Francisco José Palazón es uno de los grandes referentes taurinos de Alicante. Apadrinado por el añorado maestro José Mari Manzanares, ahora tiene el privilegio de ser director de la escuela taurina de su tierra. Hemos querido conocer sus impresiones como profesor y dirigente de la misma; saber de sus proyectos e ilusiones para con aquellos que sueñan con estar en la élite de la tauromaquia algún día.
¿Cuál sería su resumen del primer certamen de novilladas José María Manzanares?
–Creo que ha sido un éxito en todos los aspectos. Hubo un acuerdo entre las escuelas de Valencia y Alicante para costear el evento al cincuenta por ciento. Hacía tiempo que la escuela alicantina no competía así, de tú a tú; y honestamente estoy muy contento. Los chavales han estado muy bien.
Andalucía tiene el respaldo de Canal Sur televisión, lo mismo que Castilla La Mancha y Castilla León con sus respectivos canales autonómicos, para potenciar los festejos de sus respectivas escuelas; ¿en qué situación está Alicante?
-Tenemos que remontarnos culturalmente a las tradiciones de cada tierra. Andalucía sustenta el mundo del caballo, lo rural, y lo taurino está muy arraigado tanto en Castilla como en Andalucía. Luego, cuentan con esos canales televisivos que apuestan por lo taurino. Aquí también tenemos una televisión autonómica, pero el toro no entra en su programación. Tanto Valencia como Castellón cuentan con ayudas de la diputación, en cambio nosotros no.
La escuela de Alicante también cuenta con el apoyo de José María Manzanares.
-Así es, José Mari se ha portado como una figura que es lo que es. Y como pocos, ayudan a la escuela de su tierra.
Kevin, Borja y Angelín son los alumnos punteros de la escuela.
-Sí, también podíamos añadir a Abraham Segura. A estas generaciones de alumnos se les ha juntado el parón del covid, y además arrastraban los años en que la escuela tuvo problemas. Y gracias que Blau Espadas estuvo ahí, los chavales pudieron seguir adelante. ¡Y gracias a Dios! que tenemos el apoyo y ayuda del alcalde Luis Barcala y María del Carmen España, porque de la diputación no tenemos ayuda.
Junto a Francisco Palazón está Álvaro Oliver como profesor. Los aficionados le conocen como un gran banderillero, últimamente en la cuadrilla de Finito, pero, ¿cómo es Álvaro en su papel de profesor?
-Álvaro es un loco de esto. A veces, de un muletazo sacamos hasta siete versiones de cómo podría ser lo ideal. Tenemos que sacar partido del toreo de salón, ya que no contamos con tantos tentaderos como nos gustaría. Para mí, Álvaro es junto a Juan Rivera uno de los mejores toreros de plata que ha tenido Alicante.
Cualquier alumno sueña con ser Morante, De Justo, Manzanares, etc. Pero en el toreo hay otras posibilidades para aquellos que no tengan talento para vestir de oro.
-Aquí tenemos a una alumna que está muy por la labor de aprender la técnica, pero tiene varias aspiraciones: ser cirujana taurina o bien mozo de espada. Luego hay otro alumno que ha decidido hacerse mozo de espada, Nacho Ayala.
¿Cuál sería el perfil de torero con el que sueña Francisco José Palazón?
-En mi cabeza tengo muchos conceptos. Habría un abanico muy amplio. Un torero muy agarrado al piso, con buen trazo y siempre versátil a la hora de dominar diversos encastes. Ejemplos de toreros serían muchos: Perera, Juli, José Mari, Emilio de Justo o Luis Francisco Esplá. Hay también dos toreros a los que les tengo respeto y admiración por su pureza y ortodoxia, que serían Saúl Jiménez Fortes y Paco Ureña.
Existe un tópico muy extendido entre algunos taurinos, que habla acerca de si todos los alumnos de escuelas fuesen parecidos, repetidos en sus conceptos. ¿Qué opina Palazón sobre ello?
-Aquí por ejemplo, tenemos a los anteriormente nombrados: Kevin, Angelín y Borja, que son absolutamente diferentes. Y si miramos a otras escuelas veremos que esta pauta también se da. Cada alumno como persona es diferente a otro y en el estilo torero también lo es.
Nuestro compañero Luis Pla Ventura dice de usted, que es el Diego Urdiales alicantino. Por su forma de torear, colocación, pureza, etc.
-Muchas gracias por esa deferencia a Pla Ventura. ¡Es un pedazo de piropo! Creo ser un torero con personalidad marcada, y que a veces se ha equivocado. Creo haber tenido los conceptos muy marcados, y eso quizás me ha perjudicado. Ahora, en cambio, en mi cabeza hay mucha más apertura, otros enfoques… Cierto es, que a Diego le ha costado años; mantenerte fiel a un estilo tan puro no es nada fácil.
Agradecemos a Francisco José Palazón sus declaraciones para Toros de Lidia, y como la conversación daba para mucho, debido a su irrefrenable afición; esa «locura» como él dice que tanto afecta a los románticos del toreo, quedamos para otro momento, donde nos hablará de sus querencias, gustos y anhelos como torero. Esta vez fue como director de la escuela alicantina.
Giovanni Tortosa