-El pintor aragonés nos ha deleitado unas temporadas con las estampas “deformadas” y artísticas de las figuras del toreo.

-Carmelo Caatraz acaba de exponer su obra pictórica en una sala de Zaragoza y como buen aficionado taurino sigue aportando estampas, esencialmente del toro, con derroche de plumilla, ambiente campero y pincel.

-En La Rioja ha dejado muestras de su destreza y cultura artística en los célebres riojanos Rafael Azcona, Pepe Blanco, el torero Diego Urdiales, Pepe Rioja, el enólogo histórico Gonzalo Ortiz o el bodeguero internacional Isaac Muga.  

El artista aragonés y profesor de pintura, ya libre por la edad de las obligaciones docentes, Carmelo Caatrad, hace años que viene deleitándonos a los taurinos con sus caricaturas de toreros. Colaboró con “Vogue” y “Elle” y recuerdo, y guardo, aquellas que se editaron en láminas especiales de “ABC”  hace doce o catorce años en una serie que inició con Curro Romero y reunió a los toreros más importantes históricos y de la actualidad en preciso tamaño y cartulina  enmarcable.

Han sido un lujo las estampas que nos ha ofrecido hasta ahora mismo la revista taurina “Aplausos” desde hace unos años. La publicación taurina viva desde el 1976 y que durante cuatro décadas ha sido semanal su “visita” y ahora es un milagro que la podamos disfrutar mensualmente. El próximo número será el 2.241y el último publicado resumía la temporada 2022. Hay que admitirle todo tipo de “quiebros” para mantener la lidia de publicación…tan difícil ya que los “taurinos” no compran ni viento. Siempre se leyó en España…muy poco de todo en todas las materias.

Carmelo considera, de momento, que los dibujos que tiene sin publicar tienen poca actualidad…así que esperemos que el escalafón se refresque por lo alto con nuevas figuras.

El actual público que “va” a los toros, lee nada y menos ya que su objetivo es festero y sin ninguna exigencia. En mi “pueblo” se lee menos de toros que del Corán, por un poner. Y en La Rioja sobran los dedos de una mano para contar las publicaciones  taurinas que se venden. Una lástima. Y no escribamos de libros con tema taurino que se desconocen…mayoritariamente. Supongo que ocurre lo mismo, a veces me dejo caer de lila para enterarme, en el resto de la piel de toro.

Carmelo, que de chico vivió en Cenicero, La Rioja, siendo director del Colegio Público y Alcalde de esta ciudad vinatera  el recordado Anselmo Espiga, tiene cariño especial a esta comarca donde su padre un tiempo fue empleado de RENFE en la zona del Ebro entre Haro y Logroño, más o menos. Carmelo recuerda sus correrías de chaval por aquellos pagos y mantiene el nombre de sus amigos infantiles.

Estudió Bellas Artes en Barcelona y durante años, hasta cumplir la edad laboral obligatoria,  Carmelo impartió clases en Zaragoza y mayormente en Cariñena. De ahí salió con afición y conocimientos vitivinícolas que mantiene y relaciona con los caldos riojanos, saboreando  los de ambas denominaciones sin nacionalismos baratos y valorando calidad, esfuerzo y mejoras generacionales.

Desde el semanario “Dígame” de los años 40, 50, 60…pasando por “El Ruedo” de siempre e intercalando “Fiesta Española”, “Toros”, “El Burladero” “Mundo de los toros”, “6toros6”…las de “antes de la guerra”…y las más diversas publicaciones taurinas “mundiales” siempre hubo dibujantes, caricaturistas…maestros con habilidad y pericia para el trazo…que los “analfabetos” hemos llamado caricatura aunque no siempre lo fuera. Pero nos hemos ido entendiendo los legos en materia gráfica y seguimos saboreando lo de antes y lo de ahora. Y si nuestra capacidad no llega a tanto…admirando y respetando.

La caricatura, propiamente, es como un golpe de parodia, deformación o ridiculización, exageración de un gesto…algo que suelen ver los expertos e inteligentes y suelen criticar los idiotas, incultos, bobochorras e inútiles que únicamente han utilizado la tinta para pringarse los dedos. Carmelo siempre mantuvo que no trata literalmente de ridiculizar sino que aprovecha expresiones personales para pintarlas y que marquen una pauta o personalidad del protagonista. Ofrece como una opinión visual. No un retrato o copia. Por explicarlo de alguna manera como profano en la materia.

Me estoy refiriendo en concreto a las “obras” con referencias  taurinas o toreras. Si uno es un narigón, el artista aprovecha para destacar esa cualidad de narizotas y borda una tocha que dé risa. Pero que distingue y define. O si es calvo puede aportar una bombilla, y si no juna llevará gafas… ¡Son artistas! Y por eso pasan a limpio las “cualidades” que ellos perciben de forma especial y exponen con habilidad y arte para que los legos en la materia artística podamos distinguir al primer golpe al personaje sin mosquearnos aunque sea familia y se nos parezca.

Luego llega el enterao, espabilao o listo y quisiera salir bonito no siéndolo. No distinguen entre una copia, fotografía…y una caricatura. “En el mundo taurino lo que peor puedes lidiar es un tonto”. Ocurre en todas las facetas taurómacas. Pero como escribió Ferlosio…”mientras no cambien los dioses nada habrá cambiado”.

Bueno. Pues el tal Carmelo Caatrad tiene unas láminas y estampas con toros en el campo, pinturas…que reflejan detalles y personalidad especial. Y congratula que cuando en el toreo y su mundo tantas cosas van desapareciendo, todavía quede algún ciudadano normal y virtuoso que apoye sus hálitos en la cuernocracia y sus circunstancias deleitando a los iletrados e inexpertos en arte con pasajes admirables.

Pedro Mari Azofra             

PIES DE FOTOS

-Últimas ilustraciones de Carmelo Caatrad en la revista taurina “Aplausos”. Carmelo y un grupo de amigos en la última feria pilarista de Zaragoza con el torero Joselito, el empresario Carlos Zúñiga, el enólogo Gonzalo Ortiz, Pepe Rioja y un puñado de amigos.  Entrega de una caricatura al bodeguero de Haro, Isaac MUGA.