Cuando yo era niña, los domingos eran los días más sagrados. Había todo un ritual. Era el día especial en la familia. Día de vestirse de manera peculiar, arreglarse como para ir a una fiesta y estar puntuales para la liturgia.

Y ya cerca de las 2:30 de la tarde nos acercábamos al templo. Comenzaban a llegar amigos y conocidos que saludaban con emoción y aprecio. Las charlas de los mayores no paraban, el aroma a puro y los gritos de los vendedores ambientaban las calles aledañas y pasando apenas las 3, nos encaminábamos en grupos hacia nuestros lugares.

Yo recuerdo cómo me parecía magestuosa, sobria, monumental, magnífica y gigante la catedral. Y a cada paso que daba me daban escalofríos, era una inquietud de saber que en muy poco tiempo daría inicio el sagrado culto dominical…. la corrida!

Mis recuerdos de la infancia se remontan a plazas de toros, ganaderías, viajes y toreros. Pero sin duda siempre fue el Coso de insurgentes, la Basílica del toreo para mi.

“La gran Plaza México”.

Y cada vez qué pasó por ahí, no puedo evitar recordar tantas y tantas tardes de gloria. Los triunfos, los fracasos, las cornadas, los aguaceros, hasta la venta de esquilmos que no fallan entre toro y toro, el ambiente que sin duda, no se puede vivir en ningún otro lugar del mundo.

Y es que ver toros en la Monumental es apasionante, es mágico, como si la plaza formara parte de mi. Se ha vuelto ese altar en el que todo sucede, en que la vida y la muerte se funden creando arte, señorío, gloria, triunfo y todas las sensaciones en una.

Esta noche al entrar en el grandioso recinto y poder caminar por sus túneles, por ese patio de cuadrillas que un día pisó Manolete, y que ha albergado el terrible miedo que pasa cada torero que ha tenido la fortuna de partir plaza, me estremecí. Andando hacia el tabernáculo más divino en una iluminada pasarela el misterio se desvelaría.

Estar en la arena donde grandes hombres han encumbrado su vida, siendo una simple mortal, me hizo en un momento la persona más inalcanzable. Pensar en cuántos y cuantos príncipes del toreo se han jugado la vida y desgarrado las vestiduras en pos de la gloria?

Quién lo diría?

Solo espero que toda la gente que hoy desfiló por este sacrosanto escenario pueda darse cuenta de la maravilla de poder acariciar la firme arena de la Catedral del Toreo!

Mario Zulaica, el gerente de la actual administración del coso Máximo dio a conocer los carteles de lo que será la primera parte de la temporada 2019-2020

Ante una majestuosa puesta en escena, llena de música y colorido, fueron proyectadas las combinaciones que podremos disfrutar a lo largo del serial.

Hay carteles interesantes y otros que quizá no sean tan atractivos, pero hay variedad y justicia en algunos casos.

Corrió como pólvora la noticia de que Emilio de Justo rechazó el encierro que estaba programado para su presentación hace solo unas horas y fue sustituido por David Fandila “El Fandi”.

Se anuncia también el ya tradicional festejo Guadalupano el 12 de diciembre, así como una corrida de rejones.

Expectación y dubitación acompañan el destino de esta temporada que está extrañando a algunos consentidos.

Los festejos tendrán lugar los domingos a partir de las 16:30 horas e inician el próximo 3 de noviembre.

Sea de Dios!

Por Alexa Castillo