Enrique Ponce causa baja en El Espinar. El comunicado de la empresa reza que «el torero se habría resentido de la voltereta que sufrió el jueves pasado al entrar a matar a su primer toro». Lo cierto que la realidad puede ser muy distinta. Según diversas fuentes, hay otra versión muy distinta.

El torero se presentó como de costumbre con su cuadrilla al hotel. El apoderado habló con el empresario y le dijo que la venta de entradas no superaba las 500, una cifra ridícula. Los emolumentos no serían los pactados en un principio. Cosa que Ponce no aceptó y se salió del cartel poniendo un pretexto.

Así son las cosas del toro. Nadie quiere adecuarse a la nueva normalidad. A una realidad diferente, donde todos tienen que poner de su parte. Aunque también Ponce está en su derecho de salirse del cartel, si no cobra lo estipulado. Tal vez, Rafael Ayuso debería haber comunicado antes al entorno del matador valenciano como iba la venta de entradas, y no esperar a que el torero de Chiva llegará al pueblo. Sea como fuera, cada uno es libre de sacar sus propias conclusiones. La nueva normalidad no cambia las viejas manías.

La corrida finalmente será un mano a mano. Paco Ureña y Toñete con toros de Zalduendo