Noche de festejo taurino en la Plaza México.
Se registró buena entrada en tendido numerado. Un cartel femenil nocturno que se promovió con gran énfasis y tuvo una respuesta favorable.
Este domingo 11, se celebra en “Las Vegas” el Súper Tazón del Fútbol americano, mismo que año tras año convoca a las familias mexicanas, mismas que se reúnen a disfrutarlo a través de las transmisiones y es por eso qué la empresa decidió cambiar la fecha por el presente día.
Es un poco extraño, que se celebren festejos en viernes. Habitualmente teníamos el jueves taurino que sin duda era una tradición desde hace más de 80 años en nuestro país.
Era un evento que causaba un poco de controversia. Ha habido pocas corridas femeniles en esta plaza y salvo un rotundo triunfo por parte de la española Mari Paz Vega, no hay gran cosa que recordar. Y a pesar de mucha polémica, era la oportunidad de dejar claro que merecían estar acarteladas un domingo de temporada.
Pero finalmente el público respondió. Fue una sorpresa la entrada ya que además del inusual día, hoy había cientos de eventos en la Ciudad que parecían acaparar la atención del público que siempre está buscando dónde y cómo divertirse.
Los toros fueron de las ganaderías de Vistahermosa (1o., 4o. Y 6o.) y de Marco Garfias (2o., 3o y 5o.)
Algunos, sobre todo los de Garfias, justos en presencia, pero por lo menos hoy tengo que agradecer a la vida que me dio la oportunidad de volver a ver un toro embestir, pelear, volcar a un picador y luchar por su estirpe en esta hermosa noche. Y ese será un tema para mucho.
De entrada, tengo que decir que el hecho de haberse conformado un cartel de puras mujeres no me encanta, pues si bien se ha insistido en la inclusión, al aislar el festejo en un día diferente, se rompe. El público tiene otro punto de vista, no tan objetivo y cambia la buena intención.
Hilda Tenorio sería “madrina” de confirmación de alternativa de la queretana Paola San Román y la colombiana Rocío Morelli.
Hilda es una mujer que ha luchado desde muy niña por cumplir su sueño. Que ha sido duramente castigada por los toros y que siempre ha sido una profesional, pero lo que aconteció en esta ocasión podría marcar un antes y un después.
Hay malas tardes ¿pero ésta? Quisiera tener un calificativo que no pareciera negativo pero no lo hay. Creo que en lugar de estar haciendo promocionales y visitas a la prensa hablando de más y auto alabando su trayectoria, debió irse al campo, a prepararse a fondo y a conciencia.
Hay algo que cuando no se controla, no puede disimularse. Su primero tuvo genio. Y en cuanto se sintió insegura, decidió abreviar, sin dejar ver absolutamente nada más que su prisa por tirarse a matar y acabar con su primer compromiso. Escuchó dos avisos y fue fuertemente protestada. Pero lo peor vendría en el cuarto. Un toro con calidad que justo antes del puyazo, dobló las manos y que aparentaba no daría batalla. Un toro al que no entendió y cuando lo hizo, con cierta distancia pudo dejarlo ver. Algunos muletazos sin ligazón en que el animal se empleó a fondo, con fijeza, ¿y luego?, se acabó. No quería saber más. Fue una carnicería. El público estaba encolerizado. Realmente fue paciente con ella, ansiaba verla triunfar y ella no lo agradeció. Sonaron los tres avisos y ella tras del burladero pudo ver como el toro se mantuvo como diez minutos en pie, hasta que paso a paso regresó a los toriles bajo un abucheo para ella y palmas al toro por su estámina de no dejarse caer en el ruedo y morir ahí, indignamente, luego de que su transgresora le faltó al respeto.
A muchas personas les molesta mi comentario, pero no es solo una mala tarde, es qué si se dicen “Matadores de Toros”, para mi es una vergüenza que no puedan sustentar su título. Al toro bravo se le respeta en su vida, aunque para honrarlo basten 20 minutos y con mucha más razón en su muerte.
Paola San Román confirmó alternativa en primer lugar. Tuvo ciertos destellos, pero no logró acomodarse con el de Vistahermosa que era ciertamente incómodo.
Lo interesante vino después
Hoy citaré el magnífico retrato de “La Hermosa Betty” del francoperuano Albert Lynch que se exhibió en 1890 en Paris, y que ha sido motivo de algunas críticas.
Recordando las palabras de Hans Betancourth “el arte provoca en quien lo contempla un placer sensorial, intelectual o espiritual, siendo la belleza la encargada de provocarlo”. Esta obra se sitúa en el periodo del movimiento neoclásico, finales del siglo XIX, en que la se pretendía volver a los valores estéticos y filosóficos de la antigüedad clásica. Esos modelos buscaban una perfección detallada, estilizada, pero sobre todo natural. Así como natural es la manera en que Paola logró desenvolverse. Todo surgió desde la decisión y fue componiendo trazo a trazo los más intensos instantes que confirmaron el momento que se quedó plasmado en nuestras retinas.
Para algunos puede o no haber belleza en el arte, pero definitivamente desencadena reacciones. Y hoy Paola logró emocionar al cónclave. Sin duda hay mucho que mejorar, pero a diferencia de sus compañeras, siempre echó el pie pa’ lante y aunque por obvias razones falta un poco de sitio, su entrega tuvo repercusión entre los parroquianos. Lamentablemente no firmó el cuadro y solo dio la vuelta acompañada del ganadero.
Ahora hablemos del óleo con el que se pudo crear tan armónica obra.
Los colores eran de terciopelo, con un punto exacto de unción, lo que permitía que los pinceles pudieran plasmar tal viveza en el lienzo, matizando perfectamente cada espacio. ¡Vaya emoción! Desde la salida vimos un astado en toda la extensión de la palabra. Se arrancó de largo para acometer al caballo y levantarlo por los aires. Su ímpetu abrió peligrosamente las puertas del callejón. Un buen puyazo de Erik Morales y ese buen sabor cuando en el ruedo huele a bravura. Su desempeño fue de menos a más pues así también fue como la torera lo entendió. Se tragaba la muleta sin ser de carretilla, pero con tal transmisión que pudo elevar los olés por los cielos.
No hubo trofeos para la queretana pese a que el público los exigía, pero acertadamente el juez los negó, ya que eso le dio mayor seriedad a la actuación. Pero sin duda el arrastre lento fue merecido y por lo menos a mí, me han hecho la noche.
Rocío Morelli, también confirmaba y en su primero se fue a los medios de hinojos, cosa que calentó el ambiente, de una noche ya de por sí bastante cálida. Inició con toda la voluntad. No fue una faena eslabonada. Más bien utilizó todos sus recursos para agradar a la gente. Para justificar su presencia en esta plaza y en este cartel. Tuvo detalles interesantes y sobre todo voluntad, pero sin duda dejó ver la falta de sitio que existe y por ello no se redondeó su primer trasteo. Sin embargo, se tiró a matar con enjundia y el biombo le otorgó la oreja, misma que fue aceptada por el respetable pero que sin duda estuvo un poco excedida.
En el que cerró plaza se vio más a detalle ese desconociendo de los terrenos ante otro bravo de Vistahermosa, que nos permitió un espectáculo en el primer tercio. Recargó con fuerza contra el callejón y mandó al picador Alejandro Martínez hacia adentro del mismo.
Vimos a la colombiana un poco indecisa, y ello le llevó a dos arropones, que, porque el toro tenía fijeza e inmediatamente fue tocado por el providencial quite de un subalterno, si no podría haber sido lamentable. Falta mucho por trabajar ya que escuchó dos avisos también y quizá le regalaron unos segundos más de la cuenta para que no sonara el tercero.
Sin duda una noche interesante, pero en términos generales si hay que asentar que faltan recursos y qué si bien las dos triunfadoras tienen grandes posibilidades, no basta con el arrojo. Hay que mejorar la técnica y prepararse a conciencia, porque hoy el encierro ayudó sin dejar de exigir, pero a veces la suerte nos pone frente a un toro más complejo y hay que tener la muleta suficiente para sortearlo.
En cuanto a Hilda y sin afán de faltar al respeto, creo que debe hacer un análisis pues lo ya antes dicho: El toro merece un respeto pues él da su vida en el ruedo. Y si no se es capaz de hacerlo, más vale apreciarlo desde el tendido.
Alexa Castillo