El mundo del toro llora la pérdida de una de las figuras del toreo más importantes de finales de los 60 y principios de los 70 del siglo XX, el diestro madrileño Ángel Teruel Peñalver. Vivía en su finca cacereña de Bohonal de Ibor tras alejarse del ambiente taurino después de sufrir un accidente cardiaco que le dejó secuelas en el rostro.
El matador de toros del barrio madrileño de Embajadores tuvo desde su infancia una gran afición a la tauromaquia y estuvo relacionado a la familia Dominguín. Desde muy joven despuntó como novillero. Su debut en el coso de Vista Alegre en Carabanchel en las novilladas de la Oportunidad, que lanzaron a otros grandes toreros de esa época, fue un éxito y tras una gran etapa en el escalafón inferior tomó la alternativa en Burgos el 30 de junio de 1967 a los 17 años apadrinado por Santiago Martín El Viti.
Teruel confirmó alternativa en la plaza de toros de Las Ventas el 12 de mayo de 1969 también con El Viti y desde muy pronto tuvo un gran reconocimiento en esta plaza por la que llegó a salir hasta en cuatro ocasiones por la Puerta Grande.
El diestro de Embajadores fue un torero de largo oficio y con un estilo típicamente madrileño, por su suficiencia y su elegante actitud ante el toro, aunque gustó especialmente en la plaza de Sevilla. Su carrera se acba definitivamente en 1984 después de una retirada en 1973 y ausencias a mediados de los años ochenta.
Su hijo, Ángel Teruel García, también es matador de toros y su hermano, Pepe Teruel, fallecido en abril de este año fue su peón de confianza en su cuadrilla en gran parte de su carrera profesional.