El pasado viernes la casa Matilla se sacó de la manga varios carteles para tres plazas: Vistalegre, Jerez y Valladolid. Algo completamente inesperado, aunque es verdad que durante la semana ha habido ciertos rumores por los mentideros taurinos. El caso es que Matilla ha dado un segundo paso al frente, pues el primero lo dio en Sevilla, y ha dejado en jaque a la empresa de Las Ventas al organizar un serial por San Isidro en la plaza de toros de Vistalegre.

La primera liebre en saltar lo hizo en Madrid, al anunciarse 11 festejos por San Isidro. La verdad es que la calidad de los carteles deja mucho que desear varios días, y las combinaciones son las mismas de siempre, pero hay que reconocer que hay un par de tardes que prometen. Sabiendo de mis gustos no hace falta que les diga cuales son. Nueve corridas, un festejo de rejones y una novillada, cosa que se agradece, aunque no nos tendría que sorprender. Y tras echar un ojo a las combinaciones me llama la atención un par de cosas. ¿Emilio de Justo y Ponce, tras ser los protagonistas del 2020, por qué no están anunciados? Creo que sería de justicia incluir a los dos espadas en la feria. ¿Y dónde están los toreros locales? Bien es cierto que la figura del torero local tiene más tirón en plazas como Salamanca o Albacete; pero creo que se comete un error al no contar con toreros madrileños como Javier Cortés, Gonzalo Caballero o Cristian Escribano para este serial.

Tras Vistalegre salió Jerez, a la vez que Valladolid. Las fechas y los carteles son casi iguales. La Casa Matilla no da puntada sin hilo, y en un fin de semana tres de sus toreros actuarán por partida doble…raro es que no esté anunciada una corrida de su hierro alguna tarde. A pesar de la monotonía de las combinaciones de todo se puede sacar algo positivo y es una gran noticia que en Valladolid se vuelvan a dar dos festejos por San Pedro Regalado, algo que llevaba sin verse varios años. Además, creo que es un buen momento para subir un tanto el trapío de los toros que se lidian en Pucela, pues el campo rebosa toros por todos los cercados de las fincas. El siguiente paso es variar de ganaderías, pero eso no lo vamos a ver a corto plazo. Y en cuanto a Jerez lo más destacable es la ausencia de la corrida de rejones, lo que resulta un tanto desconcertante y contradictorio, pues se celebra la Feria del Caballo. Y haría un cambio en las ternas: Manzanares por Juan Ortega, pues en un sitio como Jerez el cartel de los toreros de arte es sinónimo de éxito en la taquilla y en el ruedo si los toros embisten.

La presentación virtual de estos carteles ha generado debate entre la afición, generando varias opiniones y reflexiones. Pero me llama especialmente la atención que aquellos que se preguntaban el año pasado por el paradero de las figuras para tirar del carro ahora se rasgan las vestiduras por verlos anunciados en todas las plazas. Creo que los carteles son muy mejorables y que a fin de cuentas seguimos igual que hace un par de años, pero ¿acaso alguien creía que tras el parón de 2020 íbamos a ver a López Simón con una de Murteira o a Manzanares con una de Pedraza? Otro asunto preocupante es el precio de las entradas, que barrunto que pondrán las entradas al alcance de cierto público.

Hay que ser justos y decir que es de agradecer que se presenten carteles y que ojalá la pandemia y las autoridades permitan que se celebren. Es fundamental que se anuncien festejos, pero hay que mantener la exigencia y no pasar por el aro del todo vale.

Por Quique Giménez