En su juventud don Manuel Verduzco Mena fue alcanzado por la incurable enfermedad del mal de montera llevándolo ante los pitones de vacas y novillos. Hijo de padres aficionados a la fiesta brava y nieto de novillero no podrían dar otro resultado más que su afición diera cause a un largo sueño anhelado y en 2006 cristalizara la formación de una ganadería de toros de lidia que bautizó con el nombre de su hija mayor Monserrat.

En su juventud durante un tiempo vivió con la familia Santoyo en su ganadería, en el municipio de Ojuelos, Jalisco, desarrollando una franca amistad con el entonces matador de toros Paco Santoyo quien ha sido su principal asesor ganadero para llevar a cabo su proyecto.

Inicia comprando una parte del rancho del mencionado matador, adquiriéndole un lote de vacas y un semental del conocido ganadero don José “Pepe” Chafik marcado con el #182 de la línea de Chucho Cabrera.

También adquiere otro lote de vacas cargadas, por diversos sementales, de la viuda del matador Manolo Martínez, doña Bertha Ibargüengoytia y un semental herrado con el #112 de la línea de San Mateo el cual sería cambiado años después por su baja cubrición, por el marcado con el #816 de esa misma ganadería.

En el año de 2007 obtiene su registro en la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia y ese mismo año le compra un semental a don Fernando de la Mora marcado con el #110.

Su primera tienta la realizó en el 2009 en la cual participaron los matadores Alfredo Lomelí, con quien tiene una larga amistad y José “Pepe” López. Se tentaron en esa ocasión 15 becerras y 16 machos.

El debut como ganadero se lleva a cabo en el año 2011, una corrida celebrada en Villa Purificación, Jalisco en donde alternaron los matadores Jorge de Jesús Gleason “El Glison”, Alejandro Martínez Vértiz y Alfonso Hernández “El Pali”. Cinco toros se dejaron meter mano pero desgraciadamente los espadas perdieron los apéndices a la hora de matar.

Ya en el 2013 llevó un encierro para lidiarse en Purúandiro, Michoacán por los matadores Arturo Macías “El Cejas”, Jorge Sotelo y César Ibellez cortando una oreja “El Cejas”.

Nos cuenta el ganadero que el hierro lo diseñó su padre, montando una “M” sobre una “V” lo que asemeja a un sombrero conocido popularmente como tejana y los colores de la divisa tabaco y rosa mexicano los eligió su esposa.

Escrito por : Cesar Coll Carabias

Fotografia: Oskar Ruizesparza ( Oskar@oskarfotografo.com.mx)

TIERRA BRAVA allende Aguascalientes