Nos hartamos de nombrar pases, que pocos distinguen y muchos escuchan o leen, lances que suelen ser casi siempre los mismos…y el público distingue y esencialmente si le gustan aplaude o corea. La verónica, el natural, derechazo, chicuelina, el de pecho…suelen ser conocidos.
Las estocadas tienen menos variantes. O es buena, cala y está colocada arriba o casi, o es desviada de la parte alta…Si son efectivas y el toro cae pronto se aplauden. Hay otros casos que claramente se ven infames, como lanzadas, o a la barriga, a medio meter, muy traseras…y cualquiera se da cuenta del estropicio y protesta o se calla.
Los pinchazos no son dudosos, aunque se protestan mucho los traseros y más si el protagonista sale huyendo, y los descabellos tampoco. O se acierta o se repite hasta acertar.
En la suerte de varas, si el picador cita de lejos y deja arriba picotazo o varetazo será aplaudido. Si anda por los costados, incluso arriba, pero insiste, tapa la salida, dura tiempo…pitos seguros. Lo de los mozos de caballos para otro rato.
Los trajes de toreros, incluimos banderilleros y picadores, tienen numerosos “capítulos” y se nos ha ocurrido exponerlos por si algún curioso se interesa. Simplemente. Ahí están.
No incluimos en esta breve nota didáctica los trajes de mulilleros, apoderados, mozos de espadas, ayudas de mozos de espadas o vendedores de bebidas. Tampoco el del torilero que también tienen unos ramalazos diversos y a veces estrambóticos.
Sí suele estar, a veces, en el callejón el mayoral de la ganadería vestido con traje campero o traje de corto: Sombrero cordobés de ala ancha, chaquetilla corta, calzona, votos camperos, camisa de chorreras o normal, blanca… y si hace frío un chaquetón que se llama marsellés y los toreros suelen usarlo, con indumentaria similar a la descrita, para hacer el paseíllo, a forma de capote de paseo, en los festivales.
También hay trajes camperos de pantalón largo y con botines así como de bailaor. Nos hemos esforzado en exponer lo de luces o similar.
Pedro Mari Azofra