Para las próximas fiestas de agosto en la localidad de Navas de San Juan, Jaén, el diestro Enrique Ponce, residente en dicha localidad, ha anunciado su intención de montar una corrida de toros en dicha plaza para que, como se comprueba, por su parte, la llama de la fiesta de los toros no se extinga jamás. Es de agradecerle al diestro de Chiva su noble gesto por aquello de ser arte y parte de la profesión a la que ama y a la que ha consagrado su vida.

Barrunto que, dicho espectáculo se dará sin gente en los tendidos, es decir, lo más parecido a un entierro de tercera como han sido la de todos nuestros compatriotas que han muerto por culpa de la pandemia y, sin duda, por la maldita culpa de todos aquellos desaprensivos que, conocedores de la pandemia, se callaron para poder montar el numerito del 8 de marzo con todas las resabiadas de España por las calles de nuestro país. Decía la miserable de la ministra en dicha manifestación: “Muere más gente por el machismo que por el coronavirus” Enváinatela, ministra, si es que puedes. Ahí tienes los resultados de un acto tan irresponsable como criminal.

Centrándome en Enrique Ponce, convengamos que nadie puede repudiarle su gesto que, todo un cántico de afición, logrará que muchas gentes se emocionen a través de la televisión puesto que, lógicamente, Ponce ya está buscando patrocinador para el evento. Si me ha parecido espectacular aquello de que Enrique Ponce se ha puesto en contacto –así lo han dicho los medios- con el alcalde de Navas de San Juan que, como se ha dicho, dicho señor le ha dado el visto bueno y los mejores parabienes para dicho espectáculo. Joaquín Requena se llama el hombre y, quedaros de plástico, milita en el PSOE. Vamos que, cuando la noticia llegue a la jurisdicción del tipo con la cara de cartón, a la sazón, el amo de España y del PSOE, que no le pase nada al señor Requena.

Pese a todo, como siempre dije, en el PSOE todavía quedan gentes decentes y, ante todo, lógicas con las costumbres de los pueblos porque, en Navas de San Juan, como en cientos de pueblos de España, lo que priva son los toros y, al parecer, algunos alcaldes de PSOE de muchos pueblos de España, no tienen nada que ver con el descerebrado y mentiroso de la Moncloa, a Dios gracias, claro. Como prueba vital tenemos, entre otros muchos pueblos a doña Inmaculada Jiménez, del partido socialista y alcaldesa de Tomelloso.

Es cierto que, el primer mandatario de la nación porque Dios es un gracioso, no verá con buenos ojos la actitud de Joaquín Requena, pero deberá de joderse porque, el alcalde, con el que tiene que estar muy bien es con sus vecinos, nunca con el aberrante presidente del partido que, como no es capaz de pisar la calle y ver los problemas de los ciudadanos, y que además no entiende de nada, salvo de mentir a su pueblo en lo cual se ha convertido en un auténtico especialista.

Suerte para Enrique Ponce y que nadie le ponga trabas para que  el hombre se dé una fiesta muy entrañable para sí mismo porque toreará en solitario y, para colmo, los toros serán de su ganadería. Eso sí, no esperemos apoteosis alguna ni tampoco nada que vaya a quedarse para siempre en nuestras retinas porque la ocasión no lo amerita; es un entrenamiento más de Enrique Ponce que, eso sí, ante todo, pone en valor la tauromaquia con la que ha vivido y se ha engrandecido como ser humano. El festejo que ha programado Ponce tendrá todas las papeletas para que sea lo que dije, un entrenamiento a puerta cerrada, nunca mejor dicho, pero si una bella declaración de intenciones por aquello de difundir la fiesta de los toros en un momento tan amargo como el que padecemos.

Mucha salud para Enrique Ponce y que siga cumpliendo sus ilusiones; y digo salud porque lo que se dice técnica la tiene para parar mil barcos como diría el otro, hasta el punto de que, estará en los ruedos hasta que Dios quiera; y digo hasta que Dios quiera porque si le acompaña la salud, Ponce será el torero más longevo de la historia. Salud para verlo y contarlo.