas, tertulias, círculos…Romances…todos muy respetables, salvo alguna milonga, y de escasa duración.

Y mucho más hay, muchísimo, en la publicación del CTP, para entretener, ilustrar y enseñar recordando. Además…es “de balde” su adquisición. Y ya se sabe: “A lo gratis hay que apuntarse…cueste lo que cueste”.

Pedro Mari Azofra

PIE DE FOTOS

-Portada de la publicación del CTP, junta directiva última, Juan Belmonte citando al natural en La Maestranza, Ernest Hemingway y Juanito Quintana y Antonio Robles “El Sevilla”.