Una vez más y por desgracia para mí, vuelvo a escribir, de política que no entiendo nada y no de toros, que no se si entiendo aunque si sé que se me entiende. Siento la necesidad de contar lo que veo y lo que siento.
En el barrio cercano a Ferraz se sigue concentrando miles de personas a diario. Bravos españoles que no se cansan de gritar por su libertad que ha sido robada. Con una policía contundente con instrucciones de dar duro y así lo hacen. Algunas imágenes me hacen pensar si después esos policías que también son personas podrán dormir. Ellos sabrán.
El carajal político que nos gobierna es el reflejo de la sociedad, que hemos creado.
Por lo escuchado estos días en el Congreso, las concesiones para conseguir los votos necesarios para que Sánchez vuelva a ser presidente han sido todas y más que llegarán en poco tiempo.
Dinero y más dinero en perjuicio del resto de españoles que pagamos la fiesta. Humillaciones de todo tipo a los políticos socialistas y a todos los que les votaron que siguen sin reaccionar. Salvo tres o cuatro, los demás a tragarme.
También sabemos que Feijoo fue llamando puerta por puerta a los mismos ofreciendo casi lo mismo. Y ni siquiera le escucharon. Y ahora dice lo contrario. Qué vergüenza.
Y por fin hemos visto al Rey. Recibiendo la noticia de lo que tiene que firmar. Dicen que con cara seria. Más bien cara dura. Juró guardar y hacer guardar la Constitución y su hija también. Y a veces pone una corona de flores a los que dieron su vida por España. Y pasa revista a las tropas que también juraron lo mismo. Nos deja tirados y a vivir mientras le dejen. Que no será mucho. Ojalá sea pronto.
Y asistirá a la corrida de beneficencia, sin pagar claro, si es que no han quitado para entonces lo de matar toros, que tengo mis dudas. Lo harán en cuanto puedan o se lo ordene Otegui por ejemplo, que sabe bien como se mata y no toros precisamente, PRESUNTAMENTE. Y escuchara el himno nacional y saludara al respetable y los toreros le brindarán sus toros y alguno desde el tendido gritara VIVA ESPAÑA. Ya no existe ni España ni españoles. Iba a terminar diciendo que me avergüenzo de ser español. Lo he borrado. No he tenido cojones,
Rafael Ortega