Los buenos toros de «El Capea» y familia, triunfan hace lustros con el toreo a caballo, Pablo Hermoso de Mendoza y otras figuras en carteles y ferias postineras.

El pasado día 15, en la plaza de toros de Logroño, se dio un festejo de toreo a caballo con cuatro toros de la familia Gutiérrez Lorenzo- Pedro y Carmen – y que si añadimos “Niño de la Capea” nos entenderán mejor ya que se trata del sobrenombre de una figura del toreo durante décadas.

Me consta que no en todas las plazas que hoy se “dan toros” se sigue con estricta rectitud lo estipulado debido a la pandemia COVID que asola el mundo. Toco palmas al orden, control, organización del personal de plaza, atentos avisos en varios momentos del festejo para mantener el espacio, mascarillas y otros detalles en la salida del tauródromo. Me quedé admirado y sorprendido de cómo con ese rigor cumplido no se amplía un poco más el aforo en un lugar tan amplio y funcional con multitud de amplias salidas al campo libre y accesos a espacios aireados, anchurosos y extensos. Por 1.000 más no pasaría nada.

Cada ticket llevaba impresa, de forma visible, su referencia y el número de localizador, el nombre completo y teléfono del cliente, número del DNI…y aviso de “obligatorio el uso de mascarilla”. Más no se puede ayudar al mejor comportamiento del ciudadano civilizado y consecuente, cualidades del público taurino. Me dio impresión de que su aforo legal de 1.000 espectadores es menor de lo que veo en Jaén, por ejemplo, con similar aforo.

El cartel fue acogido y mantenido con especial cariño. Aquí tomó la alternativa Guillermo. En el patio de cuadrillas estaba, muy saludado, Pablo I el patriarca con 93 años  que regentó un picadero en Logroño donde decidió  el gran Pablo II  ser torero. Todavía monta y cuida la hortaliza en La Candelitera, al pie de su familiar casa agrícola y tratante de siempre. De ahí salieron durante “siglos” las mulillas de arrastre y el caballo de pedir las llaves para el coso taurino  de Estella.

Pabló, la figura del toreo a caballo, fue alumno del colegio El Puy en Estella. Su profesor, el riojano David Arias, llamó en una ocasión al padre para ponerlo al corriente de que el chaval andaba un poco “distraído” en la lidia escolar. Pablo I ya lo veía claro: “No se preocupe usted don David. Que este tiene en el caballo su carrera”. Yo creo que pensaba en picaderos o similares y nunca soñó lo grande que iba a ser su hijo a nivel mundial.

La corrida pudo ser vista por todo el que estuviera interesado y quiero decir que de los cuatro sorteados tres fueron para salir a hombros los dos centauros y el otro ahí anduvo. Premiemos  tres de cuatro y es una buena media. Pero es el resultado que ofrecen, en cuanto a comportamiento, en todas las ferias serias en que se anuncian.

En Madrid se han lidiado seis u ocho tardes en las últimas temporadas y eso es “por algo”. En Pamplona este hierro es un clásico en sus carteles toristas y anotemos que “acapara” las camadas de “Espino Rapado” el último gran capitán del toreo a caballo, Pablo Hermoso, con permiso de Diego Ventura también en lo alto pero con menos guerras ganadas. Recuerdo buenos “capeas” en San Sebastián, Palencia, Almería… y triunfos con ellos no solo del centauro de Izarra sino de Lea Vicens, Sergio Galán, Armendáriz, Leonardo…Una ganadería de bravo consolidada llámese El Capea, Carmen Lorenzo, San Pelayo o santa Prisca. Nos entendemos.

Me suena que en alguna ocasión Pedro “El Capea” ha dicho que antes de lidiarla a pie trata de asentarla, fijarle cualidades, quitarle algunos resabios…no puedo concretar. Pero entiendo que para el toreo a pie sería fenomenal por la cantidad de toros que se comportan con humillación, prontitud, largura de embestida, repetición, codicia y fortaleza.

Señalo lo de fortaleza aunque a veces lleguen al rejón de muerte así como agotados y boquiabiertos. Aunque el público “equino” celebra y corea los pasajes de forma un poco festiva, debe anotarse que un astado toreado a caballo  aguanta un tren de conducta intenso y veloz.

De salida, recortes, quiebros, circulares y varios rejones para probar la fuerza. Pocas veces los jinetes se conforman con tres pares. Suelen pedir más a la presidencia y para la colocación hay carreras, salidas con toreo de costado…Nada que ver con los pares del toreo a pie en dos minutos o al relance ¡El toro sigue galopando! Suele haber premio: cortas, flores peralteñas…más adornos, pasadas, recortes …entendiendo que los movimientos, embestidas o similares se hacen a gran velocidad. El toro se gana el pienso con más desgaste que el toreado a pie.

¿Por qué Pedro no lidia a pie? Se los solicitan y pagan bien en las ferias postineras. Voy a referir un hecho real y público. Hace no tantos años soltó Fermín Bohórquez una corrida para rejones en Santander. Me acompañó a una tertulia nocturna, de la que guardo documento gráfico, y en el coloquio le preguntaron cómo saliendo tan buenos  no los lidiaba en corridas de toreo a pie.

Fermín ya me había contado la causa. Y por evitarle el compromiso respondí: “Porque está hasta los cojones de los que van a verle los toros y exigirle condiciones para lidiarlo. Que si uno es muy alto, otro es astifino, aquel muy abierto…No quiere que se los manoseen ni que manden y ordenen los veedores de los toreros”.

El ganadero de bravo y torero a caballo jerezano asintió: “Esa es la historia”. Le dieron una ovación. También el Murube actual, de los criadores fundadores antes de pasar a Urquijo, que lidia para rejones excelentes corridas merece más sitio, por calidad, en carteles grandes a pie.

Pedro, con la denominación de origen Urquijo-Murube desde sus inicios, marcó y seleccionó calidad en sus becerras. Sin consultar para más  exactitud, entre los años 80 y 84 lidió en Logroño cuatro festejos de erales bien criados y con una media excelente de comportamiento. Es interesante ver el punto de salida y hasta dónde han llegado. Recuerdo que tres de esas tardes las toreó Gallito de Alfaro y obtuvo todos los días algún trofeo. En otras vistieron por primera vez de luces Jorge y David Luguillano. Su padre, Clemente, amigo de todos y entregado a la causa filial, paró el camión de Mosquete en La Glorieta salmantina para aguaparlos de cara.

Con los “capeas” debutaron en Logroño José Luis Ramos, Luis Miguel Campano, Poli Benito…y repetía el hierro por puro mérito. No olvido otro encierro de erales que lidió en Santo Domingo de la Calzada y fue de lujo.  Si mal no recuerdo algún semental llevó el nombre de Riojano.

Eran tiempos en que el cacereño Valentín Cano “El Jerte” fue  intermediario o ayudante de Pedro. “El Jerte”, un personaje muy torero. Legionario en Ceuta por el 36, como la morería estaba de moda, toreó por Andalucía novilladas con el nombre de Abselán Bengalí en los carteles. Fue banderillero de Simón Carreño y luego de José Luis Barrero toda su carrera. Gestionó los inicios novilleriles de Julio Norte y Andrés Sánchez y representaba en Salamanca al empresario riojano Vicente Lumbreras.

Pedro Mari Azofra 

PIES DE FOTOS:

-Pablo Hermoso I, el ex presidente de la plaza de Logroño, Antonio González Suberbiola y Juan Andrés Hermoso.

-“El Capea”, su esposa y su hijo en la plaza de Logroño.

-Pablo y Guillermo Hermoso de Mendoza en el minuto de silencio.

Fotos: Carmelo Betolaza.