Comportamiento interesante, cuajo de conformación, defensas desechables salvo las del 6º de la tarde.

Hubo toros escobillados, romos, cornicortos, astillados…y cuatro de trato muy toreable.

En varas dieron espectáculo y los varilargueros Collado, Pedro Iturralde, Plazas y Puchano recibieron aplausos de los “aficionados”

Me hacía ilusión ver los toros de Miura en Castellón y renuncié a la plaza de Burgos en la que Diego Urdiales dio una lección de toreo de calidad, con la zurda, aunque no se la suelen corear como a otros haciendo menos ni se la compensan con más y muy merecidos contratos. Como el riojano suma muchas lecciones vistas, y las que le quedan por enseñar…tiempo habrá de todo.

Y vamos a Castellón desde Movistar y en solitario. El primero, de suaves embestidas y toreable repitiendo. Escobillado. El segundo, romo y cornicorto, toreable. El tercero repite sin problemas. No astifino y astillado. El cuarto, romo y escobillado, sin entrega, corto y difícil. El quinto, escobillado, sin embestida y asfixiado. El sexto, serio de cara, único astifino y toreable. Lo de toreable indica cualidades positivas para hacer el toreo. Con los intoreables se pueden hacer cosas meritorias, que también son “torear”. Pero no que se entiende por hacer el toreo…más o menos estético y degustable por la mayoría.

Salvo el segundo, con cuatro años, el resto cinqueños ¿Se limaron los pitones comiendo en los morriles? ¿En el abrevadero o frotándose en las encinas o en las piedras? Lo ignoro. Pero no me gustan esas defensas…y menos en los “miuras”. Tampoco afirmaré que hayan sido manipuladas por persona racional. Ni me sirve lo de plaza tolerante de segunda. En Logroño, el año pasado pusimos la corrida como modelo de presentación…y comportamiento.

Permitieron, y a veces con buen estilo, dejarse poner lejos del parapeto donde lucieron como buenos picadores Agustín Collado, Pedro Iturralde, Paco Plazas y Puchano. Que Tauro les bendiga así como a los rehileteros ovacionados, Lipi, Mellinas, Josele, Valladar… No se acaba de entender que con tres espadas o jefes de cuadrilla, “torean” 9 rehileteros y lidiadores y seis picadores a caballo. Todos forman parte del espectáculo y lo completan ¡A veces hasta lo salvan!

Rafaelillo, tras larga de recibo, bordó limpias verónicas abrochadas con media sentida y curva. Tandas con la derecha y algún remate atrincherado o de la firma. Firme, colocado y listo. Breves apuntes a izquierdas. También lo destacado en el otro toro fue de derechas con algún pasaje superior en series cortas pero con riesgo y dominio.

El casi desconocido Paco Ramos basó la tarea en la diestra con varias series de temple y firme compostura. Tandas cortitas con la de torear pero bien y oportunamente rematadas con molinete y el pectoral.

Llevó muy bien al caballo su segundo toro y quitando por Chicuelo lo dejó “lejos” y puntual. Trasteó suave y los pases por ambos lados fueron salteados y sin argumentos ya que el animal se había muerto de pie.

Rubén Pinar chicueleó quieto de plantas y cerrando con media muy arriñonada. Comenzó con dextrorsos vulgares y enmendó la escena con mejor aire y corte. Hubo pasajes muy buenos por ambos lados. Lidió de salida al último que exprimió en buenas tandas con la diestra. De lujo los finales y el desplante genuflexo. Con la zocata no le recuerdo nada.

Los tres toreros se las vieron con seis toros haciendo honor a su título profesional y con un estilo u otro, los tres torearon. Se trataba de una corrida de toros en una fiesta cuya base es el toro.

Pena la presentación bóvida de proa.

El público, amable, puntual, gozalón y generoso. Al empresario Ramírez es de justicia tocarle palmas por…su riesgo comercial.

Pedro Mari Azofra