Por momentos, uno siente asco por vivir en este país con más tontos que tejas o, si se prefiere, con más descerebrados por metro cuadrado que nunca pudiéramos imaginar. Si de toros hablamos, hace tiempo que estas fuerzas políticas que deberían de gobernar para todos, ocurre justo lo contrario puesto que, si algo no les gusta lo prohíben sacándose una ley de la manga y al que le afecte que se joda. Es el caso de los espectáculos cómicos taurinos que llevan cien años celebrándose y, nuestra putrefacta izquierda lucha con denuedo para que este espectáculo desaparezca porque según estas gentuzas, se denigra a las personas bajitas.

Para muestra, un botón. Dentro de unos días se iba a celebrar un espectáculo cómico en Las Ventas y, el mismo ha sido suspendido y, lo peor es que nadie se ha rasgado las vestiduras; todo lo contrario porque muchas de estas gentuzas aludidas están contentísimos de que se anule dicho evento que, por otra parte está encuadrado dentro de la misma tauromaquia sin ninguna ley que lo prohíba. Claro que, el Ministerio de Derechos Sociales ya está trabajando en la elaboración de una ley que prohíba que se ganen la vida estas personas de poca estatura.

Se me ocurre que, estos apestosos que dictan estas leyes igual hablan con Sergio Scariolo para que contrate a los enanitos como jugadores de baloncesto. Cuidado que no he dicho ninguna barbaridad, estas gentes apestosas que manejan el poder a sus anchas no ponen objeción alguna a las drogas o la prostitución pero, todo lo que huela a toros hay que prohibirlo en el acto. En realidad, lo que les llena de orgullo a nuestra izquierda no es otra cosa que contemplar cómo la gente se queda sin trabajo que, impávidos, no mueven un dedo para todo lo contrario. ¿Qué dedo van a mover si son ellos que provocan el caos en todos los órdenes?

He hablado muchas veces con estos toreros pequeños y, tras conversar con ellos se me caen las lágrimas, como le sucedería a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad. Si este espectáculo, como ellos dicen, lleva casi cien años de actividad en la que, gracias a la misma, varias generaciones de hombres pequeños se han ganado la vida de forma honrada haciendo reír por los ruedos del mundo. Ahora, esos mal nacidos que dictan leyes absurdas quieren dejarse sin pan a estas criaturas aludiendo que son objeto de mofa ante los espectadores. Hay que ser subnormal y retrasado para pensar eso y, lo que es peor, decirlo a viva voz. Los enanos, con su trabajo, lo único que hacen es que la gente ría con ellos, nunca de ellos. ¿A qué se dedicaba Miliki y su familia? Eran payasos y hacían reír a todo el mundo. Pues estas criaturas hacen lo mismo pero dentro de una plaza de toros.

Aquí se trata, políticos de mierda, en que no le falte el trabajo a estas personas bajitas que, en el mundo laboral, dada su estatura, tienen muchas complicaciones a la hora de encontrar un trabajo, salvo que sea de limpiabotas, un oficio que ya casi está extinguido. Tener como tienen un trabajo admirable que jamás se cuestionó y con el que se han ganado la vida durante tantísimos años, solo por eso, deberían ser respetados pero no, porque pedirle respeto a la maldita izquierda es como pedirle peras al olmo.

Ese Ministerio de Derechos Sociales, algo que se han sacado de la manga los sociatas y sus comparsas, antes de tomar una decisión en la que dejarán sin trabajo a muchas personas, deberían de tener previsto darles trabajo como bedeles, ordenanzas o cualquier actividad que se pueda desarrollar en ese ministerio y en todos los demás. Eso sería lo lógico pero, como sabemos, la izquierda solo sabe que destruir, prohibir, erradicar y aumentarnos los impuestos, lo de progresistas o socialistas, eso es un cuento chino que lo venden de cara a los ignorantes porque, con sus acciones lo único que demuestran es que se ríen cuando miles de personas se quedan sin trabajo y, los enanitos serán los próximos. ¿De qué vivirán entonces? Y a ellos que coño les importa, que se mueran de hambre, por eso son bajitos.

Este es el sentir irresponsable de nuestra aberrante izquierda en todas sus variantes. Y, en realidad, cuando una persona tiene un trabajo con el que vive dignamente y se le arrebata, tiene todas las papeletas para morir de hambre porque, insisto, una persona normal puede encontrar trabajo en cualquier sector pero, los bajitos que desde siempre tuvieron la fortuna de ser toreros cómicos, payasos frente a un animalito con cuernos con apenas peligro alguno, una vez que les hayamos quitado ese trabajo, que juzgue cada cual.