Ya ha salido al espacio la gran obra de Antonio Picamills, la que el mundo conoce como su DIETARIO TAURINO, en su edición para el próximo 2022 que, curiosamente se cumplen veintinueve años de dicha edición, todo un logro de este vasco extraordinario que ha sido capaz de llevar a cabo su obra sin importarle la pandemia y, respeto a su obra, la peor de las “pandemias” que no es otra cosa que la época digital en que nos movemos en que, como es notorio, el papel ha perdido toda su vigencia, lo que acrecienta mucho más su mérito inenarrable.
El dietario aludido es todo un documento; para suerte nuestra, que a Antonio Picamills se le parara el reloj y no repare en los medios digitales que tenemos en la actualidad, siendo capaz de editar dicho volumen, su mérito, además de innegable es digno de alabanza. O dicho en terminología taurina, Picamills, pudiendo lidiar los toros amaestrados de las figuras, con su noble acción se decanta por lo toros de Miura para darle mayor realce a su obra, todo un contenido admirable del que puede lucir con desmedido orgullo.
He confesado muchas veces la admiración que siento por este hombre porque, personas como él han quedado diseminadas en el olvido por culpa de la era digital; lo digo porque Picamills podía haberse decantado, para su obra, utilizando los medios actuales que, como se comprueba, son muy efectivos pero, en su persona puede más el romanticismo que cualquier técnica innovadora que pudiera encontrar en su camino, lo que viene a demostrar que no quedan gentes de su estirpe y condición que, aferrados a lo tradicional se resisten por completo a sucumbir en los mares de la nueva tecnología.
El DIETARIO TAURINO no deja de ser una agenda más como funcionalidad pero, respecto al resto de las agendas del mundo, este libro, un documento extraordinario donde los haya puesto que nos aporta unos datos interesantísimos a todos los niveles ya que, Picamills, cada año nos sorprende con nuevas actuaciones que nos sorprenden por completo; en definitiva, este libro no es otra cosa que un manantial de cultura taurina como sus hechos demuestran. Yo resaltaría todos sus contenidos que me parecen admirables pero, por ejemplo, me quedo con la historia de la plaza de toros de Madrid, la que se conocía como la plaza de la carretera de Aragón en sus sesenta años de historia.
Uno por uno, Picamills, elabora con un trabajo arduo todos y cada uno de los participantes en dicha plaza en sus seis decenios en vigor, así como el número de actuaciones de todos los diestros actuantes, una cifra que, cualquiera que la lea puede sentir escalofríos. Fijémonos que, en los tiempos actuales, yo diría que en los últimos cincuenta años, los toreros, aquello de acudir a Madrid –me refiero a las figuras de cada época- lo tenían como una heroicidad en muy poquitas tardes al año, a lo sumo tres o cuatro actuaciones. Dicho lo cual, al comprobar que por ejemplo, Rafael Molina Lagartijo actuó en Madrid doscientas ochenta y cinco veces, cualquiera se queda estupefacto. Y Frascuelo, 207; Mazzantini, 191; Guerrita, 136; El Gallo, 118; Belmonte, 62. Y así una larga lista de todos los diestros que actuaron en dicha plaza, así como su número de actuaciones.
Es curiosísimo saber la de encerronas que se han dado en Madrid por parte de los diestros, los toros lidiados al efecto, los trofeos conseguidos y de igual modo todos los rabos que se han cortado en Madrid, empezando por José Gómez Ortega Joselito en el año 1918 y terminando con Diego Ventura en el 2018.
Otro dato fascinante es la historia de la plaza de toros de El Chofre de San Sebastián, con la relación de todos los toreros actuantes y su número de actuaciones en el Chofre de la Bella Easo, un ranking encabezado por Rafael González Machaquito que actuó en cuarenta y dos ocasiones y terminando por Hernán Alonso que actuó en una sola tarde al igual que muchísimos diestros más que solo desfilaron por su albero en una única oportunidad.
¿Sabía usted cuantos toros se han indultado en Madrid o en Sevilla? Aquí tenemos la respuesta ya que, Picamills, con esa paciencia franciscana que Dios le ha dado en unión de su inteligencia fuera de lo común es capaz de aportarnos datos inverosímiles que, de no ser por su obra nunca hubiéramos sabido.
Por ejemplo, gracias a este libro sabemos de la actualidad mundial de los matadores de toros más decanos que siguen vivos, empezando por Julio Aparicio y terminando por Juan García Mondeño. Insisto, datos de un altísimo nivel desde todos los frentes ya que, Antonio Picamills no repara solo en España, aborda todos los confines del mundo donde se dan espectáculos taurinos en los que nos aporta sus datos más relevantes en todos los órdenes. Es de resaltar que en la obra que citamos, entre tantísimos datos de suma importancia, encontramos la lista de todos los toreros fallecidos en la pandemia y por sus consecuencias.
Otra aportación gloriosa que hace nuestro autor hacia la fiesta de los toros no es otra que la enumeración día a día y año tras año, desde su inauguración hasta que se clausuró, la plaza de toros de Quito, todo un relato memorable en que, todos y cada uno de los festejos celebrados en dicha plaza los podemos ver con sus actuantes, números de actuaciones y trofeos conseguidos. Este dato me parece el más bello homenaje que desde España pudieran hacerse a Ecuador en su plaza quiteña. En el último festejo que se celebró en el coso de Iñaquito hicieron el paseíllo El Fandi, Iván Fandiño y Alejandro Talavante, todo ello por aportar un dato de los cientos que se citan al respecto.
Como decía, podríamos estar horas frente al teclado para ponderar esta obra pero, entendemos que la mejor manera de disfrutarla no es otra que adquirirla para tener vastos conocimientos de la fiesta de los toros la que, para muchos, sigue siendo la gran olvidada.
En la imagen, don Antonio Picamills Ruíz, el feliz autor del DIETARIO TAURINO 2022.