Joao Silva “Juanito” el torero portugués con alma española

Una carrera fulgurante como novillero, donde cogió un ambiente inmenso. Ahora paga el típico peaje de la juventud. Las ganas no le falta, el oficio cada vez más dominada. Su tauromaquia es de valor y verdad. No vacila. Las zapatillas atornilladas, mirando a las puntas de los pitones, sin brusquedad pero firme cita al toro, para vaciarlo con alegría detrás de la espalda.

El arte portugués corre por sus venas, evocando viejos recuerdos. Un extremeño de adopción, la tierra que más toreros posee entre las figuras. Es testigo muda de una preparación dura y diaria. La exigencia como máxima para sacar todo el provecho posible. El toro no regala nada, si puede incluso te lo quita. Los “grises” le esperan en el camino. El 15 de agosto lo veremos en Herrera del Duque.

Una cuarentena larga y aburrida, llena de preocupación, desasosiego e incertidumbre. Donde un torero piensa en mil situaciones posibles. Siempre con la esperanza que pase pronto. El toreo es eterno, pero se resiente como cualquier ser vivo, de la cornada tan dura que el coronavirus le ha infligido “Cada caso y cada persona es un mundo y más los artistas, yo me lo tomé de forma muy dura al principio pero después di cuenta que para seguir había que verlo como una oportunidad, oportunidad para seguir creciendo, pulirme, preparar más que nunca la mente y el cuerpo para cuando como ahora llegara el momento”.

Primera cita de la temporada. La legendaria ganadería de Victorino Martín dará el pistoletazo de salida a la temporada en Herrera del Duque, al igual que Joao Silva “Juanito”. Los dos de la mano buscando un mismo destino, hacer disfrutar y emocionar al público.  Una ganadería con personalidad para un torero que sueña con triunfar. El 15 de agosto, este binomio dará el pistoletazo de salida a su temporada en la “Siberia” extremeña “Lo primero una corrida sería y cinqueña, y de Victorino que es una de las ganaderías más exigentes del mundo si no la  que más, pero que también una de las de más clase y categoría, que permite a los toreros sacar lo mejor de nosotros y con la que yo espero darlo todo y hacer el toreo y emocionar”.

En tiempos de covid los empresarios tienen que apostar y los aficionados que responder. Cada festejo cuenta para difundir la tauromaquia. La grandeza de la fiesta recae en todos los valientes profesionales taurinos que apuestan por la tauromaquia, el aficionado, el toro y la emoción. “Me impresiona la capacidad que están teniendo algunos empresarios y es de agradecer y apostar, los toreros más que nunca en la plaza y el aficionado yendo”.

El torero portugués que en 2018 encandiló y deslumbro a la tauromaquia ganando el certamen de novilleros más relevante de España, el zapato de oro. Dicen las lenguas antiguas que quien es capaz de ganar ese certamen tiene las condiciones para proclamarse figura del toreo. Todavía su camino acaba de empezar, pero la ilusión en Portugal crece cada día por tener un torero metido en el circuito. Las cualidades las tiene, juventud, desparpajo, temple, ritmo, verdad y pureza. Esperemos que se vayan puliendo y pueda despertar el toreo inmortal. “Bueno cogí un camino y no lo he soltado, considero que estoy en constante evolución en que a cada día veo más claro el sitio donde quiero pisar y la calidad que le quiero dar a mi toreo. Me considero diferente y que puedo aportar riesgo y emoción pero también la fantasía y el toreo caro que es el que busco. Ahora ya saldrá el toro y ese es el que marca las pautas”.

La dificultad que tiene hoy en día un torero joven, hace que la afición crezca con más fuerza. Solo unos pocos elegidos vivirán de esta profesión. El sistema lleva mucho tiempo sin admitir muchos cambios. Tomar la alternativa significa emprender un peregrinaje por los pueblos, hasta que un día tengas la suerte de ir a Madrid y cuajar un toro. La fe mueve montañas, las ideas claras como el agua, hace que ese camino sea ilustrativo “El toreo vive momentos delicados, pero también la oportunidad en medio del caos de hacerlo más auténtico y más grande y darlo a conocer más. El toreo es lo más puro y verdadero que tiene España en estos momentos y los jóvenes tenemos el deber de dejarnos la vida tanto en el ruedo como fuera de él, con esa autenticidad antes o después estoy convencido de que llega”.

Una temporada difícil, echa para valientes y soñadores. El romanticismo y la afición afloran en tiempos de crisis. Ya son dos fechas confirmadas para “Juanito”. Herrera del Duque, Don Benito y alguna más serán testigos de lo que el torero portugués puede aportar a la tauromaquia. Por lo menos, un poco de frescor en el yelmo desierto repetitivo. “Bueno después del día 15 toreo en Don Benito el 6 de septiembre con Enrique Ponce y Ginés Marín y por lo menos 3 más torearé”.

Por Juanje Herrero