Miraflores de la Sierra se ha convertido en un hervidero, la expectación es máxima por ver al torero madrileño Javier Cortes. Dentro de 48 horas –Sábado  8 de agosto a las 20h- hará el paseíllo uno de los toreros con mejor en ambiente.  El retorno glorioso del héroe después del percance sufrido hace casi un año con el Marqués de Albaserrada.

Un torero con un trazo exquisito, que rezuma verdad, pureza y torería. Dicen los buenos aficionados que está a dos orejas en Madrid de ser figura. La verdad, que da gusto verle torear. Implicado con todos los encastes, sin hacer ascos a nada, con una tauromaquia que dignifica los cánones más puros del toreo. Un grito de libertad en el desierto de la tauromaquia 2.0.

Cuanta falta hacen toreros impregnados del aroma de antaño. Con personalidad y sin esconder la pata. Contra viento y marea ha luchado, sin acusar a los que han osado ponerle la zancadilla. Su aval es su capote, su muleta y su espada. No quiere pedir favores, los derechos se los gana en la arena. Donde los machos hablan, y la vergüenza torera sale a relucir.

Un gesto que le honra, dar el paso al frente para embriagar a Miraflores y todo aficionado que se precie con su toreo . Cuatro toros por una buena causa. La solidaridad por encima del interés personal. Su toreo destinado a los mayores de la residencia de ancianos del Perpetuo Socorro. Realmente sobran las palabras, pero es un gesto encomiable.

Por lo visto, no hay fechas en toda la temporada, que el tal Rafael Ayuso convenció a Ponce, Ureña y Toñete para torear el mismo día en El Espinar, aunque tal vez fue Ponce quien convenció al susodicho “empresario”. Lo dicho, el taurino de bueno tiene lo justo y necesario. Que poca visión y sensibilidad.

Las cámaras de canal toros serán testigos de su encerrona ante toros de las ganaderías de Zacarías Moreno, Coquilla de Sánchez Arjona, Baltasar Iban y José Vázquez. Un cambio de última hora que le da todavía más personalidad y fuerza a su encerrona. Sale uno de Victoriano del Rio y entra uno de Coquilla de Sánchez Arjona. Javier Cortes está muy por encima del toro aborregado, y monótono, necesita toros con temperamento para demostrar su idiosincrasia.

Toda la suerte del mundo para un torero que se merece el máximo, simplemente por su gesto. Un “ole” por la verdad torera, y no ceder nunca ante un sistema injusto. Los triunfos llegan para los que saben esperar.

Por Juanje Herrero