Gonzalo Caballero volverá a pisar el albero de la monumental de Las Ventas después de la grave cogida que sufrió el pasado 21 de mayo durante la Feria de San Isidro. La faena había alcanzada cotas importantes y el premio estaba cerca. Lanzó al aire la moneda de Caronte en la suerte suprema y el toro de El Pilar le acribilló con el acierto de una daga su muslo izquierdo.
Han pasado casi cinco meses desde de aquel gravísimo percance y, a pesar de vivir una dura recuperación, el diestro madrileño mantiene intactas las ilusiones con la que afronta cada una de sus citas en la que es su plaza. Late en él la misma intensidad que demostró momentos antes de aquella cornada.
– Regresa a Madrid tras su comparecencia en San Isidro. Aquella tarde salió, una vez más, a darlo todo. El resultado: una grave cornada de 25 centímetros en el muslo izquierdo.
Fue una pena porque había conseguido cuajar al toro y, lo que es más importante, sentir los olés de Madrid. Es por esto por lo que te levantas cada mañana y entrenas todos los días: por sentir a Madrid. Sabía que tenía el premio muy cerca y no podía reservarme nada. Me tiré a matar muy de verdad con todas las consecuencias y luego llegó un percance que me ha mantenido tres meses en el dique seco.
– La espada estaba siendo determinante a la hora de que llegaran los triunfos y no dudó en ofrecerle todo a ese toro de El Pilar. Matar o morir.
Era muy importante el cortar una oreja con fuerza y dejar las cosas muy bien encaminadas antes del segundo toro de mi lote. Conozco a Madrid, desde que la pisé como novillero sin picadores, y se qué es lo que quiere y lo que valora. A Madrid hay que ir con toda tu entrega y verdad por la grandeza que aguarda. No me arrepiento de haberlo dado todo porque encontrarme con el respeto de Madrid me llena de orgullo y confianza.
– La temporada no está siendo todo lo prolífica que uno desearía en cuanto a número de festejos, pero si es cierto que hemos podido ver la madurez y el poso en los que ha conseguido envolver su toreo.
El tiempo es el que te hace ver las cosas de otra manera. El tiempo te da el poso y la experiencia para afrontar las cosas desde otra perspectiva. Yo me he educado en Madrid. Comencé a querer ser torero sentado en sus tendidos cada domingo y en las ferias. Se cuál es el toreo que busca Madrid y es el que me han inculcado. Es cierto que la recuperación ha sido lenta y dolorosa porque recuperar el ciático es bastante complicado, pero cerraba los ojos y recordaba esos olés. Me hacía sacar fuerzas y ahora sólo deseo culminar aquello que empecé el 21 de mayo.
– Ahora vuelve a Las Ventas en uno de los festejos con más identidad de los que se programan. ¿Ilusionado, motivado…?
Es un día muy especial para cualquier español. Este año mucho más para mí por poder trenzar el paseíllo en Las Ventas. Desde que se anunció el cartel han sido innumerables los mensajes que he recibido de aficionados que quieren volver a verme en Madrid y eso me llena de ilusión y me hace afrontar la tarde con la idea de devolver todo ese cariño. Lo voy a dar todo como en cada una de las cinco tardes que he tenido la suerte de verme acartelado en Madrid: el día de la alternativa fue la espada la que me robó la puerta grande, luego vino la tarde en la que pude dejar la mejor estocada de San Isidro y, por último, han sido tres tardes en las que me ha tocado vivir la cara amarga del toreo. Es duro, pero son cicatrices que me hacen recordar que cada vez que voy a Madrid es para entregar mi cuerpo y mi vida por completo.
– Aunque es una tarde que llega en el ocaso de la temporada no cabe la menor duda que un triunfo en Las Ventas siempre aguarda grandes recompensas.
Es una cuestión que me da mucha rabia porque me da igual lo que venga después. Mi recompensa siempre será el poder escuchar los olés de Madrid; poder sentir una puerta grande de Madrid. Me da igual lo que venga después. Me da igual que Madrid sirva de trampolín o que consiga abrir infinidad de puertas. Lo único que deseo es que Madrid me sirva para Madrid; poder sentir 20 muletazos y cortar las orejas. Disfrutar de un olé que es único, incomparable con nada en el mundo. El que cruzaría la puerta grande de Las Ventas es una promesa que le hice a mi padre y es una deuda que tengo con él.
– Concluye la temporada española; comienza la americana. ¿Le veremos vestido de luces al otro lado del Atlántico?
En México me está apoderando una empresa que está trabajando muy bien y que se está posicionando de manera fenomenal: ‘Tauro Espectáculos’. Me iré todo el invierno para allá porque no dejan de salir fechas. Voy con muchísima ilusión por cómo se vive el toreo allí, aunque ahora mismo para mí el día 13 de octubre no existe. Madrid lo merece todo y sólo puedo pensar en un ’12 de Octubre’ que es importantísimo para mí.