El mundo de los toros está afectado por las corrientes mortecinas que nos invaden por todos los lados por esos grupos bastardos que atienden por animalistas, verdes, ecologistas, todos ellos comparsas de la más recalcitrante y apestosa izquierda que, como se sabe, a dicho grupos los mueven y como si estuvieran embrujados, destruyen todo lo que encuentran en su camino que, como se adivina, los toros son su principal objetivo.

Y, cuidado que esto no ha hecho más que empezar. Aviso a navegantes, como llegue al poder por las urnas el guapo de turno, pobres de nosotros, los aficionados a los toros y a todas las gentes de bien de este país que, aun siendo mayoría, no lo demostramos en las urnas, algo que pagaremos muy caro. Ahí está la reciente historia de ese imbécil llamado Zapatero que con su cara de tonto y su carnet del PSOE nos llevó a la más grande de las miserias; todavía, varios años después, siguen los coletazos de todas las gentes que se quedaron en la miseria por la aberrante política maleficia de este individuo, Dios lo tenga alejado de la política.

La izquierda radical la tomó con los toros, pero no contentos con ello ahora quieren cargarse la caza, sencillamente, para destruir el ecosistema del campo puesto que, sin la caza, imbéciles, se perderían miles de cosechas y como pasó en Barcelona un tiempo atrás, los jabalíes se paseaban por las Ramblas de dicha ciudad. Hablando de la caza, amigos, ya lo han logrado en Castilla León en que, unos jueces absurdos han dictado a favor de PACMA y han prohibido la caza en dicha región. ¿Cabe locura mayor? Y, lo que es más significativo de todo, tanto los toros como la caza son una fuente de riqueza para el país en todos los órdenes pero, a ver quién es el guapo que les mete en la cabeza esta aplastante lógica a tantos descerebrados como tenemos en este país que antes tenía bandera y se llamaba España.

Está demostrado que todos los que quieren prohibir los toros y la caza, nadie tiene cerebro. Son seres que deambulan por el mundo sin norte, sin rumbo, sin criterio propio y, como digo, manejados a su antojo por Podemos y demás huestes destructivas de todo lo que huela a bienestar y progreso. Pongo un ejemplo. Días pasado un señor que tiene una finca de cerezos puso una línea de alta tensión para llevar la luz de una finca a otra colindante que tiene este hombre y, de repente, cuando ya tenía la línea montada, recibe una denuncia de los putos verdes argumentándole que dicha línea eléctrica era nociva para los pájaros que, en su alocado vuelo chocaban contra la misma y perecían electrocutados. Sí, señores, esos mismos pájaros que destruyen la cosecha de las cerezas, se lo comen todo y dejan al dueño en la ruina. La locura llegó al punto de que, este señor del que hablo, tuvo que soterrar dicha línea para no dañar a los pajaritos. Pero, pobrecitos pájaros, hay que cuidarlos.

Es muy fácil atentar contra los toros, contra la caza y contra todo aquello que produzca beneficios para la sociedad en su conjunto, pero nadie de los que atentan, nadie se ha preocupado por esos más de tres millones de personas que no tienen trabajo ni pan y que, por ende viven en la miseria. Si todos los defensores de los animales se preocuparan un poco por la especie humana, todos ellos se llevarían un parado a casa y todos comeríamos con dignidad. Pero no, hemos llegado a un punto que, como seas humano y lo pases mal te pudrirás en la miseria porque para que te cuiden hay que ser animal, de ahí que tengamos ahora mismo millones de perros por las calles y viviendo en la misma casa que los humanos. Definitivamente, hay que ser perro para ser escuchado y atendido.

Como sabemos, los perros son una lacra para la sociedad y de forma muy concreta para todas aquellas personas que viven en un mismo bloque que no tienen por qué aguantar el olor apestoso del perro y sus cagadas por las calles. Pero, como digo, son protegidos por los animalistas, verdes, Podemos y todo lo qu huela a la izquierda criminal. Eso sí, los toros, un animal casi sagrado por la forma en la que viven y por la manera que entregan su vida en los ruedos, a éstos hay que exterminarlos y, a su vez, los miles de puestos de trabajo que generan.

Lo dije y lo repito, pobres de nosotros sí en las urnas vence el tal Pedro Sánchez porque tres minutos más tarde comprobaremos la ruina al más alto nivel, la desdicha más insospechada y lo más grave de todo, el enfrentamiento de todos, unos contra otros que es lo que sabe hacer la izquierda para destruir todo aquello que no les guste y, los toros no les gustan.

Confiemos que triunfe el sentido común y ganen en las urnas las personas lógicas que defienden a España y sus tradiciones, aquellos que están en contra, lógico, de que se enseñe catalán y valenciano en Cataluña y Valencia obviando el castellano que, como es natural y lógico, es la lengua nuestra, la que nos ha definido siglo tras siglo. Como siempre ha ocurrido solo la derecha nos puede salvar de la hecatombe. Si ocurre todo lo contrario, luego que nadie se queje porque habremos logrado lo que hemos votado y si triunfa la miseria nos joderemos todo. ¡Qué pena!

Pla Ventura