La torería de Uceda Leal es uno de los estandartes de la temporada. Sus dos trasteos en la Goyesca del 2 de mayo, marcados por el clasicismo, el empaque, la solemnidad que traen los posos de la veteranía, la esencia… hicieron temblar los cimientos de la Las Ventas. Una vez más a cargo de este torerazo, de un lujazo que en tiempos de mortadela siempre ha paladeado el mejor caviar.

Avalado por la grandeza del clasicismo y la torería, Uceda Leal es el más fiel discípulo de los grandes toreros de Madrid y quien ha sabido beber siempre de sus aguas. Desde Manolo Escudero, Luis Segura, Antoñete, Alfonso Merino, Ángel Teruel, Frascuelo…, que siempre representaron al chulapo vestido de torero en la más pura esencia madrileña y fueron símbolos de su tierra. U ojo que en Madrid hubo muchos más toreros –y muy buenos-, pero quienes de verdad representaron el sentimiento de su capital fueron los citados y del que, actualmente, su representante es Uceda Leal, compartiendo muchos años esa distinción con Frascuelo en la época que ambos coincidieron en activo.

Uceda es un lujo para el torero, un artista crecido tras beber en las aguas de la pureza, un torero completísimo que además ha sido el mejor matador de toros de la última época, siempre haciendo la suerte suprema con toda la pureza y verdad, como la vio en .os videos de Rafael Ortega y de Paco Camino. La Fiesta siempre ha tenido un torero veterano pleno de esencia y de verdad que ha dado una inmensa categoría a los carteles, confianza a los mejores aficionados y grandeza a los carteles. Por eso nadie más que él merece un sitio en las vacantes de San Isidro, porque Uceda Leal engrandece a Fiesta con su clasicismo, empaque, la solemnidad que traen los posos de la veteranía, la esencia… única de este grandioso torero que trae luz a las tinieblas.

Paco Cañamero