Jaime Ostos fue un gran torero,  fue figura y rezumaba personalidad y arte a partes iguales por sus poros. Un tío que compitió dignamente en la época que más figuras ha tenido el toreo en la historia, y que tuvo fama entre otras cosas por la pureza con la que ejecutaba la suerte suprema.

Ese gran valor que transmitía en el ruedo, y ante todo tipo de encastes, lo demostró también para luchar en contra del sistema, en particular para el que fuera el tirano de la prensa taurina de la década de los 60.

Manuel Lozano Sevilla, hombre fuerte del régimen, taquígrafo personal de Francisco Franco, crítico taurino de Televisión Española, Radio Nacional  de España y de la Vanguardia de Barcelona, casi nada. Peso pesado donde los hubiera y que campaba a sus anchas por este mundo taurino. Ha esta persona no le valía el sueldo en sus trabajos sino que además exigía a las figuras 2 millones por temporada, en concepto de publicidad y buena crítica. Mas lo que se llevaba de los emergentes, para que les hiciera un hueco en la parrilla. Un cínico taurino, ladrón y extorsionador.

Pues Jaime Ostos le plantó cara, como debería hacer cualquiera con este tipo de personas, porque probablemente esto paso en la década de los 60, pero también se dará el caso en la actualidad, en muchos portales y críticos que se lo llevan muerto para mostrar su falta de ética y dar buena imagen de ciertos toreros en detrimento de la verdad, honestidad e integridad.

No solo la valentía en el ruedo, contra los toros… no solo se es torero en una plaza… sino también plantando cara a las injusticias, hablando claro de las “extorsiones” y sacando ese lado oscura… mirando de frente a la integridad.

En la plaza de toros de Marbella le plantó cara Jaime Ostos, con las cámaras de Tve en directo y como testigo toda España, en ese preciso momento quedo retratado y ni pudo articular palabra para defenderse. Un día después dimitió de todos sus cargos. Cuentan que el “critico” le denuncio, pero Ostos salió victorioso y por la puerta grande de los juzgados al darle la razón la justicia.

Este fue el Brindis a Manuel Lozano Sevilla

“Tengo el  gusto de brindar la muerte de este toro a don Manuel Lozano Sevilla que es el trincón más grande y más sinvergüenza que hubo jamás en la crítica taurina”.

Declaraciones de Jaime Ostos, tiempo despues en una entrevista.

“A Lozano Sevilla le pagábamos los toreros del momento dos millones de pesetas por temporada, para que nos pusieran bien. Pero por lo visto al señor le parecía poco y un día apareció el niño, su hijo, que era un chico muy guapo que se pasaba las horas muertas jugando en el casino, y me dijo que su padre quería más dinero. Bueno, dije, a la vuelta de América hablamos. Pero mira por donde a mi regreso me entero de que la información que había dado de mi temporada americana nada tenía que ver con lo sucedido. A veces incluso ni me nombraba después de cortar las orejas. Así que le hice saber que ni un duro más. Y empezó a darme leña. Esa tarde de la que hablamos, aprovechando que estaban las cámaras de TVE, le dije que si quería dinero de los toreros se pusiera el vestido de torear y que dejara de robarnos. ¡Nos exigía cuatro millones a los de primera fila! Franco lo apartó de inmediato. Lozano Sevilla me puso una querella pero como tenía pruebas gané el juicio”.

Por Juanje Herrero