El vitoriano Pedro Andrés se probó con reses de los hermanos Álvaro y Pablo Lumbreras.

El domingo 14, con dos puentes laborales en La Rioja, nos metimos en la temporada taurina un puñadito de aficionados. Fue en los predios ganaderos de “Río Bravo”. Dehesa en el término de Villamediana de Iregua a 4 kilómetros de Logroño. Los hermanos Álvaro y Pablo Lumbreras, titulares del hierro, y Carlos, el padre y motor, ya han eliminado los novillos que iban a lidiar en San Adrián de Navarra, Arnedo, para designar al ganador del “Zapato de Plata”,  y Aldeanueva de Ebro. Todos esos festejos han quedado borrados. Otras cabezas bravas sin proyección también se han destinado al matadero industrial al no verles salida ni forma de quitarles el  apetito sin consumir.

Mañana agradable y torera que se remató con vinos de la tierra para acompañar unos caracoles guisados de lujo, “a la riojana”, por Sergio Olagaray torero amateur de Navarrete. Tortillas camperas que Asun, la ganadera consorte borda, queso de Cameros en su edad de lidia, chorizo y salchichón, de Lardero, con el punto de curación perfecto para darles fiesta.

Abrió plaza Camillera, una erala que no destacó en el caballo pero se dejó dar cuarenta pases cerca de tablas sin crear problemas ni ponerlo fácil. No se desplazaba mucho pero repitió sin dudas ni renuncias a lo que le planteó el chaval que pudo haber aportado algún pasaje con más variedad pero aprovechó lo que había en numerosas tandas relacionadas por ambos lados.

El eral, Tentador, gordo y con bonito corte, tuvo un pitón izquierdo excelente, mantuvo codicia después de varias entradas al peto y ofreció posibilidades de lucimiento cerca de tablas y en los medios. Embistió humillando y tuvo la emoción suficiente para que el becerrista no le perdiera el respeto con muecas de esas que suelen verse con bóvidos mortecinos. Ambos astados tienen la procedencia Núñez.

Toreó las dos reses el becerrista Pedro Andrés, de Vitoria. Tiene buen aire torero, expuso con serenidad a la hora de colocarse para iniciar las tandas y obtuvo pasajes de buen toreo, justa escenificación y escasos reparos al volver a la cara cuando sufrió algún achuchón. Anda por los 16 años y se ha formado algún tiempo en la escuela taurina de Medina de Ríoseco.

A caballo picó Ramitos, certero y ajustando la colocación en los cites, y como auxiliares con el capote, lidiando y quitando con eficacia y puntualidad, el pucelano Jesús Herrero “Herrerito” y el bilbaíno Nahún Sarachaga.

Con el torero alavés llegó su padre, Jesús, de joven fue aspirante a torero, y Pachi, de bodegas Arabarte, incorregible aficionado. El promotor castellano Manuel Lobato, Mario y de tierras riojanas Pepe Rioja, periodista gráfico, y Monse, compañera de vida.

Llevó un poco la manija didáctica el que fuera matador de toros vallisoletano, de La Seca, Jorge Manrique. Matador zurdo que toreó 27 tardes en Valladolid y salió en 8 ocasiones por la puerta grande. En alguna feria cortó 6 orejas alternando con Manzanares, Roberto Domínguez, Dámaso González, Campuzano II… y a los “cebadas” les cortó tres en una tarde. Está en el campo sin darse importancia y apuntando al chaval orientaciones con discreción, medida y temple.

Cualquier salta jaras, que no ha matado un chivo atado, se da resonancia como si hubiera sido adversario de Belmonte y este castellano rebosa campechana naturalidad habiendo sido alguien un rato largo…aunque no alcanzara galones de figura del toreo. Según mi parecer.

Jorge me trajo recuerdos de días camperos, en las dehesas charras, con Pedrés, Manolo Ferino, Jeromo, El Raboso, Jorge empezaba, y su padre, Amancio Manrique “El Taca”, que tuvo toda la gracia del mundo. Cantaba, bailaba, hacía juegos de mano…y era serio y formal en su negocio de las chacinerías de carne de caballo. Del “tacatá” equino y el oficio le vino el seudónimo. “El Taca” fue célebre.

La familia Lumbreras, que atiende numerosos encierros, festejos con toros en las calles, vaquillas, becerradas, novilladas sin picar…por tierras riojanas, navarras, vascas y castellanas, aguanta con buen temple y resignación la cornada. Como los criadores de bravo del resto de España, Portugal y Francia.

Con el panorama actual hay un parón en todo el toreo profesional y también se ha parado el escalafón escolar, de becerristas y de novilleros sin picadores.

Lo primero que se suprimen son los festejos taurinos a los que no veo salida ya que antes del paseíllo más modesto hay que invertir un dinero fuerte. Si es difícil de recuperar en condiciones normales, y con subvenciones por la escasa asistencia, lo será mucho peor con el tema de las precauciones y distancias aunque no es menester marcarlas por la escasa asistencia…ya histórica.

 

PIE DE FOTOS:

1-Pedro Andrés toreando al novillo Tentador.

2-Ganadero, picador, toreros e invitados ante el palco de la plaza.

Pedro Mari Azofra.