La historia de nuestro país, a partir de la conquista, siempre ha estado ligada a la fiesta brava.

Fue en el año de 1526, cuando se celebró el primer festejo taurino en lo que hoy es el Zócalo capitalino.

El evento se realizó en honor al conquistador Hernán Cortés y fue el inicio de una tradición que causaba revuelos en la Nueva España y que fue el espectáculo más destacado de aquellos siglos.

Se dice que algunos de los libertadores llegaron a tener una estrecha relación con el tema taurino.

Incluso en algunas crónicas se habla de don Miguel Hidalgo,  habiendo asistido a la Plaza de San Luis Potosí, días antes de llevarse a cabo el grito de Independencia, suponemos que como ganadero.

José Maria Morelos por su parte desde la infancia mantuvo una cercanía con el ganado bravo, quizá en la crianza del mismo como parte de las tradiciones.

E Ignacio Allende se dice que toreaba, creemos que, sin llegar a ser profesional, pero con gran pasión.

Y fue la noche del 15 de septiembre para amanecer el 16, cuando se llevó a efecto el tan famoso grito de Independencia en el  pueblo de Dolores Hidalgo. E inició la guerra que permitiría que el pueblo mexicano tuviera libertad y pudiera apartarse de la Corona Hispana.

Hace muchos años que no se realizaba un festejo histórico en la Plaza México,  en esta fecha.

México deja de ser la Nueva España y se convierte en el principio de una República.

Pero algo que nunca perdió fue el gusto por la tauromaquia y a pesar de todos los intentos por demolerla, aquí sigue, más viva que nunca y regalándonos un cartel este lunes 16 a las 16:30 horas en el que

Partirán plaza el rejoneador Cuauhtémoc Ayala y a pie Juan Luis Silis, Pepe Murillo,  Angelino de Arriaga, Luis Ignacio Escobedo y Juan Pedro Llaguno. Se anuncia un encierro de la ganadería de “San Marcos “

Este festejo se celebra a la usanza charra.

Ya hablaremos en breve de cómo la Charrada Salmantina influyó directamente en lo que hoy conocemos como Charrería y se considera en México nuestra fiesta nacional.

Alexa Castillo