En 1982 don Víctor Manuel Espinosa Acuña, conocido en el mundo taurino como el matador “Manolo” Espinosa, hijo mayor del Maestro Fermín Espinosa Sauceda se decide a iniciar la crianza de toros de lidia, ya que hasta ese momento se había dedicado a la engorda de ganado bravo en el rancho Bóvedas del municipio de Jesús María, Aguascalientes cuando el matador Jesús Delgadillo López “El Estudiante” le envía dos vacas al parto que no tenía en donde ponerlas y le pide que si no tiene inconveniente de darles cabida en su rancho, las cuales al tiempo tuvieron dos becerros.

Como pasaba el tiempo y no venían por ellos, “Manolo” Espinosa envía a uno de los becerros a un festival en Cancún sorprendiendo a todos por el buen juego que dio. Poco después en una visita de José “Pepe” Sanmartín a Bóvedas vio al segundo novillo y le pidió que se lo enviara, a pesar de su origen desconocido.  Lo lidiaron y resultó un animal con mucha fuerza lo que provocó que “Manolo” Espinosa decidiera establecer su ganadería a la que puso por nombre Manuel Espinosa e Hijos.

Aprovechando la buena amistad que siempre llevó con el ganadero don Valentín Rivero propietario de la ganadería de Valparaíso y que en esos momentos en Zacatecas estaban teniendo problemas de alimentación con el ganado debido a las severas sequías que suelen presentarse en este Estado, le compró un lote de 39 vacas y dos sementales, uno de ellos el #3 y para completar el pie de cría le adquiere a don José Julián Llaguno otras 23 vacas y a “Pepe” Chafik otras diez vacas conjuntamente con el semental #22 y a don Jesús Cabrera otro semental marcado con el #1, estableciendo, que por el tamaño de sus instalaciones, no debía tener más de 120 vientres en reproducción.

Posteriormente en el año 1996 tuvo graves problemas con una epidemia que le diezmo fuertemente su hato y se vio obligado a rehacer sus encastes. Con la ayuda de los ganaderos de “Pepe” Chafik, Valentín Rivero, Gerardo Martínez y Álvaro Espinosa reconstruyó nuevamente su ganadería la cual ha ido depurando y en los últimos ocho años ha contado con el apoyo de sementales del ganadero don José Marrón.

En el año 2013 se asocia “Manolo” Espinosa con Ernesto “Tito” Carranco conviniendo en cambiarle el nombre a la ganadería por el de Real de Solera, así como los colores de la divisa quedando registrados: tabaco, oro viejo y ladrillo.

El debut de la nueva época lo realizaron en julio de 2013 en Teocaltiche, Jalisco con una novillada para Alfredo López, Luis Miguel Cuellar  y Diego Sánchez habiendo dado buen juego cuatro de los bureles y dando la vuelta al ruedo los ganaderos. Su segunda presentación fue en una corrida que se llevó a cabo en Calvillo, Aguascalientes el 12 diciembre habiéndose cortado cinco orejas.

Para Manolo Espinosa es muy satisfactorio compartir el proyecto ganadero con Ernesto Carranco, compañero y amigos de toda la vida, con quien comparte los criterios de crianza de ganado de lidia y por otra parte Ernesto ha cumplido un sueño que se hace realidad gracias a la invitación de Manolo.

Escrito por : Cesar Coll Carabias

Fotografia: Oskar Ruizesparza ( Oskar@oskarfotografo.com.mx)

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