Hartos de contar hechos canallescos que destruyen la fiesta de los toros como pudiera ser el caso de ayer en Bogotá, cuando uno encuentra en su camino una noticia esperanzadora, irremediablemente nos aferramos a ella con desmedida ilusión porque, repito, es lo único que puede salvar la fiesta, el toro en su integridad y los toreros auténticos puesto que, lo demás, por mucho que se empeñen, todo será una adulteración de la verdad del espectáculo al que los taurinos, desde hace ya mucho tiempo, están abocando hacia su destrucción y, luego nos lamentaremos.

La noticia referida no es otra que la constatación de que Victorino Martín, con sus Albaserradas, lidiará una corrida en Jaén que, curiosamente es la presentación de dicha ganadería en tierras jienenses. Como es natural y lógico, hay que alabar el gesto del empresario, Alberto García, que en la mayoría de sus plazas suele montar carteles de enorme interés y, la corrida antes dicha, interés lo tiene para dar y tomar y, quiera Dios que ese día 4 de abril, Victorino tenga un triunfo sin precedentes.

Tras comprobar la confección de los carteles de Castellón y Valencia, la corrida aludida en Jaén sabe a gloria; es decir, una bocanada de aire fresco para el corazón de todo aficionado que se precie que, por otro lado, son toros; es decir, nadie puede asegurarnos que saldrán bravos para que los toreros puedan tener su tarde grande, pero sí tenemos la certeza de que serán toros íntegros, con la casta adecuada, con los pitones íntegros y con todo aquello que define a un toro bravo de lidia. Lo que sí tenemos asegurado es que los toros de Victorino no aburrirán a nadie puesto que, el toro auténtico no hastía a nadie.

Es cierto que, referente al cartel de toreros de dicho festejo, como decía hace pocas fechas Ricardo Gallardo, no es precisamente un cartel donde la gente vaya con la predisposición de dar orejas en tropel puesto que, como Gallardo sentenciaba, hay dos clases de público, los que acuden a la plaza con el clavel en la solapa y todo lo que les den les sabrá a gloria y, otro tipo de público que, ávido de emociones por saber qué toros se lidian, acuden a la plaza para estremecerse con la autenticad del toro.

Para la ocasión, Alberto García, con buen criterio y alma de aficionado, ha contratado a Curro Díaz, Rubén Pinar y Alberto Lamelas. Lo explico. Un artista como Curro Díaz capaz de demostrar que, a poco que ayude un toro, el que fuere, se le puede hacer la faena soñada, algo que Curro ha demostrado muchísimas veces; o sea que, al artista tiene más cojones que las grandes figuras del toreo. Le acompañarán, como digo, dos valientes a carta cabal capaces de medirse con los Albaserrada o con el toro que fuere para salir triunfadores del envite, es el caso de Pinar y Lamelas que, de toros y de triunfos saben muchísimo.

Para que este festín sea completo solo falta que, la afición jienense se conciencie de que, en su plaza de Jaén tienen una cita con la verdad más desnuda que pudiéramos imaginar. Tres toreros de los que se ganan los contratos uno por uno y, como decía, la presentación de los toros de Victorino Martín en Jaén. Se trata de una cita ineludible en la que, todos los aficionados de dicha zona deben de acudir a dicha plaza puesto que, en la misma se servirá un plato fuerte llamado VERDAD. Y la verdad, algo que damos por hecho cada vez que un torero se enfrente a un toro, en la inmensa mayoría de las ocasiones no deja de ser una mentira revestida de alharacas para que los ignorantes en materia se la crean.