El primer festejo en tierras francesas de la nueva normalidad tuvo lugar en Beaucaire, en un desafío ganadero: tres novillos del Conde de la Corte y otros tanto de doña Dolores Aguirre. Se anunciaron tres novilleros bragados por estos lares y con estas ganaderías, José Cabrera, Francisco Montero y José Antonio Valencia. El duelo ganadero se lo llevó la vacada sevillana, con dos novillos de nota, destacó el quinto de nombre «Camadroso», premiado con la vuelta al ruedo. Por parte de los espadas, solamente tocó pelo Montero, cortando un trofeo al laureado novillo. Al finalizar el festejo, recibió «Camadroso» el premio a mejor novillo de la tarde; Montero, la «oreja de oro»; y Adrián Navarrete se alzó con el reconocimiento a mejor picador. Por el contrario se declaró desierto el premio al mejor banderillero. Éxito en la primera novillada, reconocimiento a los proscritos de España. Que sean muchos.