Tres novilladas en 24 horas es un récord que ha mostrado un puñado de novilleros con cualidades diversas que merecen el apoyo para la renovación torera.

No puedo adjudicar la frase del “piojo verde” en concreto, pero me suena que “Clarito”, Corrochano, Cañabate o alguno de los escritores taurinos de su tiempo escribió que “la monotonía es el piojo verde del toreo”. Esto debió suceder por los años cuarenta, postguerra y pobreza, en los que España sufrió aquel tifus que transmitían los piojos normales en aquellas cabezas y popularmente se llamó el Piojo Verde. Cuentan los mal intencionados, y por ahí está escrito, que en paralelo fue muy famosa la copla “Ojos verdes” de Rafael León, marqués, homosexual, amigo de Lorca, poeta de la copla, preso de los republicanos liberado por Yagüe, y que el estado represor pretendió borrarla del ambiente popular por pecaminosa. No lo consiguió.

Se acopló la maldad musical y poética con la del castigador piojo común que no era verde. El contenido de la canción trataba de  una copla entre hombres  ya que el original fue “apoyao en el quisio de la mancebía”, y no “apoyá”,  y se inventó el argumento de la ramera enamorada de los ojos verdes de un cliente al que no cobraba. ¡Qué cosas! La monotonía, el toreo, la copla, la miseria y la represión.

En la actualidad entiendo que el toreo adolece, en demasiados pasajes, de monotonía. Lo que no implica que por la variedad mal ejecutada, y hasta vulgar y chabacana, haya de despreciarse el libreto “corriente” declamado con temple, cargazón, limpieza y buen corte. Variedad no implica chapuza.

Acabamos de ver tres novilladas con picadores en la población extremeña de Herrera del Duque que puede presumir de una bonita, bien cuidada y cómoda plaza de toros. Y de una banda de música, supongo que sería municipal, para dar conciertos en cualquier coliseo musical o taurino del mundo. El coso, levantado al final de los cuarenta, puede acoger 3.700 personas y se han ajustado con 200. Muy  poco para el que acogen terrazas en menos espacio o medios de transporte. La población herreriana debe andar por los 3.500 habitantes y aunque pertenece a Badajoz, a 100 kilómetros están Trujillo y Talavera de La Reina, de donde copiaron el ruedo. Su comunicación está orientada a Cáceres, Toledo, Ciudad Real, Córdoba…Sin toros en Madrid, Sevilla, Bilbao, Pamplona, Valencia…y los han dado en Herrera del Duque que ya es más conocida para el mundo con castillo, conventos e iglesias monumentales. Lo merece y lo agradecemos los aficionados.

Es justo destacar la disposición de Rafael González y Tomás Rufo la primera tarde en las pésimas condiciones que estaba el piso plaza. El detalle de ganas y afición ya fue un triunfo y justa predisposición a favor. En esa tarde vimos gaoneras, revoleras, verónicas, toreo vertical, genuflexo, por alto, por abajo, bernadinas, caleserinas, brionesas, chicueleras, pases cambiados, luquesinas, naturales, trincheras, giraldillas, pectorales, dextrorsos, manoleras, molinetes…desplantes y hasta buenas estocadas.  La retahíla vale para las tres tardes.

Rafael González, listo, dispuesto y adiestrado hasta pagó la tarde recibiendo un puntazo. Tomás Rufo es más clásico y ortodoxo y muestra un toreo templado y de largo trazo. Están con recursos para progresar. Hicieron muchas cosas. Los novillos de Algarra…una monada. Preciosos, recogidos, cornicortos, novillotes, cortejanos…En cualquier espectáculo taurino si no hay víspera de peligro…falta fundamento. Habrá diversión, orejas, patas…pero la base es el toro o novillo.

En la matinal, novillos de El Pilar. Dos de nota alta, uno noble y débil y otro complicado. Desiguales, con kilos, alguno serio y otros con pitones para festival de pueblo pero encastados y con fuerza.  Ya sé, ya sé. Covid, momento de la fiesta, plaza de tercera…pero no confundamos ni demos leña a los incendiarios abusando.

Paco Montero pagó su arrojo y toreo épico con una cornada. Toreó al natural en los medios de rodillas, sufrió una paliza al recibir al tercero de salida con el capote de paseo- al ser chico la acometida se quedó corta y no dio tiempo a recolocar la seda bordada- en los medios, tuvo enganchones de sarga, se amontonó en los pases y anduvo acelerado queriendo hacer todo lo que se le ocurría con prisa. Además, ofreció momentos de naturales limpios y con buen trazo, quietud en pases cambiados, derechazos cargados y gran estocada. Dispone de un valor consciente  que bien administrado puede llegar muy lejos. Me gustó ver el desparpajo de este torero y volveré a verlo donde pueda. Mantiene la atención y merece alguien que lo temple un poco y le dé seguridad para que no pretenda hacerlo todo en una tarde. A veces pasa de la valentía a la temeridad. Es peor pasar a la cobardía o ser miedoso. Lo que, en fino,  se llama precavido.

El salmantino Manuel Diosleguarde es un torero cuajado y toreado. Verónicas de lujo, empaque, serenidad, toreo de cintura, clase y ligazón muleteando…y seguro y confiado a espadas, suerte en la que la mayoría de las doce intervenciones los chavales han estado acertadas. No olvidar que la suerte de matar es prueba importante de valor.

En la última novillada hubo más seriedad defensiva y cuajo, sin pasarnos, en los del Puerto y La Ventana. El segundo, premiado con vuelta, humilló acometiendo con clase y prontitud a los toques. El resto, de buenos hacia arriba. El mexicano San Román, está formado, firme, consciente de que lo que hace gusta por bueno. Torero serio, sólido y valiente. Recibió una voltereta y ni se inmutó. Bien a espadas.

Raphaël Raucoule, olvídense, “El Rafi”, tiene aire de buen torero y pintas de que va a funcionar. Enorme veroniqueando al segundo y con personalidad y fácil muletero relacionando los pases con limpieza lo mismo tieso como un palo que arrodillado. Superó al distraído cuarto y dio una impresión de torero completo y con desparpajo para vender la escena. Lo apodera Tauroemoción, del que fuera recortador turolense Alberto García, y si esto del COVID se arregla para 2021 va a tener un buen gallo para sus plazas…según lo visto en Herrera.

El lionés Patrick Varin, al que dio la alternativa Manuel Benítez en Francia al final de los 70, parece que es quien lo ha orientado. Me ha causado una sensación extraordinaria y puede ocupar en Las Galias el puesto que deja Castella..

Escuché que alguno de los mencionados hubieran tomado la alternativa de no habernos visitado el o la CIVID. Ya vendrá el 2021 y se aclarará la situación. No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Y si no sucediera así habrá que reestructurar la fiesta de toros con la participación “desinteresada” de todos los implicados…incluido el Gobierno, sea cual fuere. O pensar en cerrar la barraca. Ocurra lo que fuere, la base está en el toro con trapío e importancia en su conducta. Que asuste un poco a primera vista. Toreros hay. “Ya lo dijo Telesforo, uno que comercia en vino. El trapío para el toro y el peso para el cochino”.

Pedro Mari Azofra