Días pasados le cupo el honor a Joselito Adame de conocer en persona a Morante de la Puebla en un mano a mano que ambos diestros sostuvieron en Juriquilla, México. Imagino la cara de sorpresa del hidrocálido al ver a su compañero y haciendo el paseíllo con él; increíble, pero cierto. Sin duda alguna son situaciones que pasan al otro lado del “charco” porque en España ese cartel aludido sería un imposible pero, como ya dijera en su día, nuestros compatriotas, allende nuestras fronteras suelen ser muy generosos con los diestros extranjeros.
Analizado el contexto de los toreros citados, lo que pretendo decir y no es otra cosa que un consejo válido para Joselito Adame es que debe de quedarse en México, su país, en el que es figura del toreo como sus éxitos le han avalado. Un hombre que ha triunfado repetidas veces en La México y en todos los estados en que ha toreado tiene el entorchado de figura azteca, siendo así, venir a España a por las migajas que queden no deja de ser una falacia sin sentido.
Como digo, por fin, si ese era su sueño ya lo ha cumplido. Adame se ha dado el gusto de compartir un cartel con Morante de la Puebla y, su dicha no puede ser mayor. Para colmo, le pasó por encima al español como si fuera una apisonadora en cuanto al triunfo se refiere. No tiene nada de extraño lo que digo porque, Adame, en México, es ídolo admirado, razón de peso que le avala respecto a sus éxitos que, como en esta ocasión, ha dejado casi en ridículo a Morante, algo casi normal porque Adame, en España, ha matado siempre lo que los demás no han querido mientras que, en su país, como explico, es la figura admirada, por tanto, el que mata el toro acorde a su condición de figura que, a su vez, le permite triunfar como le sucede a las figuras en España.
Los toreros, sin duda alguna, son personajes peculiares que, por aquello de lograr el éxito no reparan en esfuerzo alguno, loable actitud, es cierto. Pero en realidad no sirve para nada. Yo lo explico. Joselito Adame ha venido varias temporadas a España, por no decir todas desde que se doctoró pero, ¿con qué resultados? Con triunfos, es cierto pero, sin repercusión alguna porque como les ha ocurrido a todos los toreros extranjeros, jamás torearon con figura alguna de los nuestros. Por dicha razón hablaba yo de lo que sería la cara de estupefacción de Adame al verse junto a Morante en Juriquilla, vamos, lo nunca visto por el hidrocálido.
Visto el panorama actual del toreo en España, muy crudo lo tienen los extranjeros para triunfar en la llamada Madre Patria, lo digo en el sentido de que si aquí tenemos infinidad de toreros muy buenos y están en el paro, imaginemos cual puede ser el futuro de los extranjeros, una ruina al más alto nivel. Ilusiones las tienen todas, unos y otros pero, ¿merece la pena el esfuerzo titánico de venir para enfrentarse a lo que no quiere nadie y sin dinero? Esa es la pregunta, la que deberían de responderse los extranjeros que, como aficionado, nadie les repudiará, pero sí el sistema establecido en España respecto a los toros que, como se sabe, a los extranjeros se les trata como si fueran negros.
Miremos cómo tenemos el panorama en nuestro país en que, toreros muy válidos que no son españoles, nadie repara en ellos. La prueba la tuvimos con Rodolfo Rodríguez El Pana que, como todos sabíamos, era el diestro mexicano con mayor carisma del mundo y, el pobre se marchó al otro “barrio” sin haber logrado su sueño que no era otro que confirmar su alternativa en Madrid. A partir de este lamentable hecho, todo lo podemos esperar.
Y, cuidado, entiendo a Joselito Adame, como puedo entender a sus hermanos y a todos los diestros que, desde allende sueñan con la gloria en España pero, como los hechos demuestran es un imposible. No seré yo el que impida a Joselito Adame venir a España porque el hombre está en su perfecto derecho pero, ciñéndonos a la dura realidad en que vivimos, teniendo un reconocimiento válido en México, ganando unos pesitos suculentos en su país, aquello de venir para recoger migajas, en realidad, no tiene sentido.