Corrida extraordinariamente presentada de Jandilla, seria y bien hecha.

Lo malo la poca fuerza de los tres primeros. Nadie queremos que se caigan los toros y más si tienen buena condición. El toro debe de ser el poderoso. No al que hay que cuidar como a un enfermo. Hay que sacar el pañuelo por respeto al público y que salga otro.

Lo bueno. Una gran faena de Castella a un toro bravo que siempre fue a más, humillando, repitiendo y que tuvo suerte en el sorteo de que le tocará este torero, que después de tres años en casa no ha perdido ni valor ni raza ni afición. Se le ve muy seguro. Madrid hizo justicia y le pidió las dos.

Lo que no pidió fue la vuelta al toro, a nuestro juicio merecida. Más que al toro de garcigrande, que también fue bueno.

Hace tiempo que Manzanares no está, una vez más los despachos y el apellido alargan la carrera de este torero que con otro apellido estaría en casa hace rato. Lleva una muleta que parecen dos. Mientras esté en esa casa estará en todas las ferias y ojo el que no le ponga que se prepare, El señor García quita y pone toreros a su antojo. Y si no que le pregunten a Ventura, a Talavante, a López Simón, etc. etc.

También se puede uno preguntar ¿por qué el Fandi torea tanto?

No fue la tarde de Pablo Aguado al que Madrid sigue esperando, es cierto que sus dos toros no se prestaron, y él tampoco quiso mucho.

Una vez más tenemos que decir que el viento mató la tarde. Casi imposible torear de capote, y así el espectáculo se queda en la mitad.

Enhorabuena Castella y ese toro que se quedó sin vuelta

Rafael Ortega