-La ausencia de premios a toreros vacía los tendidos de público que va a divertirse, aunque también se emocione, y tener algo que contar.
-El “aficionado de solera” ha despreciado históricamente los toreros “taquilleros” y carteles de banderilleros aplaudidos mayoritariamente.
-Manolete, Litri, Chamaco, El Cordobés, Espartaco, José Tomás, Jesulín, El Juli, Roca Rey…y otros taquilleros más clásicos multiplicaron los festejos.
En el mundo, ambiente e incluso en la información general taurina, “aficionado”, aquirindoy, solía llamarlo Cagancho, es el entusiasta, admirador, devoto y adicto a los festejos y a la fiesta de toros. Se supone que saben y conocen el origen e historial del toreo y son los llamados entendidos, que suelen ser exigentes e intolerantes por regla general. Defienden la seriedad y autenticidad del toro y toreo.
El “público”, pucanó lo llamaba Curro Puya, es el espectador, la concurrencia, la gran afluencia, la multitud, el conjunto de personas…las masas en contraste con el “otro” sector de menor número y más destacado.
La afición, quirindañí, personas con mucho interés litúrgico y doctoral y el público, la mara, para agitar los pañuelos (chavelar os pinchós) y pedir mirlas. También para protestar toros inválidos. A los “tocados” no llegan.
Utilizando números, suele calcularse un 5% de “especialistas”, un 60 % de público que disfruta en los toros y el resto indiferente o según venga el aire o se trate del toreo de moda, paisano o de vulgar popularidad.
Mantiene festejos, y ferias importantes, el sector espectadores, salvo en pueblos y ciudades chicas que los Consistorios tienen que aportar dinero, la plaza y otras concesiones si quieren adornar sus fiestas con un programa taurino.
Las mayorías taurinas está decepcionadas con los resultados ya que son incontables las tardes que salen de los tendidos sin haber disfrutado con una vuelta al ruedo de algún protagonista de luces.
La “multitud” acude, previo pago, a un coso a disfrutar dentro de la seriedad que implica la “lucha” de un hombre y un animal “salvaje”. Y goza cuando lo que ha presenciado se premia con una vuelta al ruedo del torero, con palmas y ovaciones, o mostrando orejas de los toros como trofeos y hasta algún rabo. El espectador común aplaude la vuelta al ruedo de algún toro u o si es ovacionado en el arrastre. Si estas cosas acontecen vuelve porque cree que su inversión ha valido la pena.
Lo anterior no quiere decir que se premien vulgaridades, charlotadas, se toleren toros afeitado o inválidos…que saltan al ruedo demasiados, o que la presidencia gubernativa sea una tómbola aldeana.
El “aficionado” suele presumir: “A los toros no se va a divertirse”. O: “Las orejas son para los carniceros”. Hay que añadir que si hubo trofeos, vueltas, ovaciones… se vieron pasajes, escenas, detalles que gustaron a la mayoría. Si no hay nada que contar…Suelen contarse avisos ¡Un aburrimiento!
Por cierto. Hace unos meses criticaba que en las novilladas (2023) de Arnedo, 5, hubo 14 avisos, 15 silencios de premio y 93 agresiones de acero sumando pinchazos, descabellos y estocadas ¡Se obtuvieron 8 orejas!. Es para pensar ¡Qué aburrimiento! Acude poco público y eso que un gran sector canta, baila…y disfruta de una gran banda de música Pero no se puede dejar un asado y copas a la fresca de sobremesa para ir a escuchar la trompeta para pesados.
En la última serie de Madrid se aproximó a 100 el número de avisos…en faenas sin sustancia y con humana comprensión presidencial ¡Qué coñazos! Pero Madrid es muy grande y se han agotado las entradas más de la mitad de las tardes.
Ante ausencias taquilleras, este año habrá en Arnedo una novillada menos para que las pérdidas sean menores. Aún así el Ayuntamiento desembolsa un “cuarto de quilo” de euros, más o menos.
UN EJEMPLO REAL CON DATOS
En Bilbao, hasta no hace tanto, era un espectáculo la liturgia de ir a los toros en las Corridas Generales de Aste Nagusia. Una movilización ciudadana multitudinaria. Ha pegado un bajonazo espectacular y quiero analizar una feria reciente…y la decepción: Año 2022. Tengo para mí que en el cartel, completo y atractivo, sólo faltaban Diego Urdiales, Luque, Diego Ventura y Aguado. Por poner alguna pega. A tenor de los resultados sobraron muchos.
La feria programó 8 corridas de toros, una de rejones y una novillada. Sábado, apertura con toros de Dolores Aguirre y cierre el domingo siguiente con “miuras”. En cartel, Bolívar, Castaño, Román, López Chaves, Escribano y Fortes. Ni una oreja. Corrida excelente de Santiago Domecq con 4 toros ovacionados en el arrastre: Valadez, 1 oreja. Se fueron “sin tocar pelo” Perera, Téllez, El Juli, 2 tardes, Rufo, Manzanares, Morante, Ferrera y Garrido. Con los ya citados, 14 en total.
Talavante cortó 3 orejas en dos tardes, Roca Rey 3 en su única actuación, Paco Ureña, 2, y Ginés Marín 1. Y ahí se acabó la historia del disfrute popular salvo 3 premios en la tarde de rejones, un cuarto de plaza, y 2 en la novillada, otro cuarto.
El ciudadano que ha pagado, y ha dedicado 9 tardes a los toros se mosquea y brilla por su ausencia con quiebra taquillera. Además de no ver nada se ríe el vecino.
Hubo 4 días de 1/4 de plaza, 2 de 1/2, 1 de 1/3 y 2 de 3/ 4. Se calcularon 42.000 entradas. Mucho menos “que antes” y de lo que el cartel merecía. Y lo peor fue que los espectadores salieron aburridos. “No hemos visto nada en algunas tardes”. Los días de más público fueron con Roca Rey, El Juli, Morante y Talavante.
Este año 2022 en Albacete hubo 8 corridas y 2 novilladas.
LOS TOREROS MÁS TAQUILLEROS
Los toreros llamados “taquilleros”, los que más públicos han llevado a las plazas, son desacreditados por los aficionados de solera y a la vez resultan los más rentables y populares porque las gentes salen complacidas de sus tardes, son muy rentables para la empresa y multiplican los festejos.
Chamaco, torero tremendista y taquillero, toreó 24 novilladas el año 54 en Barcelona donde sumó en 12 años 178 tardes. El oriundo Bernadó, un clásico del mejor gusto, allí estaba. Y sumó con el de Huelva 27 novilladas y 39 corridas de toros. Gracias al taquillero. El catalán, luego empresario y apoderado, Manuel Espinosa alterno 11 tardes con el de Huelva ¡Había para todos! .
Se leía: “Chamaco, el más discutido el más apasionante y el más taquillero”.
Ya sé. Reconozco que a veces el impresionismo, efectos teatrales, gesticulación, tremendismo… dramatizan, conmueven y seducen. Y también que los torillos, la escofina, el mueco…ayudan repartidos con los toreros clásicos.
“El Cordobés”, el más taquillero de la historia, multiplicó las peñas taurinas, la ferias, duplicó los honorarios de los compañeros, cobraba un millón cuando los colegas andaban por las 200.000…y los demás se apuntaban a los chivos desmochados que el público, y la autoridad incompetente admitía. Además, daba lecciones de toreo al natural hasta en Sevilla como certifica “Clarito”. Mandó en los ganaderos, empresarios, ferias…de España, Francia y América.
Atraían al público “corriente” y daban oportunidad a los “buenos toreros”. Muchos de ellos salieron a hombros en Madrid. Manolete, 4 tardes, Arruza, 3, Dominguín, 5, Litri, 7, El Cordobés, 8, Espartaco, José Tomás, 7, Jesulín, El Juli, 1, Roca Rey, 2…Ojeda, Joselito…Un recuerdo a César Girón, Rincón, Ponce…
LA CORRIDA DE LOS BANDERILLEROS
Debió ser a final de los 70 y principios de los 80 que banderilleaban Paco Alcalde, Teruel, Ortega Cano…pero un rato más tarde en muchas ferias se anunciaba un cartel de banderilleros que llevaba mucho público: “El sindicato de la madera”. Hasta se comentaba que salvaba o compensaba las malas entradas de “toreros normales”. Formaban el cartel Esplá, El Soro, Víctor Mendes, Morenito de Maracay…con mucho público a favor. “Exponen cuerpo a cuerpo si telas por medio”.
El cartel era muy criticado y se fue apagando. Los exquisitos no le daban cuartelillo y las empresas no los necesitaban… en tiempos de “abundancia” a pesar de que “cumplían” con corridas serias que prestigiaban a corriditas.
En el toreo siempre hubo diversidad y libertad de elección. No se pueden generalizar resultados, pero si abunda el hastío y la hartura llega la inapetencia o indiferencia y el comprador no adquiere el producto que le ofrecen. Entendiendo que no se puede garantizar segura bravura o toreabilidad en los astados pero sí un mínimo de complacencia y contento general basado en resultados sin heroicidades.
Si Curro Romero únicamente hubiera dado petardos…Entre el 66 y 69 le vi en Sevilla 14 tardes. Tres de …nada y 6 orejas una corrida con 6 toros. En el 67, dos tardes de dos orejas y 2 a cero. Al siguiente, el día de El Corpus cortó 4 orejas a 6 toros, otra en soledad y otras 4 tardes a dos velas. Total: 15 trofeos y 9 festejos “de campo”. Más o menos. Unos lo detestan, otros se vuelven locos con una trinchera, molinete o desplante, verónicas, media…porque iban a ver eso. De otros…es mejor no escribir porque no se entenderá nada.
Pedro Mari Azofra
PIES DE FOTO:
-“Manolete” en la plaza de Logroño: 21-944 (orejas y rabos). –Antonio Borrero “Chamaco”. –“El Cordobés” de novillero en Logroño: “No hay billetes”. –Espartaco en “La Glorieta” de Salamanca. -“Litri” en Logroño con el aficionado Pepe Zamora y el onubense Carlos García Planas, corredor de apuestas del frontón Beti Jai, directivo del CTL en 1951 y del equipo “Alamares” de Radio Rioja. Falleció en Logroño mediados los años setenta.