Respecto a la feria de Albacete que, como dijimos en su momento, ha sido una exposición ejemplar de cara a los toreros actuantes, muchos de ellos paisanos, por el contrario, para algunos de sus festejos utilizan el calificativo de DESAFIO GANADERO al respecto de dos corridas de toros exactamente. No se puede ser más rimbombante al respecto de lo contado. El hecho de calificar a dos ganaderías comerciales como desafío ganadero, hay que tener la cara dura para llevar a cabo el hecho referido.
Me parece muy bien que se lidien en Albacete las ganaderías comerciales porque, entre otras razones, también se lidia el toro con todo su esplendor pero, calificar a dos ganaderos como Juan Pedro y Victoriano del Río como desafío ganadero, la ridiculez raya hasta lo infinito. Para colmo, los “gladiadores” que se enfrentan a dichos toros no son otros que El Fandi, Manzanares y Roca Rey. ¿Cabe peor escarnio?
La gente, con tal de vender su producto es capaz de todo. Incluso de engañar al personal por si cuela pero, como se ha demostrado, ese calificativo es totalmente deplorable porque, para tal fin y para que ese desafío tuviera tintes de realidad, tendrían que enfrentarse ganaderías como Cuadri y Cebada Gago; Fuente Ymbro y Murteira; Miura y Victorino; Pedraza de Yeltes y Conde de Mayalde; Los Maños y Dolores Aguirre por citar algunos duetos que, en realidad si tendrían visos de enfrentamiento, por tanto, de desafío total.
Pero por el amor de Dios, que le den a Juan Pedro Domecq el calificativo de desafío ganadero junto con otro criador de reses bravas de semejante estirpe, eso es una burla total hacia el aficionado y, de forma concreta, hacia ese público fiel que acudirá al coso manchego que, ilusionados llenarán la plaza de toros, no me cabe la menor duda. Insisto que, con tal de vender un producto, la gente no tiene reparo en nada puesto que, para ellos, todo vale.
Démosle a cada cual aquello que le pertenece pero nunca infravaloremos lo que todo el mundo sabe que es pura basura ganadera, especialmente lo de Juan Pedro Domecq porque, entre otras muchas razones, todos nos acordamos de su participación en la feria de Sevilla y en Madrid en las que cosechó los fracasos más estrepitosos.
En Albacete como en cualquier feria, es mejor ir de tapadito y si las cosas no ruedan bien, apenas nadie se da cuenta y si salen como el ganadero espera, alabado sea Dios. ¿A quién quieren desafiar los toreros citados? Más burla no cabe. Y lo peor de todo es que ellos creerán que están frente a un hecho épico, digamos que, ante una hazaña que quedará para la historia. Como siempre dije, de listos está el mundo lleno. Lo peor de la cuestión es la legión de tontos que pululan por el mundo que, como en el caso citado, hasta pueden tragarse dicha bola en lo que al desafío se refiere. Expliquemos que, un desafío no es otra cosa que un enfrentamiento ante un peligro elevadísimo, en este caso frente a un toro auténtico, nunca la parodia de matar tres toros de Juan Pedro que, como se presagia, saldrán moribundos al ruedo. Tiempo al tiempo.