Como no asistimos a la primera cita de Madrid, pues nos fuimos a Cercedilla. Ya lo hemos contado.

Hemos pedido información a alguno de los asistentes. Según Mundo Toro en su primera reseña dice media plaza. Según Cultoro un cuarto de entrada. Después han publicado que ocho mil almas.

Nos quedamos con lo que nos dice algún aficionado, un cuarto. Novillos feos y malos, mucho viento que molestó a los toreros que, para colmo, la arena era un bancal recién terminado de labrar, lo que dificultó mucho más la labor de los diestros y no digamos los espectadores que, con aquella polvareda le dieron mucho trabajo a las tintorerías.

Según Zabala de la Serna al respecto de la gente que se congregó en Madrid el pasado domingo, los poco más de siete mil aficionados sin contar los 2.800 obsequiados a jubilados y menores de 25 años. A caño abierto por Barbastro.

Campaña de imagen que deja atrás la polémica de precios. Barra libre del boletaje. O sea lo que dicho en taurino se llama tifus. Más de la mitad era tifus. Los que entran sin pagar, y cuando hay que pagar no van.

Álvaro Alarcón volteado una y otra vez se repuso como pudo. Al menos estuvo en novillero.

Yon Lamothe, entonado y poco más aviso y aviso.

Mario Navas, notable en su presentación y muy dispuesto.

Esto fue lo que dio de sí la tarde.

Acertamos con irnos a Cercedilla.

Y ahora viene lo bueno. Nos llegan fotografías del callejón y sus largos y famosos burladeros. Los consejeros brillaron por su ausencia. No sabemos si porque después de leer lo que piensa la afición de ellos, les da vergüenza y no asistieron. O simplemente pasaron de ir.

Algunos asientos ocupados, pocos. Suponemos que regalados a amiguetes. No creemos que vendidos. No era cartel para eso. ¿Y cuando les pidan consejo de lo que vieron, que para eso están, que dirán?

Se la regalé a mi primo, a mi criada, a mi vecino o simplemente la dejé  en casa y a la basura el lunes.

Igual la señora AYUSO ha tomado medidas y ha cortado el grifo. Seguro que no es así. No ha hecho nada con los precios ni con nada por defender a la afición madrileña. Parece que tiene seguros estos votos que son muchos. No se equivoque, la esperamos.

¿Y los de más? De la izquierda no esperamos nada. ¿Y de Vox? Ahora que dicen se han devuelto el rosario de su madre y cada uno a lo suyo. La plaza de Madrid está perdida en el laberinto de unos y otros puesto que, como se demuestra, nadie la defiende.

Ni están ni se les espera. Que tome nota la afición Y la empresa que siga con el tifus.

¿A quién quieren engañar, a la señora AYUSO. A la afición seguro que no.

Rafael Ortega