Los años pasan… y las cuentas no se presentan. Algo inexplicable para una fundación sin ánimo de lucro. La transparencia debería ser una de las principales cualidades de una fundación que nació para «proteger, servir y fomentar» a la Tauromaquia.

Cuándo preguntas al señor Borja, director de dicha fundación… te cuenta una historia que no se la cree ni él.  Tan difícil es ser claro y decir la verdad. Detallar oficialmente las cuentas, dónde se destina el dinero, quién se lo lleva y porqué su sede esta en el barrio Salamanca, una de las zonas más caras de España.

Lo cierto es que la fundación es más marketing y publicidad que datos y logros. En ésta ocasión, la fundación va a recaudar con la gira unos 2 millones de euros libres de impuestos. ¿Qué harán con el dinero?. Qué nadie se engaña, los certámenes de novilladas en Andalucia y Castilla y León no han sido gracias a ellos, sino gracias a los gobiernos y administraciones pertenecientes de cada autonomía, ellos simplemente se arriman a la foto.

Yo quiero ver las cuentas… quiero ver dónde esta el dinero de estos 5 años. Cuándo la gente esconde las cuentas… suele ser porque no cuadran. Basta ya. Claridad para empezar y terminar. Que algún integrante de la fundación se cree Jesucristo superstar. Como reza el dicho… «Si me muero que me muera, pero con la cabeza bien alta».

Dentro de muy poco, empezaran a salir detalles, que todos ustedes los aficionados y profesionales no saben sobre sobre esta organización sin ánimo de lucro. Tal vez… la mesa del toro de antaño… nos parecerá incñuso buena con esta banda de patronos y patronas. Solo buscan saciar sus egos, y poder absoluto. El más tonto hace relojes y … el último. Y si estoy equivocado que me demuestren lo contrario con las cuentas en la mano.

Por Juanje Herrero